jueves, 6 de febrero de 2014

Capítulo 134



Capítulo 134


Cuenta Paula…


   Viernes. 2 días después del cumpleaños de Horacio. Me desperté temprano con una noticia que no esperaba, al menos no por ahora. Esta vez fue Luciana la que me avisó por teléfono que, en un programa de actualidad estaban dando la noticia de un embarazo, pero el nombre de los futuros padres aún era una incógnita. El tema era que todas las pistas nos llevaban a Pedro y a mí como los posibles progenitores.

   Lo desperté a mi novio, para contarle, y nos quedamos mirando el programa. Dos minutos antes de que finalice revelaron el misterio y con datos precisos: “De muy buena fuente me informaron que el día lunes, se vio a la pareja ingresar a un sanatorio para los controles de rutina prenatales…” “La pareja muy querida que serán papás, son nada más y nada menos que Paula Chaves y Pedro Alfonso” Finalizó dejándonos felicitaciones, Pedro y yo nos miramos.

   ¿Y ahora? No es que quisiera ocultar mi embarazo por algo en especial. Solo que quería esperar hasta cumplir los 3 meses para confirmárselo a la prensa… Hace unos meses atrás, una actriz muy famosa anunció su embarazo ni bien se enteró, plena y feliz… 2 semanas después, desafortunadamente, el embarazo fue interrumpido, había perdido a su bebé… Con todo el dolor que eso implica, la habían perseguido hasta el cansancio para hurgar en él, exponiéndola demasiado… Desde ese momento supe que era mejor esperar, por lo menos ese tiempo, Marisa me lo había recomendado también. Y aunque Pedro quería gritarlo a los 4 vientos, apoyaba mi decisión y sabía que era lo mejor, lo más conveniente.

   Estaba segura que mi bebé estaba super seguro y agarradito en mi panza, y yo iba a hacer todo lo necesario y más para que salga todo bien, pero a veces pasaban esas cosas que una no puede prever y eso me aterraba, no lo soportaría…


Pedro: ¿Y ahora? –Me dijo mi novio preocupado.

Paula: Y ahora vamos a tener que desmentirlo, encontrar la manera para que nos respeten la decisión que tomamos- Solo llevaba poco más de 7 semanas y quería esperar hasta los 3 meses, serían 5 semanas esquivando a la prensa y entre mejor disipemos sus dudas, mejor.

Pedro: ¡Va a ser difícil! – Protestó.

Paula: ¡Hacelo por mí! ¡Va a ser lo mejor… ya lo hablamos! –Asintió, no muy convencido.

Pedro: Lo voy a hacer… Aunque no me gusta negar a mi hijo… -Remató con un golpe bajo.

Paula: ¡Lo sé amor! Sé que querés como yo gritar que vamos a ser papás, pero esperemos un poquito ¿Sí?-Lo abracé fuerte para sentarme en su regazo y lo besé…

Pedro: ¡No utilices tus armas para convencerme! ¡Ya te dije que sí! –Me dijo divertido y yo reí entre sus labios.

Paula: ¡No sé de qué hablás! Yo solo necesito mimos- Volví a sus labios, para dejarnos llevar, como siempre, por la pasión, que últimamente, se hacía incontrolable en mí.


   Tener a mi novio las 24 horas del día era una perdición. Iba a extrañarlo horrores cuando empezáramos a trabajar, dentro de 1 semana. Pero estos días habíamos salido de la cama muy poco, no precisamente la usábamos para dormir. Aunque tampoco lo hacíamos siempre en la cama… Y sabía que iba a extrañar eso. ¿Será por el embarazo? No lo sabía, así como no sabía si mis cambios constantes de humor, mi emoción extrema, también se debían a la revolución de mis hormonas.

    Nos vimos interrumpidos por nuestros teléfonos empezaron a sonar. Los que ya sabían para avisarnos lo que ya sabíamos, como Gege y Sochi,  quienes ya habían venido a visitarme, y los que no, para confirmar si lo que decían era cierto. Sabíamos a quién se lo confirmaríamos y a quién no, incluso periodistas. Ya que sabíamos de ante mano, quienes serían capaces de guardarnos el secreto y quienes solo querían dar la confirmación. Así que relajados solo decíamos que por ahora no, que solo había ido a hacerme unos controles de rutina normales y que Pedro solo me había acompañado.




   Pasamos varios días de acecho de la prensa en la puerta de mi edificio. Con Pedro habíamos decido que me mudaría la próxima semana. Ya había hablado con mi locador para rescindir mi contrato y debía entregarle las llaves el viernes o sábado. Así que nos dispusimos a empacar para llevar todo a la casa de Pedro, la que compartiríamos hasta que consiguiésemos algún lugar de los 2.

   Al principio me costó entender, era como si me hubiese empecinado en quedarnos solo en lo de Pepe, pero luego entendí que era lo mejor, y ahora no hacía más que pensar en dónde y cómo sería ese lugar, donde recibiríamos a nuestro bebé, en donde debutaríamos como familia.

    El tema de la mudanza no iba a ser más que reforzar la teoría que tenían de mi embarazo. Que a pesar de haberlo negado, tanto Pedro, aunque no tan convincentemente, como yo, seguían empecinados en sostener. Aparte todos veían cambios en mi fisonomía de golpe… Yo los había notado también y no tenía manera de disimularlos. Mi cuerpo estaba cambiando, ya no había pantalones que me cierren, ¡Había comenzado a usar los de Pedro! Solo llevaba 2 meses de embarazo y ya había aumentado como 5 kilos. Estaba mucho más voluptuosa también, cosa que no me molestaba en absoluto, pero que levantaba sospechas.

    Pero a pesar de lo que pudieran seguir confirmándolo, no nos importó, la mudanza ya estaba en pie. Aparte si no nos mudáramos ahora más adelante sería más difícil cuando empezáramos a trabajar. Con mis representantes de Multitalent ya había hablado para darles la noticia hace rato, y les dije que quería seguir trabajando mientras pueda. Sin dudas el embarazo no sería una traba para ellos. No veían la hora de que confirme mi embarazo, desde que se corrió el rumor llovían propuestas para desfiles o campañas de embarazadas, que estaba segura que finalmente terminaría haciendo.

   Por ahora trataría de no desentonar con el resto de las modelos en los desfiles que tenía pautado. Mis medidas habían cambiado, pero yo estaba feliz.



Cuenta Pedro…

Viernes. 1 semana después…



   En plena mudanza de Pau a mi casa… nuestra casa hasta que encontráramos una acorde con lo que andábamos buscando. Esta semana nos ocupamos de empacar todas sus cosas, algunas irían a parar a lo de Zaira, ya que ella nos ofreció espacio para ello. Mi casa iba a quedar chica, y más con los muebles que mi novia había adquirido este último tiempo. En nuestra próxima casa habría lugar de sobra, de eso estaba seguro.

   Zaira y Hernán nos ayudaron con la mudanza. Al principio Pau no quería que pidiésemos ayuda, porque no lo creía necesario. Pero cuando vio que era mucho desistió de su idea. Le había advertido que no quería que esté levantando cajas o moviendo muebles, que para eso íbamos a estar nosotros. A Zaira y a Hernán ni teníamos que pedírselo 2 veces, ellos tampoco iban a dejar que esté haciendo más fuerza de lo debido.

    Finalmente, Pau se tomó la advertencia en serio porque lo único que escuchábamos de su boca era “Pongan eso acá”, “Cuidado que se rompe” “Esto allá” y todo tipo de órdenes.

   Antes del último viaje, entregó las llaves y se despidió del lugar que la alojó durante meses, para luego, darle la bienvenida en mi hogar, el que sería nuestro temporalmente…


Pedro: ¡Llegamos! ¡Bienvenida!-Le dije mientras dejaba en el suelo la última tanda de cajas.


    Hernán y Zaira ya se habían ido. Era tarde y no tenía sentido que se queden. La había convencido a Pau que ordenaríamos mañana. Ya había andado mucho, y la había visto cansada. Era mejor que se acueste.


Paula: ¡Me decís cómo si nunca hubiese venido! –Me dijo sonriendo y yo me acerqué para dejar un beso en sus labios y luego me agaché para dejar otro en su panza, que no veía la hora que empiece a crecer.

Pedro: ¡Lo sé! –Levanté mi mirada y podía notar cómo se emocionaba con lo que había hecho, y no es que no le dedicara tiempo a su panza, es que parecía que no podía acostumbrase nunca… siempre reaccionaba igual- ¡Solo que estoy feliz que estés... que estén acá conmigo!

Paula: ¡Siempre! ¡No lo dudes! –Me abrazó fuerte, con una sonrisa única, y ese brillo en sus ojos que me decían tanto- ¡No me pienso separar nunca más de tu lado!

Pedro: ¿No? ¿Estás segura?- Le dije besando su cuello, y la escuché reír.

Paula: ¡Muy!- Me separé conforme con lo que había escuchado y dejé un rápido beso en sus labios, sin hacerle caso a mis bajos instintos que empezaban a despertarse. Mi novia debía descansar.

Pedro: ¡Muy bien! Pero ahora te vas a acostar. Pedimos algo para comer y…

Paula: ¿Qué? ¿Y todo este lío?-Mirando el desastre que era mi living, a lo que suspiré frustrado.

Pedro: Mañana ordenamos ¡Me lo prometiste! Sé que estás cansada…

Paula: ¿De qué? Si con nuestros amigos no me dejaron hacer nada-me interrumpió.

Pedro: ¡Pero estuviste todo el día parada, yendo y viniendo! ¿Te parece poco? –Le dije indignado.

Paula: ¡Pedro, estoy embarazada, no enferma! –Me dijo parándose enfrente de mí a la defensiva.

Pedro: ¡Yo no dije eso! – Y sentía que iba a ser otra batalla en la que no tendría armas con qué pelear…

Paula: ¡Pero me hacés sentir una inútil! Te acepté lo de que los chicos vengan ayudarnos pero ahora no me voy a ir a dormir con todo este desastre.- Me dijo firme y yo la dejé hablando sola.


    Salí al balcón. Necesitaba fumar y tomar aire a la vez. No podía entender cómo de un minuto al otro todo se había dado vuelta… Giré mi cabeza para mirar el interior de la casa y la vi desempacar unas cosas, parecía que estaba llorando y sentí un nudo en el estómago. Tal vez tenía razón, por ahí la estaba agobiando con mis cuidados… Y es que no me perdonaría que le pase algo a ella o a nuestro bebé con cosas que pueden evitarse… Tenía que aprender a negociar si quería que las cosas funcionaran bien.



    Hola! Cómo están? Y acá vuelvo por un ratito! Les prometí, aunque sea, un capítulo por semana y cumplo. Y sí, son normales estos roces en el embarazo. Pedro siempre fue muy sobreprotector con Pau, y ahora está potenciado. Encima Pau con las hormonas revolucionadas ¡Qué combo!


    Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)


    Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré en cuanto pueda! :)


Pedro: ¡Amor! ¿Estás bien? – Levantó su cabeza sin mirarme, a la vez que tiró de la cadena para levantarse y lavarse la cara. No me decía nada y me sentía culpable por ponerla así… Se sentía bien antes de que discutiéramos.

6 comentarios:

  1. Que bueno que subiste! Que capítulo! Enfrentar y evadir a la prensa con "la" noticia, mudarse... pense q se venia una peleita xq Pau estaba muy mandona pero no! Creo que son roces que pasan y tienen que aprender a aflojar un poco cada uno: PP con la sobreprotección y Pau aflojar con algunas cosas que puede hacer pero no debería. Igual me imagino en su situación, que no este todo ordenado y me agarra un ataque jaja, viste como somos!
    Espero x el próximo!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lau! Sí, un capítulo con varias cositas! El manejo con la prensa, la mudanza y los roces!
      Ambos tienen que adaptarse a los cambios y manejar un poco mejor la ansiedad! Y sí, lo de la peleíta es un reflejo de la vida misma! jaja sí, somos inchas a veces! hay que admitirlo, y el embarazo lo potencia!
      Besote lau! Hasta el próximo!

      Eliminar
  2. y va a tener que llevar el tema del emarazo asi es un combo complicado pero de seguro lo superan el amor todo lo pueda pepe va a tener que aprender a no sobre protegerla mucho... me encanto te mando besos espero el siguiente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Iara! Sí! complicadito, pero van a tener que aprender a sobrellevarla juntos! Son muchos cambios y quedan muchos meses por delante!
      Beso!

      Eliminar