Capítulo 133
Zaira: ¡Van a ser papás! ¡Pau está embarazada! –Dijo casi gritando. Y yo solo asentí por detrás de mi amiga.
Hernán y Pedro se fundieron en un abrazo eterno…conmovedor. No sé qué cosas se decían porque Zai me hacía mil preguntas al mismo tiempo sin soltarme. Luego su novio pidió permiso, retándola de que se comporte, que si seguía con los gritos se iba a enterar todo el país. Mi amiga se quejó y le dio paso, liberándome para saludar al futuro padre que nos miraba riendo. Hernán me abrazó y me felicito, agradeciéndome sentidamente todo lo que había hecho por su amigo y no pude evitar emocionarme… Todas las emociones que se sentía se potenciaban. Era como si me costara procesar tantas en tan poco tiempo… Tantos cambios en los últimos días… horas y ni hablar de los cambios que vendrán…. Que deberíamos hacer.
Cuenta Pedro…
Día miércoles… A la noche era el cumpleaños de mi papá y debíamos viajar a Mármol. Me desperté temprano, antes que mi novia, que dormía profundamente en su cama.
Desde el lunes, que volvimos de la consulta con la doctora no me moví de acá… ni tenía intenciones de hacerlo. Era como si necesitara estar a cada momento al lado suyo, y más aún, cuando no se sentía bien.
No sabía cómo iba a hacer, cuando dentro de poco más de 1 semana se acabaran mis vacaciones… ¡Sí! Debía volver a trabajar. En Ideas ya estaban preparando el nuevo formato de humor del que formaría parte. La Cocina, que estuvo de vacaciones también volvería en un par de semanas, y toda la vorágine del Bailando dentro de unos meses. También tenía que volver a reunirme con los productores de Polka, como les había prometido.
De Ideas nos habían convocado a Paula y a mí, para que bailáramos juntos ¡Cómo se les habrá ocurrido! Nos lo plantearon antes de irnos de vacaciones, en una de las tantas reuniones que tuvimos, de manera informal, y nos parecía una locura… y ahora con Pau embarazada ¡Más todavía! No quería que mi novia bailara en su estado, y por suerte, estaba de acuerdo.
En lo que no estuvo de acuerdo y por lo que anoche dormimos peleados es por el lugar dónde viviríamos de ahora en más… Le había planteado que ya no quería que vivamos en casas separadas y en eso sí estuvo de acuerdo.
Me dije a mi mismo una vez que no iba a volver a pedirle que vivamos juntos, por nuestra experiencia fallida. Que iba a tener que ser ella la que plantee volver a dar ese paso, cuando quisiera o sintiera que fuera necesario… Pero los últimos acontecimientos cambiaron por completo mis pensamientos, dejé mi orgullo de lado, y le manifesté mis intenciones.
Paula: ¿Alquilar otra casa?- Me preguntó insegura, como si dijera una locura.
Pedro: ¡Sí! Y si nos gusta después la compramos- Le aclaré.
Paula: ¡Pero amor! Tu departamento está bien. El cuarto que tenés de más, lo podemos arreglar para el bebé…
Pedro: ¡Pero necesitamos más espacio! –No la dejé terminar de hablar- Mientras pongo ese en alquiler, así tenemos otro ingreso- Le dije convencido de que era lo mejor. Era algo de lo que venía pensando desde que nos enteramos de nuestro bebe, no entendía qué le parecía descabellado.
Paula: ¡Me gusta tu departamento!- Dijo firme.
Pedro: ¡A mí también! Pero podemos y vamos a necesitar algo más grande…
Paula: ¡No me parece! –Me dijo caprichosa, parecía empecinada en no dar el brazo a torcer… era frustrante.
Pedro: ¡No entiendo qué no te parece!-Le dije elevando la voz, más de lo necesario.
Note que sus ojos se llenaban de lágrimas y cuando quise arreglarlo, se acostó, tapándose con la sábana hasta la cabeza, dándome la espalda
Paula: ¡Hasta mañana! –Me dijo enojada sin dejarme hablar y creía que no tenía sentido seguir la conversación así. Me acosté y me di vuelta yo también.
Me levanté para darme una ducha. El aire no estaba andando bien y el calor había sido insoportable.
Cuando salí del baño, la encontré a Pau en la cocina, preparando el desayuno. No la había escuchado levantarse y no sabía con qué humor estaba, lo que sí sabía es que yo no quería discutir…
Pedro: ¡Buen día! -Le dije mientras acortaba la distancia despacio… con precaución.
Paula: ¡Buen día! –Me miró con una sonrisa, acercándose hasta mí, para dejar un beso en mis labios… que me dejó desencajado.
Pedro: ¿Cómo amaneciste? –Cuando caí en la realidad de nuevo.
Paula: ¡Muy bien! – Dejó lo que estaba haciendo otra vez y me miró- ¡Perdón por lo de anoche! Sé que me puse fastidiosa con el tema… -Me dijo sincera, ¡Que Pau reconozca eso era increíble!
Pedro: Yo también te tengo que pedir perdón por cómo te hablé- Le dije, mientras la abrazaba.
Paula: Me merezco una subida de tono de vez en cuando- Me guiñó el ojo, y sentía que no entendía nada, antes de que tratara de razonar siguió.
Pedro: Sé que querés lo mejor para nosotros y tenés razón, luego que nazca nuestro bebé vamos a necesitar más espacio y en tu casa solo tenemos un cuarto de más- Entró en razón.
Pedro: ¡Me alegra que hayas entendido! –La burlé y reímos, para terminar fundiéndonos en un beso.
Con Pau llegamos a un acuerdo. Se iría a vivir a mi departamento hasta que consiguiéramos un lugar apto para los 3. Ella rescindiría el contrato de su alquiler, y luego yo alquilaría el mío, una vez que nos mudásemos, para tener otro ingreso extra, como le había dicho.
Por suerte llegamos bien a Mármol, a la casa de papá. Paula había tomado unas gotitas que le recomendó la doctora para aliviar sus malestares, pero solo de vez en cuando, y nos pareció que iba a necesitarlos con las casi 3 horas de distancia. Y dieron resultado.
No regresaríamos a Capital esta misma noche. Una porque temía que sea mucho para mi novia. Paula no podría soportar 3 horas más de viaje con tan poca diferencia entre ellos. Y Otra porque mi papá insistió en que fuera así. Casi todos mis hermanos se quedaban. Salvo Lu y los suyos, que se irían a lo de tía, que vivía cerca, y seguro estarían presentes en el cumpleaños.
Llegamos casi últimos. Fede llegó 10 minutos después que nosotros. Apenas nos recibieron, y después de saludar a mi papá por su cumpleaños, nos empezaron a felicitar por nuestro compromiso. Ya habíamos hablado con todos ellos por teléfono, y estaban felices con la noticia. Luciana se había encargado de contárselos y las llamadas no habían dejado de llegar cuando estábamos, aun, en París. Pero el que más emocionado estaba con el tema era papá ,que casi no podía hablar y solo me dijo que estaba muy orgulloso de mí y que estaba seguro que con Pau formaríamos una hermosa familia. En ese momento estuve a nada de contarle sobre nuestro bebé, pero preferí esperar… Estaba seguro que su cara, cuando sepa que va a volver a ser abuelo, va a ser algo que no voy a olvidar por el resto de mi vida.
Todos estaban repartidos en distintas tareas. Aunque Pau temía descomponerse, se instaló en la cocina para ayudar a mis hermanas y mi tía. También estaba Inés, que ya parecía una más de la familia.
Mi papá, mi tío y mi hermano estaban en la parrilla y cuando estuvo todo listo, entramos al living. Los mosquitos y el calor eran insoportables afuera, el aire acondicionado era mucho mejor que estar al aire libre.
Mientras hablábamos todos juntos. Tanto para contarles sobre nuestro viaje y el compromiso, como para escuchar todas las novedades que había desde que nos fuimos, hace casi un mes.
Mientras hablábamos no podíamos evitar las sonrisas cómplices con Pau. No veíamos la hora de contárselos. Pero habíamos dicho que sería cuando mi papá soplara las velitas de su cumpleaños.
Mi papá estaba tan feliz rodeado de todos nosotros, pendiente de cada uno, queriendo hacernos sentir como en casa… ¡Si supiera que no necesita hacer nada! ¡Esta siempre será nuestra casa! También lo veía interactuar con Inés más fluidamente, sin esconder lo que sentían por miedo a los prejuicios, eso no existía. Mis hermanas me contaron que están más que bien, que están casi todos los días juntos y que papá está feliz con ella… es todo lo que necesito saber, si ella le hace bien ¡Bienvenida sea!
Poco antes de las 12 trajeron la torta y rodeamos a mi papá para cantarle el feliz cumpleaños.
Después que pidiera sus deseos y soplara las velitas, esperamos que lo saludaran todos. Por último tomé la mano de Pau para acercarnos a mi papá que sonreía contento.
Pedro: ¡Feliz Cumple, pa! –Le dije abrazándolo y dándole un beso.
Paula: ¡Feliz Cumple, suegro! –Le dijo Pau, ya emocionada.
Horacio: ¡Gracias, Hijos! – Nos dijo rodeándonos a ambos en sus brazos.
Pedro: Tenemos otro regalo para vos-Le dije separándome de él un poco.
Horacio: ¡Otro! Con el cuadro de París estoy feliz ¿Qué es?- Dijo ansioso y mi novia saco de su bolsillo un papel, abriéndolo delante de sus ojos, delante de todos…
En el papel habíamos puesto una de las fotitos de la ecografía de nuestro bebé y abajo escribimos “Feliz Cumple Abuelo”. Los ojos de mi papá se empezaron a llenar de lágrimas, a la vez que empezamos a escuchar el grito y los festejos de todos los que estaban mirándonos.
Horacio: ¿Voy a ser abuelo? –Dijo sin poder creer lo que veía.
Pedro: ¡Sí! ¡Vamos a ser papás! – Mi papá nos abrazó efusivamente.
Pau y yo también llorábamos emocionados. Después empezamos a sentir todos los abrazos y felicitaciones, sumándose. Mis hermanas lloraban a mares, Delfi y Fran pegaban saltitos alrededor nuestro, a la vez que nos hacían miles de preguntas, no solo ellos… todos.
Por último se acercó Inés, quién también se la veía conmovida y la abrazó a Pau, sentidamente, y luego a mí. Me dio un abrazo tan afectuoso… tan maternal. No porque quisiera ocupar ese lugar, sino porque estaba en su esencia. Y nos felicitó a ambos.
Mi familia había recibido la noticia tal cual lo imaginaba. No me arrepentía de haber esperado hasta ahora para tenerlos frente a frente al momento de contárselo. Ver la alegría y la emoción en sus caras, era algo inolvidable. Solo faltaba ella… Sí Ana estuviera acá… Suspiré. Pau tomó me mano para que la siguiera hasta el living, junto con mis hermanas. No era momento de tristezas… hoy era todo felicidad.
---------------
Con Pau, fuimos los últimos en ir a dormir. Mis tíos con Lu y los suyos, se habían ido hace rato y mis hermanos ya estaban instalados en sus antiguas habitaciones. Nos despedimos de mi papá e Inés, y subimos al que era mi cuarto.
Entramos y ni bien atravesamos la puerta, luego de cerrarla con llave, rodeé con mis brazos a mi novia.
Pedro: ¡Por fin solos! –Le dije besando su cuello y ella me detuvo en señal de alerta, entendiendo mis intenciones.
Paula: ¡Para, Pepe! ¡Están tus hermanos en las habitaciones del al lado! –Me reí y la miré confundido.
Pedro: ¿Y? –Le dije levantando mis hombros y ella me miró sin poder evitar reírse.
Paula: ¿Cómo, y? ¡Nos pueden escuchar! –Me dijo bajito y yo reí, volviendo al taque sin hacerle caso.
Pedro: ¡Si no hacés ruido, no tienen por qué enterarse! – Río e hizo fuerza para parecer enojada.
Paula: Pero… están todos acá…
Pedro: ¡Pau, sí están todos acá! Ya saben que sos mi novia. ¡Y saben cómo se hacen los bebés! ¿Qué tiene de malo? ¡Sos mi mujer!– Sonrió resignada.
Paula: ¡Me encanta escuchar eso último que dijiste! –Me dijo rodeando sus brazos en mi cuello y besándome apasionadamente.
A veces no entendía esos cambios repentinos en mi novia, pero no me importaba entenderlos. Supongo que será por el embarazo. Me encantaba.
Me concentré en sus caricias que me volvían loco, sus besos que me encendían. Y sin esperar ni un segundo más, la guíe hasta la cama.
Desde que sabíamos que Pau estaba embarazada me costaba saber con qué intensidad podíamos hacerlo, así que ella siempre era la que me marcaba el ritmo. No hacían falta las palabras para entendernos, nuestros cuerpos tenían un idioma propio, que nosotros mismos no podríamos expresarlos en palabras. Se conocían y se entendían a la perfección.
Me deshice de su remera y me detuve a acariciar suavemente sus pechos, que parecían crecer día a día. Eso la volvía loca, estaba cada vez más sensible con ellos. Ella se sacó su corpiño, a la vez que me ayudaba a mí con mi ropa. La urgencia de Pau me marcó que debía moverme más rápido, y si era eso lo que necesitaba, iba a ser así.
Una vez que estuvimos los 2 desnudos, me dediqué a acariciar y besar cada centímetro de su cuerpo… Venerándolo, no podía creer tener el honor de estar con ella así el resto de mi vida, y quería que cada momento sea como si fuera el último, que sea especial… Me detuve unos segundos en su panza y en besarla con ternura, a lo que respondió sonriendo, y luego viajé más al sur. Paula gemía con cada beso y caricia en esa parte. Parecía haber olvidado que debíamos ser silenciosos… y sonreí, creo que era demasiado y preferí callarla con besos…
La deseaba tanto que no podía esperar un segundo más. Poco a poco me fui hundiéndome en ella y perdí la noción de todo. Ya no era dueño de mi razón, nuestros cuerpos hacían el trabajo por si solos… Sus ojos brillaban llenos de pasión… de lujuria, como sabía que también estaban los míos.
Paula: ¡Pedro! -Gritó mi nombre mientras me enterraba aún más en ella una y otra vez, tan profundamente que estaba seguro de que iba a explotar con la intensidad del placer en cualquier momento... y se agarró a mí con fuerza, enredando sus piernas a mi cintura… Mientras seguía empujando en busca de su propio placer, llevándola conmigo hasta el final. Extasiados, agitados… y caí rendido sobre su pecho.
Paula: ¡Wow! –La escuché decir agitada y levanté mi cabeza, que estaba enterrada en su cuello, para mirarla- ¡Fue increíble! –Me dijo sonriendo.
Pedro: ¡Vos sos increíble! ¡Te amo! –Le dije mirándola a los ojos y luego dejé un beso en sus labios.
Paula: Y yo te amo… hasta la eternidad- Me dijo emocionada, y no me iba a cansar jamás de escucharla decírmelo.
Volvimos a besarnos… cada vez con más intensidad… Demostrándonos con nuestros cuerpos lo que gritaban nuestros corazones… Lo que querían nuestras almas…
Hola!!! Cómo están? Bueno, con este capítulo me despido hasta no sé, cuando. Espero que les haya gustado! =)
Como ya les avisé antes durante 3 semanas puede ser que no suba o subiré uno por semana. Yo aviso!
Te dedico este capítulo a vos Sil (@SilvinaAraceliR) que pediste que sea especial por tu cumple! Jajaja Feliz Cumple Sil! Te quiero mucho!
Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)
Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré en cuanto pueda! :)
Estaba segura que mi bebé estaba super seguro en mi panza, y yo iba a hacer todo lo necesario y más para que salga todo bien, pero a veces pasaban esas cosas que una no puede prever y eso me aterraba, no lo soportaría…
hermoso cap. la novela me encanta, que se lo hayas dedicado a Silvina, me parecio genial, sos re bna persona, besos re grandes te quiero mucho, espero el otro capitulo
ResponderEliminarGracias Norma! Y a mi me encanta que les guste lo que escribo! Lo hago con respeto y amor!
EliminarGracias por tus palabras siempre! Hasta el próximo!
por el adelanto algun sintoma paso bueno me encanto el cap te mando besos
ResponderEliminarHola Iara! tranqui! está todo bien! Beso!
EliminarTe juro Lau que se me cayeron las lágrimas con este cap y más emoción que me lo hayas dedicado. Lo lograste, escribiste un cap al estilo que a mi me encanta. Gracias Lau!!!!
ResponderEliminarHola Sil! Qué bueno que te haya gustado! sinceramente iba a cortarlo en el anuncio a la familia y listo, pero me pareció q tu pedido era lógico, uno x tu cumple y otra xq no sé cuando voy a volver a subir! jajaja Besote Sil! Espero q termines lindo tu día!
EliminarAyyy Lau qué lindo capítulo, cuántas emociones! sin duda la ausencia de Ana pesa, pero ellos dos están para ayudarse a superar las dificultades juntos, cómo lo hicieron hasta ahora...
ResponderEliminarEspero el próximo, cuando puedas obviamente, yo también voy a estar desconectada porque tengo que rendir un final así que va a ser complicado estar mucho por aquí...
Qué tengas unas lindas vacaciones merecidas y aprovechá a descansar!
Beso grande!!!
Hola Lu! Sí! muchas emociones! Muchos momentos de cambios y sí, las ausencias pesan, eso es inevitable...
EliminarTenés que rendir ya? Uf! A meterle pilas entonces! yo voy a ver si puedo terminar alguno par subir el jueves o viernes!
Jajaja descansar? Con mi marido en casa o yéndonos a cualquier lado lo que menos hago es descansar! :P
Beso enorme!