jueves, 20 de febrero de 2014

Capítulo 136



Capítulo 136


Paula: ¿Qué hacés acá? ¿No tenías turno con el psicólogo?-Me preguntó queriendo disimular lo obvio.

Pedro: ¡Cancelé! Algo me dijo que debía estar acá… no me equivoqué… -Le dije sin pensar- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? – Dejó caer unas lágrimas y sonrió forzada.

Paula: ¡Gracias! Solo que…- Agachó su mirada y yo lo hice también para ver lo ella miraba, lo que tenía en sus manos… Eran fotos de sus papás, varias, que ya me había mostrado antes… Varias de ellos con Pau de chiquita, otras de ellos solos y otras de su madre. El parecido que tenía con Pau era impresionante, hasta para ella.

Pedro: ¡Amor! ¡Ellos siempre están con vos! –Traté de calmarla, pero produciendo todo lo contrario…

Paula: ¡Quiero creer en eso! Pero es que… -Tomó aire para poder seguir-¿Cómo voy a ser para ser una buena madre cuando yo apenas recuerdo a la mía?-Me dijo ahogada en su llanto. Me acerqué para volver a abrazarla. Me partía el corazón verla tan angustiada, por algo que no se puede cambiar y que desafortunadamente pesa demasiado…

Pedro: Pau, vas a ser la mejor mamá del mundo, lo sé.-Se separó de mí para mirarme y yo me senté al lado de ella, en la cama- Sé que vas a encontrar… vamos a encontrar la manera para cuidar de nuestro hijo… ¡Nadie nace sabiendo! Y él también tiene que aprender a ser nuestro hijo, ¡No va a conocer otros papás! va a tener que aceptarnos con nuestros aciertos y nuestros errores- La vi sonreír un poco- Aparte, siempre que tengamos dudas podemos preguntar… todos los que fueron papás deben haber pasado por esto. Que no tengas a la tuya no te va a hacer peor mamá. ¡Sacate eso de la cabeza!

Paula: ¡Tenés razón! Solo que… no es que no haya tenido ejemplos. Mi tía era un amor conmigo, pero siempre supe que era mi tía, el lugar de mi mamá no lo ocupó nunca nadie y siento que ahora me va a hacer falta como nunca antes sentí- Entendí, asintiendo mientras le secaba la catarata de lágrimas que caían insistentemente… ¿Y qué podía decirle? ¡Yo sabía que era así! Lo había vivido en carne propia… Solo volví a abrazarla…


    Está vez se recostó en mi pecho, obligándome a que me acomode más en la cama.

    Nos quedamos así durante minutos, mientras yo la acariciaba sentía que su respiración se iba relajando, se estaba calmando de a poco. Bajé mi mano que estaba acariciando su pelo, insistentemente, como sabía que amaba que hiciera, para posarla luego sobre su panza… Cuando note algo… No lo podía creer…


Pedro: ¡Pau! –Le dije eufórico.

Paula: ¿Qué? ¿Qué pasa?- Tratando de reaccionar y salir del trance que la estaba llevando al sueño.

Pedro: ¡Mirá! –Volví a posar mi mano, y hacerle notar de que nuestro hijo estaba creciendo. La pancita, antes chata de mi novia, ahora formaba una pequeña montañita. Ella posó su mano también y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas… ya no de tristeza, sino de emoción.

Paula: ¡Es cierto! – Sonrió y me dio un beso.

Pedro: Creo que eligió el momento para de decirte que está bien, que confía en vos, haciéndose notar- Suspiró y asintió.

Paula: ¡Lo amo tanto! ¡Los amo tanto! –Se corrigió, volviendo a acostarse como estaba antes, pero ahora tan feliz.

Pedro: ¡Y yo los amo a ustedes! ¡Son mi vida! – Dejé un beso en su cabeza, mientras ambos acariciábamos a nuestro hijo.



   No Había visto la hora de que la pancita de Pau empiece a crecer, que empiece a notarse. Y había elegido este momento, cuando Pau más lo necesitaba… Mi hijo o hija seguro sería muy especial y estaba seguro también, que vendría a cambiar nuestro mundo, a ser el bálsamo para superar todos nuestros malos momentos. No sé si seremos los mejores padres del mundo, pero sí que seremos los mejores padres que podremos ser para él…


Cuenta Paula…


   Había amanecido mucho mejor. La charla con Pepe me había hecho bien, exteriorizar mis miedos había sido un descargo, pero sobre todo ver mi panza crecer era incomparable con nada.

    No podía evitar pararme cada 5 minutos enfrente del espejo para verme, ¡sí! ¡Se notaba! Tanto soñar este momento y estaba ahí, creciendo día a día, enfrente de mis ojos. Tendría que empezar a usar ropa más suelta cuando salga a la calle, por lo menos, estas 2 semanas. Hasta que se cumplieran los 3 meses, y que Marisa vuelva a verme.

   Pedro se había ido temprano a Ideas para preparar los últimos detalles para la Cocina que empezaría este sábado. No quería ir y dejarme sola, pero no podía faltar, así que lo obligué a irse aduciendo que ya me sentía bien, que no tenía de qué preocuparse. Zaira estaba en esa reunión, obviamente, ya que volvería a conducir el ciclo con Mariano, “Equipo ganador no se cambia” dijeron desde producción.

   Gege había quedado en venir, pero tuvimos que dejarlo para otro día porque estaba con fiebre y, sea lo que pueda llegar a tener, no quería contagiarme y Sochi estaba trabajando. Así que parecía que iba a pasar otro día de reposo sola, con mi bebé.

   Me costaba mucho hacer reposo, más cuando me sentía bien, pero sabía que era lo que debía hacer, así que me levantaba lo justo y necesario para mantener la casa en orden. Por suerte, Pedro estaba bastante colaborador con los quehaceres domésticos, y también se encargaba de las compras. Yo, cuando podía cocinaba, o, casi siempre, recurríamos al Delivery. Porque mis náuseas a veces me impedían ingresar a la cocina de noche.

   Cuando me decidía en qué desayunar, ya que iba a esperar a Gege para hacerlo y ahora debía decidir sola, empezó a sonar mi celular…


Paula: ¡Hola! ¡Inés!- Saludé al ver quién era.

Inés: ¡Hola, Pau! ¿Cómo estás?- Me dijo con su voz dulce como siempre.

Paula: ¡Bien por suerte!

Inés: ¡Me alegro! Sabés que estoy a unas cuadras de tu departamento, quería saber si podía pasar a visitarte- Días atrás habían venido a verme con Horacio, y fue cuando conoció mi nuevo domicilio.

Paula: ¡Por supuesto! ¡Estoy sola! –Le dije.

Inés: ¡Bueno! Paso por una confitería y desayunamos juntas- Después de despedirla, solo por unos minutos, fui hasta el cuarto para ponerme algo decente para recibirla.


   Minutos después el portero me dio aviso de su llegada y la hice subir. Atenta, como es ella, me entregó el paquete con lo que sea que haya traído de la confitería y que moría por devorar. Sí, mi ansiedad con la comida era terrible, y más a estas horas. Me abrazó como siempre, como si el tiempo y la vida no hayan hecho nada con nosotras.

   Nos sentamos a desayunar juntas y entre té y té… sí, ella era una de las pocas personas con las que compartía mi gusto especial por esas infusiones. Hablábamos de todos los acontecimientos en nuestras vidas. Horacio y ella estaban cada vez más afianzados, consolidados… y me alegraba verla feliz, se lo merecía después de tanto sufrimiento.


Inés: ¿Y cómo estás con el embarazo? –Me preguntó dedicándome una mirada tierna.

Paula: ¡Bien! ¡Mirá! –Me paré para enseñarle mi insipiente panza y sonrió emocionada…- ¿Estás bien?-Me volví a sentar a su lado.

Inés: ¡Sí! Perdón, solo que me encanta verte así, con esa pancita… -Suspiró tomando aire. -Solo que me cuesta no imaginarme cómo hubiese sido todo si tantas cosas no hubiesen pasado… - Y entendí su dolor, la pérdida de Julián, ella nunca sería abuela de un hijo suyo, y tal vez me imaginó, alguna vez, siendo la madre de él.

Paula: ¡Inés! Yo…

Inés: ¡Perdón! No tengo derecho a traerlo acá, vos amás a Pedro y me hace feliz saber eso, verte así-Me dijo tomando mis manos y mirándome con sus ojos celestes que no mentían- Pau, yo quiero que sepas que siempre, fuiste como una hija para mi… que me encantaría formar parte de tu vida como esa madre que tuviste la desgracia de perder tan chiquita- Sentí que mi corazón dio un vuelco, esas palabras saliendo de su boca, justo ayer yo estaba en busca de esa imagen que ella hoy me ofrecía, esa de madre que perdí tan pronto…

Paula: ¡Me encantaría! –Solo pude decir porque mis lágrimas empezaron a salir, como las suyas, al momento que sus brazos me rodearon, conteniéndome.


   Le conté a Inés lo que me había pasado anoche… mis miedos al no tener un referente de madre y lo que me dolía no recordar la mía.


Inés: ¡Pau! ¡Son tan entendibles tus miedos! Yo sé que vos vas a poner todo de vos para ser una excelente mamá… y si necesitas consejos, o que te ayude o que venga como hoy a hacerte compañía no dudes en llamarme porque voy a dejar todo para estar con vos- Sonreí sabiendo que sería así.

Paula: ¡No sabés lo bien que me hace que estés acá! ¡Era lo que necesitaba! – Volvió a sonreír y luego me dijo.

Inés: ¿Sabés qué hacía por acá? –Negué con mi cabeza- Vine a traer un cuadro de Ana que Horacio tenía guardado y necesitaba restaurar. Me ofrecí a hacerlo, ya que es hermoso y necesita estar colgado, a la vista de todos. A unas cuadras hay un lugar en el que trabajan muy bien, así que…

Paula: ¡Ana! –Ella asintió emocionada.

Inés: ¡Exacto! Se ve que sigue empecinada en marcarnos los caminos…



   Pasamos toda la mañana hablando con Inés. No había cosa que no le haya preguntado, sobre el embarazo, el parto, y si bien habían pasado muchos años en los que ella fue mamá, hablaba como si fuera que fue ayer. Amaba escucharla y me transmitía seguridad y confianza.

   Ya al mediodía escuchamos las llaves en mi puerta, y acto seguido, lo veo a mi novio entrar con una bolsa en la mano.



Pedro: ¡Sorpresa! –Nos vio a las dos y sonrió acercándose a saludarnos a ambas con un beso- ¡Pensé que estabas sola! Como me dijiste que Gege no venía, me escapé para hacerte compañía y traje empanadas del bar de Ideas- Me dijo levantando la bolsa que llevaba en la mano.

Inés: ¡Bueno! Yo los dejo…

Pedro: ¿Qué? ¡No! ¡Quedate Inés!- Lo miré a mi novio asintiendo lo que decía.

Paula: ¡Obvio! ¡Quedate a almorzar con nosotros! – Inés dudo hasta que terminó aflojando.

Inés: ¡Bueno! Pero yo me encargo del postre…- Me miró divertida y me guiñó el ojo- ¿Helado?

Paula: ¡Sí! –Festejé.

Pedro: ¡Bueno! ¡Bueno! ¿Ya de temprano la abuela va a malcriar al nieto?- Los ojos de Inés se volvieron a llenar de lágrimas mirando a Pepe, al igual que los míos.

Inés: ¿Abuela? -Le preguntó a mi novio con un hilo de voz.

Pedro: ¡Sí! ¡Abuela! ¿O no te pensabas hacer cargo? –La voz de mi novio para decir al pasar algo tan importante, la emoción en los ojos de Inés, hacían que me sintiera enormemente feliz. Ella simplemente se acercó y lo abrazó.

Inés: ¡Gracias! ¡Voy a ser la mejor abuela que tu hijo pueda tener! –Los ojos de Pedro también brillaban y por más que quería disimularlo, él también estaba afectado con la situación.

    Me acerqué hasta los dos, uniéndome al abrazo.

Paula: ¡No me dejen afuera! –Y los 3 reímos abrazados.



   Hasta ayer iba a tener un hijo sin una abuela presente y hoy habíamos conseguido una, que sin dudas, sabría muy bien cómo hacer ese papel. Que estaría para nuestro hijo incondicional e ilimitadamente. Que lo malcriaría, sin dudas, como toda abuela… Pero que por sobre todas las cosas lo amaría como el nieto que es y será. Su emoción nos transmitía eso, y que Pedro la acepte así, me emocionaba doblemente.






   Hola! Cómo están? Acá cumpliendo con el capítulo de esta semana. A partir de la siguiente trataré de retomar el ritmo de siempre! Espero que les haya gustado! :)

    Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)

    Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré en cuanto pueda! :)





    Su pancita se hacía notar cada día un poquito más y estábamos embobados con ella. Era como si tuviera un imán con nuestras manos, ya que cuando estábamos juntos no podíamos hacer otra cosa que acariciarla. La emoción en los ojos de Pau cuando lo hacíamos era mi mejor momento del día…

8 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyyyy, Lau, qué tierno este cap. Cada día mejor tu novela. Y no veo la hora de que llegue la semana q viene así puedo leer los 3 caps x semana (martes, jueves y sábados).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sil! Gracias q bueno q te haya gustado! Y me encanta la presión q me metés! te aviso q arranco seguro el jueves recién, tengo el finde complicado y el comienzo de semana también. Hasta q me ponga al día! después sí los 3 semanales!

      Eliminar
  2. Hola Lau: Mas que lindo este capitulo! Tenias razón!
    Me encanta que Ines sea la abuela del bb, a veces no es necesario que sea de sangre, los parientes del corazón también pueden dar todo su amor y que sea un relación divina!
    Faltan 2 semanas para que se lo cuenten a todo el mundo y compartan su alegría con todos, ya quiero ese capítulo! Seguramente va a ser hermoso!
    Cuando vos puedas subir mas seguido, yo no se si voy a poder leerte, sino se me acumularan y los leere todos juntos!! :)
    Que lindo que disfruten de cada momento del embarazo!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lau! viste venía tierno el capítulo! ;)
      Es verdad a veces los parientes del corazón pueden dar mucho amor también, y más cuando se necesitan llenar tantos huecos!
      Sí! Faltan 2 semanas pero lo leerán en el siguiente! jajaja
      Dale cuando puedas te ponés al día!
      Besote Lau!

      Eliminar
  3. que capitulo tan tierno me encanto me emocione mucho, la verdad que es dificil afrontar ese papel de mama , mi mama siempre dice cuandodo nos reta y alguien se quiere meter le dice cuando seas madre vas a entender porque lo hago y mismo a mi cuando me enojo por cosas que no me deja hace me dice eso, y la verdad que este capitulo me gusto porque ese sentimiento de no tener a tu mama o papa alado es como un vacio... bueno yo punlicaria un testamento pero no lo voy a hacer te mando besos y espero el siguiente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Iara! Sí. No les mentía cuando les decía que Inés iba a ser muy importante en la vida de ellos... este vínculo recién empieza , y sin dudas ella va venir ocupando un lugar q está vacío y se siente en los dos!
      Entiendo cada cosa q dijiste porq yo ya pasé por tu edad y sentía así. Pero las madres son fundamentales en toda edad, te lo puedo asegurar! ;) Aunq a veces sean inchas, siempre quieren lo mejor para sus hijos! Ahora te lo digo porq yo soy madre de una hija adolescente y lo veo de ese modo
      Te mando un beso enorme!

      Eliminar
  4. Ayy Lau cuántas cosas!!
    Primero perdón por mi desaparición, pero sabías que estuve estudiando a full y después me tomé unos días lejos de la compu... casi ni la toqué..
    No puedo creer todas estas emociones!! Qué bueno que se hayan mudado ya, creo que los va a afianzar mucho y van a tener la confianza y el ritmo exacto para cuando nazca el/la peque... Hermosos los capítulos, sobre todo el último! cuánta emoción! al fin y al cabo si, Inés ocupó un rol imprescindible en la adolescencia de Pau, y ahora estando con Horacio también es muy importante en todo momento... Ojalá las cosas sigan bien!
    y qué bueno que hayan manejado con tranquilidad lo de la prensa.. cuanto más relajados mejor para ellos!
    Hermosos los tres capítulos! prometo no colgar más con la lectura porque la verdad que extrañé leerte!!
    Beso grandeee!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lu!
      No pidas perdón nena, sé que estabas a mil con los estudios, lo bueno es q puedas ponerte al día!
      Pasaron muchas cosas: mudanza, emociones, manejos con la prensa y el nuevo rol de Inés. Q como le dije antes a Iara, va a venir ocupando un lugar muy importante en la historia que estaba vacío.
      Lo de la prensa lo van a informar en el siguiente, que trataré de subir en la semana. Estoy complicadísima estos días!
      Besote Lu! Y espero que todo salga bien con tus exámenes!

      Eliminar