Capítulo 68

Capítulo 68


Cuenta Pedro…


    Amé verla bailar a Pau, estaba realmente hermosa, sus movimientos al compás de la música, el vestuario, su pelo, su todo hacían realzar más todo lo que era ella para mí… verla brillar me llenaba el alma y parecía hacerlo naturalmente, aunque sabía que moría de nervios y eso me hacía amarla aún más.


    La esperé en los pasillos junto a mis amigos, porque a pesar de que ya no trabajaba ahí, la amistad que habíamos formado no era para catalogar como ex compañeros. Paula demoró lo justo y necesario como para cambiarse y volver con su ropa informal, aunque hubiese preferido llevármela a casa toda producida como estaba cuando bailó... Partimos hasta el estacionamiento en busca del auto y luego de bajarnos a hablar y sacarnos fotos con las chicas que estaban esperándonos. Recién ahí, partimos hasta el departamento.

     Paula lucía radiante, se la notaba feliz, ya no estaba tensa como estos días, previos al debut. Me regalaba de vez en cuando besos y caricias mientras manejaba y me costaba poder concentrarme en mi camino… puso música y empezamos a cantar… ¡gracias a Dios! si seguía con esos besos no hubiésemos llegado a destino.

    Estacioné mi auto y nos dirigimos hasta el ascensor. La vi mirar su teléfono para ver la hora ¡cómo puede ser tan hermosa! No resistí más y la besé, apasionadamente, desesperadamente, necesitaba hacerlo así, todo el día. Ella entendió mis intenciones y le rogué para que me acompañe a cumplir mi fantasía.

   Busqué su punto débil y la sentí relajarse y sonreír ante mi pedido. Detuve al ascensor y me dediqué entero a darle placer a mi novia… recorrí con mi boca su cuerpo mientras trataba de deshacerme de algunas prendas…


Paula: ¡esto hubiese sido más práctico en verano! –me dijo con la voz entrecortada y yo sonreí, tenía razón, pero ya no teníamos retorno…


    Paula desprendió mis pantalones al mismo tiempo que yo me sacaba mi campera. Nos apuramos a desprender los jeans de ella. Esta vez no había tiempo de preámbulos, ni romanticismo, la urgencia de sentirnos era lo único que importaba. Una vez que nos deshicimos de su pantalón, seguí acariciándola, ella hacía lo mismo conmigo. La tenía apoyada contra una de las paredes espejadas del ascensor. Me colocó sus brazos rodeando mi cuello, tomando con sus manos mi cara. Sus besos me desesperaban y necesitaba sentirla ya. Me abrí paso entre sus piernas, las cuales levantó y acomodó rodeando mí cintura, corrí su ropa interior y entré en ella en un solo movimiento. Paula gimió dolorida y me detuve, buscó mi mirada dejándome en claro que debía seguir y así lo hice…con movimientos continuos y seguros... ella, me acompañaba increíblemente…

    No necesitamos demasiados movimientos para encontrar el punto máximo… y tampoco podíamos demorarnos más… nuestras respiraciones agitadas, su cuerpo unido al mío, nuestras lenguas enredadas y nuestras caricias nos llevaron juntos hasta el final…

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    No podíamos dejar de reír, de besarnos mientras buscábamos nuestras prendas que estaban desparramadas por todo el perímetro del ascensor… de golpe se puso sería…


Paula: ¡decime que en el ascensor no hay cámaras!- me dijo asustada… y sabía que no había…

Pedro: me parece que sí ¡pero valió la pena! ¿o no?-y su cara se transformó, esperé unos segundos que para ella habrán sido eternos…- ¡mentira tonta! ¡No hay!

Paula: seguí con tus bromas pesadas que vas a terminar mal-me dijo amenazándome y dándome la espalda enojada esperando que destrabe el ascensor.

    Me terminé de poner la campera y presioné el botón. La abracé por la espalda cuando las puertas se abrían y ella se corrió saliendo del escensor. Llegamos a la puerta del departamento y la abrí…

    Paula entró con pasos firmes y yo lo hice tras ella. Seguía sin hablarme, ignorándome. Dejó su bolso en el sillón y la veo pasar en frente mío para dirigirse al cuarto. La tomé con fuerza del brazo deteniendo su paso y obligándola a qué me mire…


Pedro: ¿te enojaste? ¡no lo puedo creer!-le dije serio agachando la cabeza, cuando la escucho reír…

Paula: ¡no! ¿pero viste que feo es que te hagan bromas? –me abrazó llenándome de besos, los cuales yo respondí…


   Así nos fuimos hasta nuestro cuarto para terminar nuestra “reconciliación” de la mejor manera…


Cuenta Paula…

2 semanas después…


    Día miércoles, y a full con los preparativos para el viaje a Madrid para el casamiento de Juampi y Cami. Mi ansiedad colapsaba. Mi agenda se había visto altamente modificada por este viaje y mis horarios fueron más que complicados: los trabajos de la agencia, notas que hice, algunas sola y otras con Pedro, los ensayos para los dos bailes, el Reggeaton que bailaría a mi regreso y el Pop Latino que bailamos anoche y que por suerte me había ido bastante bien. No necesitaría reemplazo por si había duelo ya que mi puntaje me aseguraba poder pasar el ritmo. Anoche estaba bastante más tranquila que en el debut, pero otra vez cuando entré al estudio sentía que me había olvidado de todo. La previa fue divertida, ya que Marcelo se había enterado que estábamos conviviendo con Pedro y nos preguntó cómo nos iba, en tono de chiste y con la verdad encubierta dejamos relucir algunos trapitos al sol. Nos sentíamos relajados, y mientras no contásemos más de lo debido no veíamos mal hablar de nosotros. En definitiva no contábamos nada que a cualquier otra pareja no le pase.

    Junto con Pablo hicimos un baile digno y Vanesa estaba conforme aunque era tan exigente que siempre quería más. Ella y Rodrigo (su marido, también coreógrafo y excouch de Pedro del año pasado) nos habían montado una coreografía jugada y debido a que tenía que adelantar el próximo ritmo, necesitábamos de su apoyo. Mi semana de ausencia en Buenos Aires me estaba saliendo cara y se hacía notar en mis tiempos, como así también, en mi cuerpo, estaba saturadísima, estresada y según Pedro de mal humor…

    Esta mañana se fue enojado a grabar, lo haría hasta tarde y apenas llegase nos iríamos a tomar nuestro vuelo a Madrid, el viernes era el casamiento por civil y el sábado por iglesia, y sí, sumado a todo, estaba super nerviosa y ansiosa por la boda de mi primo. Creo que me sobre exalté un poco cuando anoche después de hayamos vuelto tardísimo de Ideas me confesó que no había preparado nada para el viaje. ¿qué pretendía? ¡qué se lo arme yo! No, prácticamente lo obligué a que no dejara todo para hoy, a último momento y antes de acostarse se fue a prepararlo de mala gana. No sé a qué hora se acostó ya que no durmió en la cama, había preferido dormir en el living… y tampoco se despidió antes de irse, nos levantamos a la misma hora y mientras preparábamos nuestras cosas me iba esquivando todo el tiempo, ni siquiera quiso desayunar y cuando me di cuenta ya se había ido.

    Así estábamos, de pelea en pelea. Unos días atrás cumplímos 4 meses de novios, habíamos arreglado para hacer una cena romántica en casa, obviamente encargamos la cena en un delivery. Nos hubiese encantado poder ir a un Restaurante como el común de las parejas, pero eso es imposible si lo que queremos es un poco de intimidad. Poníamos un pie juntos en la calle y ya nos estaban sacando fotos, la popularidad que habíamos tenido a partir del Bailando era algo que era hasta difícil de manejar. No nos molestaba, lo entendíamos, pero a veces necesitábamos sentirnos gente normal y creo que solo lo conseguíamos cuando estábamos con nuestro círculo más íntimo o solos en nuestra casa…

   Ese día que debíamos festejarlo terminamos peleando por cualquier cosa, confieso que realmente no  recuerdo por qué. Solo sé que Pedro salió enojado del departamento a dar una vuelta y a fumar. Cosa que odiaba que hiciera… Esa noche también dormimos peleados con la diferencia que al otro día nos reconciliamos apenas nos habíamos despertado.

   Odiaba estar así con él. Ocupaba mi cabeza pensando en eso… releía mi lista con las cosas para el viaje una y mil veces como si fuese una fórmula que no lograba entender. Agradecía haberme poder tomado este día libre para poder acomodarme con el viaje y entendí que tal vez Pedro esperaba que yo pudiese armar su valija también hoy ya que él no contaba con la misma suerte y le tocaba ir a grabar. Él también estaba saturado de trabajo, por suerte a “Buenos…” le iba genial y venían con un ritmo de grabación exigente y más por estos días que iba a estar ausente y que los obligaba a grabar más de lo común para adelantar y no se note la ausencia de Pedro.

   Me sentía una estúpida por haberme comportado así con él. No se lo merecía, ¡él estaba para mí siempre que lo necesitaba y una vez que me pide algo lo trato así!. Pensé en llamarlo, pero seguro estaría en plena grabación y si no lo estuviese dudaba que me atienda, decidí mandarle un mensaje de texto…


MSJ Pau a Pedro: “Hola amor! Perdón… me comporté como una estúpida anoche. Ya sé que estoy insoportable… por favor ¿me perdonás?”


   Seguí con la lista mientras esperaba una respuesta. ¡Ojalá lo lea pronto! No soporto un minuto más así…



      Hola!!! Cómo andán!!! re bipolar me quedó el capítulo! jajaja Y sí, se enojó Pepe ¡qué le vamos a hacer! Vamos a ver si le responde el mensaje! Qué inoportuno pelear antes de un viaje, no? Vamos a ver qué pasa y si pueden resolver las cosas tranquilos! ;)

     Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a las que quieran que les avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau y pueden dejar sus comentarios ahí también la que no pueda hacerlos acá!

     Les dejo un adelantito del próximo que subiré el sábado!!!

    Releí el mensaje varias veces ¡no lo podía creer! ¡Me hizo pasar una noche de mierda y quiere arreglar todo con un mensaje de texto! Aunque que Paula reconozca su error y pida disculpas no era algo de todos los días…