Capítulo 132
Pedro: ¡En 10 minutos llegamos! Vas a ver que está todo bien… No sirve de nada que te angusties así-Me dijo seguro y tranquilo, y le creí, necesitaba su paz ahora. Y sus palabras eran un bálsamo para mi ansiedad y mis miedos.
Cuenta Pedro…
Por suerte Paula se había tranquilizado. Estaba preocupada por lo que podía llegar a decirle la doctora. Yo también estaba nervioso, pero no quería transmitírselo a ella, no me necesitaba así ahora. Tenía que contenerla y estar bien para los 2, ¡Los 3!
Ni bien llegamos, nos hicieron pasar al consultorio. Marisa nos estaba esperando.
Paula le contó todo lo que había pasado y cómo fueron sus síntomas. Le mostró los estudios que se hizo en París, los cuales después de mirar, nos dijo.
Marisa: Bueno. No hay dudas que estás embarazada. Ahora tenemos que ver cómo va todo. Te atendí en este consultorio para que puedas hacerte una ecografía, sin estar paseando por toda la clínica.-Le dijo a mi novia.
Paula: ¡Gracias! Por el momento quiero esperar para contarlo- Le dijo mientras se paraba y la doctora le daba las indicaciones junto a un doctor que manejaba el ecógrafo.
Una vez que Paula estuvo acostada, le hicieron levantar la remera, para dejarles acceso a la panza, por ahora chata, de mi novia. Paula me agarró las manos y pude notar que temblaban… las mías también. Le pasaron un gel y luego comenzaron a pasarle un aparato sobre ella, mientras los doctores miraban atentos al monitor que había enfrente de nosotros. Nosotros hicimos lo mismo. Aunque no entendía nada de lo que veía, eran solo manchas y rayones… En un momento un sonido fuerte envolvió toda la habitación.
Dra. Marisa: ¡Ahí estás! –Dijo mirando el monitor – Eso que escuchan, es el latido de su bebe- Dijo segura, pero ¡Iba tan acelerado! No parecían latidos.
Pedro: Pero ¿Por qué tan rápido? –Le dije preocupado cuando noté que Paula lloraba, no entendía ¿Algo estaba mal?
Doctor: ¡Tranquilo, papá! Es totalmente normal que sea así cuando son tan chiquitos- Dijo aliviándome por completo y sentí que las lágrimas empezaron a salir descontroladas. Me acerqué más a Pau, para dejar un beso en su cabeza, pero ella solo miraba el monitor sin poder estar atenta a nada más, y la entendía.
Paula: ¿Está todo bien? –Dijo preocupada.
Dra. Marisa: ¡Está todo perfecto! ¿No, doctor?-Mirando a su colega.
Doctor: ¡Sí! Ubicación perfecta y tamaño acorde a 6 semanas de gestación. Fecha probable de parto 28 de Agosto.-Dijo mientras anotaba en la computadora.
Dra. Marisa: ¡Felicitaciones papás! – Paula y yo nos miramos y no podíamos dejar de llorar, era como si todos nuestros miedos se hubieron evaporado de golpe cuando escuchamos que estaba todo bien.
PyP: ¡Gracias!- Le dijimos y después nos dimos un beso para terminar de sellar tanta alegría.
Cuenta Paula…
No cabía tanta felicidad dentro mío. Nuestro bebé estaba bien. Jamás iba a olvidar este momento. Ni hablar cuando los doctores nos trataban de explicar que esa manchita minúscula en la pantalla era nuestro hijo. Cuando nos dijeron que el tamaño no era mayor al de un grano de arroz, Pedro se puso pálido. No podía creer lo frágil y chiquito que era, y eso lo preocupaba, no lo había podido disimular. En cambio, yo sentía que debía estar más fuerte, mi hijo dependía de mí y solo de mí para crecer sano y fuerte. De repente, lejos de sentir miedo, me sentía feliz, porque tenía la seguridad que iba a hacer todo lo que estuviera a mi alcance y más por él. Iba a ser una madre leona, lo sabía, y lo supe desde antes que estuviera aquí, en mi vientre… El cual no veía la hora que empiece a crecer.
Abandonamos la clínica, no sin que antes Marisa me de todas las indicaciones de un embarazo responsable. Por el tiempo en que estaba, caí en cuenta de que había pasado las fiestas ya embarazada sin saberlo y recordé haber tomado más de lo debido, lo normal en esas épocas, pero me tranquilizó cuando me dijo que si me hubiera hecho efecto lo hubiera sabido en el momento, que no hay secuelas a largo plazo.
Después de salir de la clínica nos fuimos a mi departamento, Zaira y Hernán se habían auto invitado para darnos la bienvenida. Y era el momento indicado para contarle a nuestro círculo más íntimo la razón de nuestra alegría.
El miércoles era el cumpleaños de Horacio, así que aparte del regalo que habíamos comprado para él en París, le daríamos otro, mucho más importante. Íbamos a esperar ese día, que estén todos reunidos para contarle la novedad. Pedro no veía la hora de verles la cara cuando se lo contáramos.
Yo no aguanté más… Apenas llegué a casa y me conecté vía Skipe con Juampi, alertándole que era urgente y ¡Pobre! se conectó asustado.
Juampi: ¡Hola Pochi! ¿Estás bien? ¿Y Pepe? –Me dijo preocupado al momento que mi novio, que estaba al lado mío, se acercó para poder aparecer por la camarita.- ¡Hola Pepe! ¿Qué pasó? ¿Qué es lo urgente que tenías para contarme?-Nunca le mandaba mensajes con calidad de urgente y entendía que esté así. Así que no quería hacerlo esperar, y menos si se cortaba la señal sin llegar a contarle.
Paula: ¡Hola! ¡Tranquilo! ¡Está todo bien! –Le dije ya emocionada.
Pedro: ¡Hola Juampi! ¡Tenemos algo que contarte!- Le dijo mi novio abrazándome y entregándome el papel que no dejábamos de mirar desde que vinimos.
Juampi: ¡Me alegro! ¡Pensé que les había pasado algo! –Suspiró relajado.
Pedro: ¡Vaya que sí pasó! – Le dijo mi novio divertido y ansioso.
Juampi: ¡Bueno, che! ¿Qué pasa? ¿Por qué esas caras? – Con Pedro nos miramos y reímos al ver que nuestras caras nos delataban… tendríamos que aprender a manejar eso…
Paula: ¡Por esto! –Le desplegué el papel en frente de la camarita, sin dudas él entendía de qué se trataba sin tener que darle tantas explicaciones, era la primer imagen de nuestro bebe. Escuché el silencio mientras observaba y remate.- ¡Vas a ser tío!- Saqué el papel para poder ver bien su cara y pude notar como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.
Juampi: ¡No lo puedo creer! ¡Felicitaciones! –Nos dijo emocionado, y yo no pude evitar quebrarme también… cuantas ganas de abrazarlo… de tenerlo acá conmigo ahora, compartiendo todo esto.
Cami se asomó enseguida, curiosa ante la emoción de su marido frente al monitor, y entre los 2 les contamos cómo había pasado todo, aprovechando que mi ahijado dormía. Ambos estaban felices con nuestra noticia y aunque Juampi no me lo decía, porque no hacía falta, sabía que en ese momento quería ese abrazo al igual que yo.
Con Pedro ordenamos un poco mientras llegaban los chicos. Zaira me dijo que no nos preocupáramos por la comida que ella y Hernán traían todo. Menos mal, porque yo no me sentía capacitada para cocinar… Había empezado a sentir náuseas. Era raro porque, allá, eran de mañana, y estaba feliz de haber pasado el día bien, pero ahora me sentía pésimo.
Pedro me sugirió que dejásemos la juntada para otro día, pero no quise. No quería esperar un día más sin contar a los que quería sobre nuestro bebé. Era como si tuviera una bomba en mis manos y tenía que soltarla, quería ver la cara de mi mejor amiga cuando se lo contara, ella estaba tan ansiosa como yo con el tema. A Gege y a Sochi las invitaría otro día para contarles. Al igual que Xime y a Euge con las que nos hicimos íntimas.
A la hora acordada escucho que nos tocan el timbre. Pedro fue a recibirlos, ya que yo no podía salir del baño. Mi novio se había enojado por no haberle hecho caso, aduciendo que no podíamos tener visitas en estas condiciones, que debería ir a acostarme cuando pudiera salir de acá…
Pedro: ¡Te dije, Paula! –Cuando escuchó el timbre- ¡Mirá cómo estás! –Me dijo mientras estaba, otra vez, abrazada al inodoro.
Paula: ¡Ya voy a estar mejor!- Reamente esperaba que sea así… ya no tenía más nada que dejar. Se refregó la cabeza, exasperado, y fue a atender al tercer timbre.
A los pocos segundos escuché la voz chillona de mi amiga preguntando donde estaba. Y a Pedro balbuceando sin poder inventar una excusa convincente, solo le dijo que estaba en el baño. Enseguida escuché la voz de mi amiga atrás de la puerta del baño.
Zaira: ¡Pochi! ¿Estás bien? –Me dijo preocupada.
Paula: ¡Sí! ¡Ahí salgo! –Le dije y me levanté rápido, me lavé, tratando de mejorar un poco mi aspecto deplorable, y abrí la puerta, encontrándomela del otro lado, esperándome. Me miró asustada.
Zaira: ¡Pau! ¿Qué pasó?- Me hubiese gustado estar en la cabeza de mi amiga para saber qué cosas fabulaba.
Paula: ¡Nada, Zai! -Me miró confundida y me agarró de los brazos, claramente no iba a dejarme ir sin que le contara lo que pasaba, no iba a poder hacerlo cómo quería…- ¡Bah! Sí pasa… ¡Vas a ser tía! –Los ojos de mi amiga se hicieron aún más grandes, cuando se abrieron por completo, para luego pegar un grito ensordecedor y empezar a saltar sin soltarme aun de su agarre.
De repente aparecieron por detrás Hernán y Pedro. Este último fijó su mirada en mí, como queriendo entender lo que estaba claro, ya se lo había contado… y levanté mis manos como señal de ello.
Hernán: ¿Qué pasa, amor?-Le dijo a su novia que nos miraba a Pedro y a mi sin saber si le correspondía responderle. Mi novio tomó la posta y puso una mano en el hombro de su amigo que estaba un pie delante de él, para llamar su atención y le dijo:
Pedro: ¿Cómo te ves siendo tío? –Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja, y su amigo no reaccionaba, hasta que Zai habló.
Zaira: ¡Van a ser papás! ¡Pau está embarazada! –Dijo casi gritando. Y yo solo asentí por detrás de mi amiga.
Hernán y Pedro se fundieron en un abrazo eterno…conmovedor. No sé qué cosas se decían porque Zai me hacía mil preguntas al mismo tiempo sin soltarme. Luego su novio pidió permiso, retándola de que se comporte, que si seguía con los gritos se iba a enterar todo el país. Mi amiga se quejó y le dio paso, liberándome para saludar al futuro padre, que nos miraba riendo. Hernán me abrazó y me felicito, agradeciéndome sentidamente todo lo que había hecho por su amigo y no pude evitar emocionarme… Todas las emociones que sentía, se potenciaban. Era como si me costara procesar tantas en tan poco tiempo… Tantos cambios en los últimos días… horas y ni hablar de los cambios que vendrán…. Que deberíamos hacer…
Hola!!! Cómo están? Acá les dejo el capítulo de hoy! Y por suerte el bebé está bien! Ahora a contarles a los más íntimos la gran noticia! ;)
Espero que les haya gustado y no se olviden que el sábado vuelvo a subir y después veremos cuando pueda subir otro ;)
Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)
Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que trataré de subir el Sábado :)
Me dije a mi mismo una vez, que no iba a volver a pedirle que vivamos juntos, por nuestra experiencia fallida. Que iba a tener que ser ella la que plantee volver a dar ese paso, cuando quisiera o sintiera que fuera necesario… Pero los últimos acontecimientos cambiaron por completo mis pensamientos, dejé mi orgullo de lado, y le manifesté mis intenciones.