martes, 25 de febrero de 2014

Capítulo 137



Capítulo 137



    Hasta ayer iba a tener un hijo sin una abuela presente y hoy habíamos conseguido una, que sin dudas, sabría muy bien cómo hacer ese papel. Que estaría para nuestro hijo incondicional e ilimitadamente. Que lo malcriaría, sin dudas, como toda abuela… Pero que por sobre todas las cosas lo amaría como el nieto que es y será. Su emoción nos transmitía eso, y que Pedro la acepte así, me emocionaba doblemente.



Cuenta Pedro…

2 semanas después…



    La semana 12, los 3 meses cumplidos. Y acá estamos esperando a Marisa para que nos atienda.

    Durante estas 2 semanas Paula se sintió mucho mejor. Hace una semana atrás empezó a trabajar de nuevo. Por suerte sus malestares la dejaban hacerlo, ya que solo eran a la noche, durante el día la llevaba bastante bien, a pesar de los días de calor.

    Su pancita se hacía notar cada día un poquito más y estábamos embobados con ella. Era como si tuviera un imán con nuestras manos, ya que cuando estábamos juntos no podíamos hacer otra cosa que acariciarla. La emoción en los ojos de Pau cuando lo hacíamos era mi mejor momento del día… Lamentablemente, el trabajo me robaba muchas horas del día que podía estar con ella, y lo padecía. Caí en cuenta que desde que volvimos de Europa con semejante cambio en nuestras vidas, se acabaron las reuniones de amigos y las juntadas de antes. Algunos me pasaban facturas, pero entendían mi situación. Ya que todos sabían la verdadera razón que me alejaba de todo.

   Pau tuvo que lidiar toda esta semana con la prensa que seguía insistiendo en sacar más información sobre, hasta ahora, “supuesto embarazo”, pero ya se había hecho experta en evadir el tema, en cambio a mí me costaba más… más aun cuando tenía que soportar las 6 horas de La Cocina con Mariano, que me buscaba todo el tiempo para que pise el palito. O algún otro móvil con Josema y Denisse, con mis amigos era aún más difícil que con otros periodistas que venían por lo mismo. Por eso no veía la hora de que se cumpla este plazo, saber que está todo bien y gritarlo a los 4 vientos.



   Entramos al consultorio, como tantas veces antes. Después de revisarla, Marisa nos dijo que estaba todo bien. El embarazo seguía su curso normalmente. Y, como hacía siempre mi novia, la atacó con preguntas que parecía haber estudiado anteriormente como si fuera un guión. Después de escuchar las repuestas y otras indicaciones de la doctora salimos, contentos para nuestra casa, hoy había pedido el resto del día libre, ya que había estado trabajando toda la mañana.



Paula: ¡Estoy tan feliz! –Me dijo mi novia, ni bien pusimos un pie en nuestro departamento. Me acerqué y la abracé fuerte.

Pedro: ¡Yo también! –Le dije dejando un beso en sus labios y me agaché a la altura de su panza- ¡Ya voy a poder decirle a todo el mundo que voy a ser tu papá! –Le hablé a mi hijo, dejándole un beso. Levanté mi cabeza para ver a Pau emocionada.

Paula: ¡Ay, gordo! ¡Me matás de amor cuando hacés eso! – Sonreí y volví a levantarme para estar a su altura y abrazarla de nuevo.

Pedro: ¡Ustedes me llenan de amor! –Tomé una de sus manos, la que llevaba el anillo de compromiso y la besé- ¡Me hacen inmensamente feliz, como jamás imaginé que podría ser!- Los ojos de Pau se envolvieron en lágrimas, para fundirnos luego en un abrazo, sequé las lágrimas que empezaban a recorrer un camino por su mejilla y nos besamos.



     ¿Podía ser más feliz? ¿Estaré preparado para eso? Ahora mismo siento que no me entra tanto amor en el pecho y… ¿Cuándo vea a mi hijo? Tal vez mi médico tenía razón, ¿Estaré preparado para todos esos cambios? ¿Tenía que descubrirlo solo o aceptar su ayuda? Paula había insistido en que no lo abandone, pero es que la siento a ella tan vulnerable con sus emociones que no había reparado en las mías. Ahora más que nunca siento que debo protegerla y para eso necesito estar fuerte… sacar esa fortaleza de algún lado.



Cuenta Paula…



    Escuchar que todo iba bien era lo único que quería escuchar. Cada vez que tocaba un control mis nervios explotaban, pero por suerte todo iba excelente. Marisa me dio una cantidad de indicaciones, entre ellas que cuidara un poco de mi peso, cosa que me costaba horrores, la comida funcionaba muy bien para controlar mi ansiedad. También respondió a mis tantas preguntas que tenía grabada en mi cabeza, incluyendo sobre sexo. Ya que durante el reposo no estaba incluido. Por lo que hace más de 2 semanas que no había nada de eso, si bien el reposo era por una semana, no queríamos arriesgarnos hasta no hablar con ella.

    Así que tuve que lidiar con mis hormonas revolucionadas que parecían afectarme en ese aspecto también. Y es que extrañaba sus besos que invitaban a algo más… a sus caricias que rondaban el límite de lo prohibido. No me quejaba, porque a cambio fueron reemplazados por sus besos dulces, sus brazos contenedores y por sus manos, acariciando mi panza. Como tanto amaba que hiciera. Pero extrañaba lo otro. Marisa nos dio el Ok y yo ya estaba en llamas como esperaba que estuviese él también.



    Ni bien nos fuimos a nuestro cuarto, me acosté y le di a entender qué era lo que necesitaba y se acercó hasta mí como un tigre acechando a su presa. Nos besamos desaforadamente. Sí, por suerte él estaba en llamas igual que yo, y las pruebas estaban a la vista…

   Sin demasiados preámbulos nos deshicimos de las pocas prendas que llevábamos y nos dispusimos a recorrer entre besos cada recoveco de nuestra fisionomía. Era como si muriéramos de sed y el cuerpo del otro nos diera lo que necesitábamos para aliviarla, una cuestión de vida o muerte.

   Volvimos a hacer el amor, como tanto extrañaba. Sentirme unida al hombre que amo así era algo imprescindible en mi vida, como él me hacía sentir que era en la suya. No faltaban las miradas que decían todo, ni los besos que nos llevaban a otro universo. Ese que tanto conocíamos y del que nos costaba volver…



    Nos levantamos juntos muy temprano. Nos esperaba un largo día y sobre todo especial. Hoy era el día en que daríamos la noticia a los medios de nuestro embarazo, que era más que un secreto a voces. Ya estaba elegido el lugar. Nos encontraríamos con Pedro en Ideas para hacer un móvil para EEES. Ya que era lo que nuestra agenda podía hacer. Tanto porque Pedro estaba trabajando con los nuevos productos de Ideas, como figura como como productor, sus horarios allí eran eternos. Y yo estaba tratando de poner algunas campañas al día antes de que me sea imposible hacerlas, debido a los cambios físicos que prontamente tendré. Había rechazado muchas propuestas, aparte del Bailando que nos ofrecían hacer juntos, ya que mi prioridad era mi embarazo y quería cuidar responsablemente de él. Solo tomaría trabajos que puedan ir en paralelos con mi maternidad.



   A las 3 de la tarde estaba pautado el móvil. Ya que habían anunciado mi llegada, la entrada a la productora era un caos. Estaba lleno de gente y periodistas por lo que decidieron habilitarme la otra entrada, solo por hoy, para poder evadirlos.

   Entre los productores me fueron guiando hasta el lugar donde haríamos la nota, en dónde Mariano ya estaba firme en su puesto, con micrófono en mano. Miré para todos lados buscando una señal del padre de mi hijo, pero nada.

   Me dediqué a saludar a cuanta persona encontraba a mi paso, y cuando llegué hasta Mariano lo saludé…



Paula: ¡Hola Marian! –Mientras este me daba uno de sus abrazos efusivos, tan típicos en él.

Mariano: ¡Pocha! ¡Llegaste!- Me dijo casi a los gritos. Y no esperé a preguntarle…

Paula: ¿Y Pepe? ¿Dónde está? Me dijo que iba a estar acá para cuando llegue… ¿Por qué no está? –Le dije verborrágica, sin poder disimular mi malestar al no encontrarlo allí.

Mariano: ¡Para Pocha! ¡Allá viene! –Me dijo señalando atrás mío. Para lo cual giré para encontrarme con mi novio que se acercaba corriendo hasta nosotros.

Pedro: ¡Llegaste! –Se acercó para saludarme y yo me quedé dura, aun enojada.

Paula; ¿Dónde estabas? –Le dije sin importarme si Mariano o quien sea pudiera escucharnos.

Pedro: Me fui a esperarte a la puerta y cuando llegué hasta ahí me avisaron que te iban a hacer entrar por la otra. Cuando fui a buscarte me dijeron que ya estabas acá… ¡Nos habremos cruzado!- Me abrazó tratando de hacer que ceda- ¡Ey! ¿Qué pasa, amor?

Paula: ¡Nada! Solo que no sabía dónde estabas… ¡No sé! – Lo vi sonreír y no me dejó opción y reí también. Creo que ya se estaba acostumbrando a estos arranques en mí, y no sabía si estaba bien que sea tan bueno para controlarlos.



   Esperamos juntos a Mariano y a su equipo a que saliéramos al aire. Entre bromas y cargadas de ellos hacía nosotros sobre la razón del móvil. Todos se hacían los desentendidos, cuando sabía que estaban al tanto de todo… ellos eran amigos de Pedro, y sabía que él no pudo ocultarles la verdad. Todo Ideas lo sabía.

   Minutos más tarde hicimos conexión con el piso donde los conductores nos dieron la bienvenida.



Denisse y Josema: ¡Hola Chicos! ¿Cómo andán?

P Y P: ¡Muy bien! -Respondimos tomados de la mano, sorprendentemente tranquilos.

Josema: ¡Bueno! Después de tantos ir venir, tantas especulaciones de los diarios y revistas…

Denisse: ¡Tantas bajas de presión! –Interrumpió.

Josema: ¡Tantos desmayos y eso! –Remató divertido y me defendí.

Paula: ¡Dijeron que estaba gorda! –Recordándoles una de las tantas cosas que habían dicho este tiempo, aunque no era exactamente esa la palabra.

Denisse: ¡Nunca dijimos eso! ¡Dijimos rozagante! –Sonreí recordando el adjetivo que habían utilizado y asentí.

Josema: ¡Sí! Se te ve rozagante y eso… ¿Qué quiere decir? ¿Hay alguna noticia por parte de ustedes? -Nos quedamos mudos hasta que lo escuchamos a Mariano.

Mariano: Pedro, Paula, el aire es de ustedes…Si hay algo que quieran contar… yo los veo muy felices -Mariano me acercó el micrófono, era el momento… -De golpe los nervios vinieron a mí de nuevo.

Paula: Primero quería agradecer sus palabras. Gracias por todo este tiempo que nos estuvieron acompañando… que nos tiraron buena energía y… ¡Me tiembla todo el cuerpo! –Reconocí emocionada.

Mariano: ¡Tranquila! ¡Te veo que estás ansiosa! Tu cara es maravillosa… esto te va a acompañar toda tu vida. Porque tu cara de hoy es radiante.-Me dijo alentándome y suspiré para tomar aire.

Paula: ¡Sí! Es un momento muy lindo… Agradezco que nos hayan acompañado y respetado todo este tiempo! Y sí… ¡Estoy embarazada! –Ni bien terminé de decirlo, y las lágrimas me invadieron. Los festejos que se escuchaban en el piso, así como todos los que se habían agolpado alrededor de nosotros nos hicieron sonreír… Pepe tenía esa luz en sus ojos… no era solamente yo, podía leer en su cara lo feliz y emocionado que estaba. Estiré mi brazo, para acercar su cabeza y darnos un beso, entre medio de los aplausos.

Denisse: ¡Mirá Pepe esa carita! – Pedro estaba como paralizado y tuve que tomar la posta de nuevo.

Paula: Teníamos muchas ganas de gritarlo, como nuestra familia, y nuestros amigos. Pero la verdad es que agradezco a todos, a ustedes y a toda la prensa, que nos respetó esto que es lógico que una quiera cuidar los primeros 3 meses. Por suerte, yo igualmente sabía que estaba recontra agarradito y el nidito re bien formado, pero igual quería esperar los primeros 3 meses. ¡Ya los pasé! Y estamos felices de la vida, tanto nosotros como nuestra familia y nuestros amigos. Es un muy momento super emocionante y super lindo que nos está tocando vivir y estamos felices- Giré mi cabeza para mirar a mi novio.

Josema: ¿Nene? –Dirigiéndose a Pepe- ¡Felicitaciones papá! – Se volvieron a escuchar los aplausos para mi novio, que seguía emocionado sin decir nada. - ¡Decí algo Pepe!

Pedro: ¡Voy a ser papá! –Fue lo único que pudo decir, mirándome, como si no terminara de creerlo.

Mariano: ¿Estás cayendo Pepe? –Tratando de sacar algo más de mi novio que parecía estar en otro planeta.

Pedro: Todavía no… es muy loco… cuando veo las ecografías por ahí un poco, en ese momento tomo dimensión de las cosas… Y como dijo Pau, quería agradecerles a todos por respetar nuestros tiempos. Sobre todo para que Pau pueda estar tranquila los primeros meses y ahora sí lo podemos gritar –Me miró y reí- ¡Estamos embarazados!



   Entre los 2 contamos cómo fue que nos enteramos de la llegada de nuestro hijo, y cómo había dejado trunco la idea de compromiso que tenía Pedro. Cómo fue todo allá en París y cómo había llegado a llenar nuestras vidas.

   Después y como cierre del móvil, Mariano hizo que me levantara para mostrar mi pancita que ya se hacía notar y de la que estábamos enamorados. Pedro se acercó dejando un beso en ella como tanto amaba que hiciera, con esa sonrisa cargada de orgullo que me emocionaba hasta las lágrimas ¿Podía ser más feliz? No tenía dudas de que él sería el padre perfecto que jamás hubiese soñado, simplemente, porque jamás lo imaginé. Pero que me lo demuestre cada día, sin tener nuestro hijo aun en brazos, era más de lo que podía pedir.





    Hola! Cómo están? Espero que les haya gustado este capítulo y se habrán dado cuenta que quise adaptar algunas cositas de cómo fue en realidad. Debe ser una de las últimas adaptaciones ya que de ahora en más la historia corre por sí sola, acercándose al final.



   Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)



    Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré el día jueves o viernes. Todavía no sé si subiré como antes. Pero 2 por semana seguro!



     Ya pasamos la mitad del embarazo. Nuestro bebé estaba cada día más grande y sano, y nosotros felices. Hace unos días volvimos a hacer una ecografía con la esperanza de saber si finalmente podíamos saber su sexo, pero no hubo caso, no se dejaba ver. Esto no frenaba a Paula que aun así seguía comprando cosas para nuestro hijo

8 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyy, qué hermoso cap Lau!!! Te quedó divino, cuántos recuerdos nena!!!!!!!!!! Gracias x subir hoy, realmente no lo esperaba.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sil! Sí! Muchos recuerdos! y como dije una de las últimas adaptaciones, seguro!
      Voy a ver si me puedo ir poniendo al día con la nove, como ya te conté ;) Beso Sil!

      Eliminar
  2. Hermoso!! Re lindo este cap y esas frases demuestran pura felicidad!
    Me acuerdo de ese movil que fue amor y mas amor! :)
    Me intriga el final de esta novela pero supongo que no va a ser "se casaron y vivieron felices por siempre". Espero tu originalidad jaja.
    Hasta el próximo, se viene la recreación del momento de saber el sexo del bb?
    Estoy pedigüeña jaja...
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lau! sí, puro amor y felicidad! :)
      Podés creer que todavía no tengo pensado el final!!! es como que me resisto a llegar a él! jajaja
      Como ya dije no creo que haga más adaptaciones, pero siempre puedo cambiar de opinión! ;)
      Besote Lau!

      Eliminar
  3. muy lindo cap si la verdad que lo adactaste muy bien palabras de ese dia que las tengi bien grabadas las pusiste muy lindo de verdad te mando besos y espero el siguiente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Iara! es una responsabilidad también adaptar estos momentos tan importantes a la historia de mis PyP. Pero me alegra q haya gustado!
      Besote!

      Eliminar
  4. Ayyy cuánta emoción Lau! Hermoso el capítulo, cargado con los nervios de Pau y con las ansias de Pepe, excelente! muuuy emocionante!
    Y no quiero que llegue el final! ese adelanto que delata que ya están en la mitad del embarazo me hace pensar que falta poco y claramente no quiero que termine!! pero bueno, a disfrutar lo que queda jajaja
    Besote, espero el próximo ansiosa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lu! Gracias me alegro de que haya gustado! Se me está complicando bastante darle el rumbo al final, viste! es como que me cuesta! jajaja
      Besote y sí, no queda otra de disfrutar los capítulos que quedan que todavía no sé cuantos serán!

      Eliminar