sábado, 4 de enero de 2014

Capítulo 121



Capítulo 121


Pedro: ¡No entiendo, Nan! ¿Qué es lo que me querés decir? ¿Qué pasa? –Le pregunté no entendía nada y me dolía verlo así conmigo.

Hernán: ¿Qué pasa entre Zaira y vos? Y no me digas nada… -Me advirtió y ahora estaba doblemente confundido- Acabo de leer un mensaje que te mandó: “Tengo el lugar perfecto” ¿Perfecto para qué?- Se acercó a mí de manera amenazante.


Cuenta Paula…


    Acompañé a mi amiga hasta el baño. Apenas entramos comenzó a llorar desconsoladamente… nunca la había visto así y me partía en mil pedazos.


Paula: ¡Gorda! ¿Qué pasa? ¿Qué pasó con Hernán?-Le pregunté mientras se mojaba la cara, tratando de aliviar su estado.

Zaira: ¡Es que me cansé! No puedo creer que sea tan desconfiado… tan celoso-Me dijo con bronca y yo le acariciaba la espalda, tratando de relajarla.

Paula: ¿Pero te hizo algo? ¡No entiendo, Zai! Hace mucho que no hablamos y sentía que algo no estaba bien-La vi suspirar y tomar aire.

Zaira: Lo amo Pau y creo que no lo entiende… Se empecina en ver cosas que no son… ¡Qué no sé de dónde saca! Ahora mismo cuando veníamos bajé 5 minutos del auto y cuando volví había revisado mi teléfono…- De golpe recordé el mensaje que Pedro no quiso que leyera… ¿Será el mismo que Nan leyó? ¿Qué decía para ponerlo así?

Paula: ¿Qué vio en el teléfono? –La interrumpí y la cara de mi amiga se transformó… sentí un escalofrío recorrerme por completo… me vi obligada a retroceder.

Zaira: ¡Para, Pau! ¿Qué pasa? –Se repuso acercándose hasta mí.

Paula: Eso quiero saber… ¿Qué vio Hernán?- Le reclamé a mi amiga y me miró apenada.

Zaira: Uno que le mandé a Pedro… -me dijo mirándome a los ojos- Hernán está obsesionado pensando que me pasa algo con él…Una vez cometí el error de reclamarle algo comparándolo con Pedro… y desde ese día que está empecinado en pensar eso, es insoportable… no entiende- Me explicó pero no me conformaba.

Paula: ¿Qué decía el mensaje?- Insistí.

Zaira: Me está ayudando con algo…

Paula: ¡Ah! ¿Sí? –La interrumpí de nuevo- Él me dijo que eras vos la que lo estabas ayudando-Le dije aterrada y ella suspiró.

Zaira: ¡Es verdad! YO lo estoy ayudando… pero no puedo decirte… Amiga yo soy incapaz de hacerte algo así-Mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, parecía una pesadilla estar en esta situación con Zaira ¿Otra vez mi mejor amiga se había fijado en mi novio? No, no podía aceptarlo… Zaira no podía hacerme esto, y Pedro tampoco. Mi amiga se acercó hasta mí- Creeme Pochi, es una sorpresa para vos pero no puedo contarte, por favor… creeme.


   Sentí que mis piernas se aflojaban… Me sentía agotada… Los ojos de mi amiga no podían mentirme… Necesitaba creerle… creerles…


Cuenta Pedro…


   Me vi obligado a contarle todo a mi amigo. Se sentía apenado y me pidió disculpas. Pero peor se sentía por haberla tratado a Zai como lo hizo.


Hernán: ¡No lo puedo creer! ¡Soy un estúpido! Esta no me la va a perdonar- Me decía afligido.

Pedro: ¡Tenés que ser sincero con ella! Decile todo lo que te pasa, seguro te va a entender, ustedes se aman-Le aconsejé a mi amigo aunque no sabía si era bueno para eso.

Hernán: ¡No sé! Hace un montón que la vengo fastidiando con esto- Sonreí incómodo al pensar que mi amigo había pensado eso de nosotros. Pero los celos era algo difícil de manejar… lo sabía, y no era momento de reclamárselo ahora. Debía ir a arreglar las cosas con su novia.


Cuenta Paula…


    Después que Zai y yo hablamos y que casi me haya hecho jurarle que le creía, salimos del baño. Una vez que estuvimos fuera vimos que Pedro y Hernán venían hacía nosotras, al parecer nos estaban buscando. Hernán era totalmente otro al que llegó, se lo veía tranquilo y sea lo sea que haya hablado con Pedro, se podría decir que hasta apenado.


Hernán: ¡Zai! ¡Amor! ¡Hablemos por favor! –Se dirigió a mi amiga una vez que estuvimos frente a ellos. Pedro y yo nos miramos, y luego los miramos a ellos. Zaira simplemente aceptó la invitación de su novio y se alejaron juntos.


    Nos quedamos solos y no sabía que decirle, ni sabía cómo me sentía.


Pedro: ¿Estás bien? -Me preguntó preocupado.

Paula: ¡Sí! – Es lo único que pude decirle, si había algo, no era el lugar ni el momento.


    Me encaminé hasta donde estaban todos festejando, él camino atrás mío… Por suerte nadie parecía haber reparado en lo que pasó con nuestros amigos.


    No sé qué hora era pero yo ya quería irme. Zaira y Hernán ya se habían ido, parecían dos tórtolos enamorados, como si toda la discusión no hubiera existido. Yo, en cambio me ocupé de evitar toda la noche a mi novio, él seguía insistiendo en preguntarme si estaba bien y ya estaba fastidiado, lo notaba en su voz las últimas veces que se acercó a mí. Pero no me importaba, solo quería salir de ahí y llegar a mi casa… a mi cama, dormir… El habérseme cruzado solo por un segundo la imagen de Pedro Y Zai juntos me había agotado y ya no tenía ánimos de nada.

    Después de comunicarle a mi novio que quería irme, abandonamos el boliche. Caminamos en silencio hasta su auto y una vez que estuvimos adentro, atacó.


Pedro: ¿Ahora sí me vas a decir qué te pasa? –Me dijo tratando de sonar conciliador, mirándome a los ojos.

Paula: Llevame a mi casa, por favor…-Le dije tratando de esquivar sus ojos y lo oí suspirar.

Pedro: ¡No! No hasta que me digas qué te pasa ¿Estás así por lo de Nan y Zai? –Lo miré y no sabía qué responderle- ¿Por lo del mensaje?- Estaba enojado ¿En qué momento se dio vuelta todo esto?

Paula: Yo… mmm… sí… no sé- Sacudió su cabeza, frustrado y no sabía qué hacer no tenía ganas de pelear…

Pedro: ¡Lo sabía! No quería arruinarlo pero no me dejás opción-Me dijo mientras agarraba su teléfono- Te muestro el mensaje y te cuento todo y listo- Sentenció y me sentía una idiota ¡La sorpresa de la que me habló Zai! Estaba por arruinar todo con mis celos.

Paula: ¡No, No! –Le dije rechazando el teléfono que me estaba entregando.

Pedro: ¡Sí, Paula! Porque no confías en mí, ya no sirve…no tiene sentido- Me dijo con los ojos llenos de lágrimas y sentía que el alma se me caía al suelo.

Paula: ¡No, No es así! –Le dije en un grito ahogado, solo me miró y antes de seguir discutiendo bajó del auto.


   Me quedé ahí sentada dentro del auto. No sabía qué pensar ni qué hacer. Estaba segura que era como me dijo Zaira, una sorpresa… y yo la estaba arruinando… Me sentía una imbécil…

   Desde donde estaba lo vi sacar un cigarrillo y caminar cerca del auto… con el ceño fruncido… No serviría tratar de acercarme ahora y decidí esperar a que volviera al auto.

   Unos minutos después volvió y sin decirme nada arrancó el auto. No soportaba esto.


Paula: ¡Perdón! ¡No quería arruinarlo! –Suspiró sin sacar la vista del camino…


    Llegamos a mi departamento sin hablar y en vez de entrar directamente al garaje, estacionó en doble fila en frente del edificio. No podía dejar que se fuera así…


Paula: ¡Entremos y hablemos, por favor! –Le dije tratando de mantener la calma… tratando de convencerlo.

Pedro: Estás cansada… es mejor que vayas a dormir… -Me dijo serio sin mirarme y yo solo hacia fuerza para no llorar.

Paula: ¡Amor, Por favor! –Le dije con un hilo de voz, giró para mirarme después de minutos que no lo hacía, sus ojos brillaban…

Pedro: ¿Por qué, Pau? Podías haber pensado cualquier cosa pero tuviste que pensar lo peor de mí ¿Por qué? –Agaché mi mirada, no podía sostenerla con la suya, pero debía responderle con la verdad, volví a mirarlo y ya no me importaba dejar escapar mis lágrimas.

Paula: ¡No! No lo creí. Solo un segundo lo imaginé y me dolió tanto que no pude soportarlo…- Le confesé angustiada… él solo me miraba.


Cuenta Pedro…


    Me dolía creer que Paula desconfiaba a tal punto de mí y lo peor de todo es que no sabía si estaba enojado o si era una profunda decepción.

    Me negaba a creer que realmente pensaba que era capaz de hacerle algo así… Cuando pasó lo del mensaje en casa no le di importancia, porque vi que trataba de controlarlo, pensé que ya estaba todo claro… que estaba todo bien. Pero no sé qué pasó con Zaira. Supongo que le había tenido que contar por lo que pasó con Hernán. Pero no la sentía enojada con ellos, tampoco estuvieron mucho tiempo, se fueron juntos enseguida, como si nada hubiera pasado. Por lo visto a mi amigo le había ido bien. En cambio conmigo, Paula estuvo extraña toda la noche. Casi no me hablaba y no se separaba de Xime y Euge, me sentía mal y quería saber qué le pasaba y no me lo decía.

   Y ahora me confiesa todo así… entre lágrimas…


Paula: ¡No! No lo creí. Solo un segundo lo imaginé y me dolió tanto que no pude soportarlo…-De golpe todo enojo o decepción se habían esfumado. Odiaba verla así… llorando tan angustiada… Ella venía manejando tan bien sus celos y de golpe todo esto no se lo esperaba, la había tomado por sorpresa.


    Sus ojos no me mentían… realmente no lo creía pero habérselo imaginado le había hecho mal… la había desestabilizado y me dolía… tal vez no supe cuidarla…

     Saqué la baliza y encendí la luz de giro. Volanteé hacia la derecha en una milésima de segundo para entrar en el garaje del departamento de mi novia. No la miraba por estar atento a las maniobras pero sentía sus ojos verdes brillantes encima de mí, sorprendidos, confusos… Estacioné en mi lugar de siempre y apagué el auto y recién ahí giré para mirarla.


Pedro: ¡Te amo! Y a veces no sé de qué manera ni cómo más tengo que demostrártelo para que me creas… para que confíes en mí…

Paula: ¡No sos vos, soy yo el problema!- Me interrumpió y sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo. El corazón me dolía, no soportaba verla sentirse culpable, no podía dejar que piense así. Me acerqué hasta ella y sujeté su cara con mis manos y la miré a los ojos…

Pedro: No hay un vos o un yo, somos nosotros y esto lo tenemos que solucionar juntos, ¿Sí? –Asintió emocionada- ¡Estoy acá y no me pienso ir de tu lado, soy tuyo, nena- La vi sonreír.

Paula: ¿Me perdonás?- Me dijo bajito y solo asentí para conformarla, en realidad no me sentía enojado, ya no. Me acerqué despacio y ella acortó la distancia para besarnos.


    Al principio estaba tensa, pero poco a poco se fue relajando en mis brazos… a tal punto que no podíamos separar nuestros labios…nuestras manos estaban inquietas… nuestras respiraciones eran cada vez más agitadas… estábamos perdiendo el control y todavía teníamos un largo trayecto de ascensores y pasillos hasta llegar al departamento de mi novia… no podíamos esperar…

     Como si nuestros cuerpos y nuestras mentes estuvieran conectados, en un solo movimiento llegamos a la parte de atrás de mi auto.

     Ella se recostó y me ayudó a desprender mi camisa, sin separar un segundo nuestras bocas hambrientas. Luego me ayudó con mi pantalón y agradecía que el vestido que tenía fuera tan accesible. No podía esperar más y sin sacarle ninguna prenda… me dejé llevar… fundiéndome en ella.

     Nos amamos salvajemente, con una pasión que no sabíamos, ni queríamos controlar. Tal vez la pelea influenció en ello, pero necesitaba sentirla mía y que sienta que yo no podía ser de nadie más… Nuestros cuerpos lo entendían, lo sabían y se conocían… no hacían faltas más palabras, por ahora… Nuestros cuerpos hablaban por nosotros.




     Hola!!! Cómo están??? Acá les dejo el capítulo de hoy! Espero les haya gustado! Vieron que no hago maldades tan drásticas, no? Jajaja Claramente Pau tiene un problemita con los celos, pero la única manera que tienen para superarlos es juntos.


     Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)

     
     Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que trataré de subir el martes :)


    Mi índice de ansiedad estaba al límite. Superamos la primera semifinal y solo quedaba saber qué pareja se alzaría con la copa ganadora.

    La semana pasada fue una de las más intensas que me había tocado vivir en mi vida. El ritmo que nos llevaba a sostener el certamen era agobiante pero increíblemente grato. Ahora que trato de verlo más tranquila no podía creer todo lo que había hecho en tan poco tiempo.

6 comentarios:

  1. Hermoso este cap, pero Pau tendrá q empezar a mejorar con los celos. Cómo que vas a subir el próximo sábado Lau??? Y el martes y el jueves????

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sil! Sí va a tener que mejorar, él es muy paciente con ellos!!!
      Ya lo arreglé! menos mal q me avisaste! subo como siempre x ahora! Beso Sil!

      Eliminar
  2. Ay por favor como amo tu novela, me hice adicta jajajajajaj, me encanto Lau y si los celos hay que superarlos juntos, por algo son una pareja no? Como te dije una vez soy de las que ama las peleas, por el simple hecho de que hay reconciliaciones ;) Me encanto, besos ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay! gracias! adicta? es mucho! jajaja Que lindo que te haya gustado y sí, los celos son algo difícil de superar, y Pepe siempre la cuida con eso después de lo que pasó con Julieta, pero esto los tomó por sorpresa! pero finalmente las reconciliaciones son lo mejor! Beso!

      Eliminar
  3. me encanto,es entendible los celos aveces te llevan malas pasadas pau tendria que aprender a llevarlos.....ahora solo si vos queres en tu nove a mi me podes cumplir el sueño de que pau gane el bailando no te pido que te esplalles en el tema solo que salga como la ganadora o es mucho pedir jajaj, besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Iara! Sí, los celos a veces nos juegan una mala pasada y por más que ella trate de reprimirlos los hace evidentes! es algo en lo que tendrán q trabajar ;)
      Ya está escrito lo que me pedís!!! jajaja Beso!

      Eliminar