Capítulo 69

Capítulo 69


MSJ Pau a Pedro: “Hola amor! Perdón… me comporté como una estúpida anoche. Ya sé que estoy insoportable… por favor ¿me perdonás?”


    Seguí con la lista mientras esperaba una respuesta. ¡Ojalá lo lea pronto! No soporto un minuto más así…


Cuenta Pedro…

    Llegamos de Ideas muy tarde, lo único que quería hacer era llegar y acostarme. Esto de adelantar escenas me estaba matando, casi no paraba ni para almorzar, estudiar los guiones se me hacía una misión imposible… ¡se me mezclaba todo! Me dolía la cabeza, me tomé una aspirina y cuando me dirigía al cuarto Paula me frenó preguntándome si ya había preparado mi valija ¿con qué tiempo? Cuando me vio negar con la cabeza confesándole que no, empezó con un rosario de quejas y sentía que mi cabeza iba a explotar, no tenía ganas de discutir, ni de seguir escuchándola… mientas ella se metió en el baño yo busqué todas las cosas que creía que iba a necesitar, busqué la valija y me llevé todo al living para poder ordenarlas, también un acolchado y mi almohada. Decidí que si quería dormir tranquilo el sofá iba a ser mi mejor opción por esta noche.

   Cuando “ordené” todo en la valija, me acosté. Estaba seguro que mi novia iba a cambiar su postura e iba a reflexionar, ya la veía viniendo a despertarme para que vaya a la cama, pero los minutos pasaban y ella no venía…

    Me desperté todo contracturado con la alarma de mi celular, definitivamente el sofá no era tan cómodo como pensaba. Me levanté y me fui a pegar un baño antes de irme, cuando salía me la crucé a Paula y mi teoría de la reflexión había fracasado, seguía igual que la noche anterior… ni un buen día, nada, hacía como si yo no existiera y eso me frustró. Sentía que mi día empezaba de la peor manera, sentía enojo, mal humor, todo junto, preparé mis cosas rápido tratando de no volver a cruzarme con ella y me fui a trabajar sin ni siquiera desayunar, sin despedirme, quería estar lejos como sea…

   Mientras tomaba un café antes de empezar a grabar recibí un mensaje de Paula…


MSJ Pau a Pedro: “Hola amor! Perdón… me comporté como una estúpida anoche. Ya sé que estoy insoportable… por favor ¿me perdonás?”


     Releí el mensaje varias veces ¡no lo podía creer! ¡Me hizo pasar una noche de mierda y quiere arreglar todo con un mensaje de texto! Aunque que Paula reconozca su error y pida disculpas no era algo de todos los días…

     En ese momento nos empezaron a llamar para la primera escena del día, y decidí poner en mudo el teléfono como hacíamos durante las grabaciones sin responder el mensaje…


Cuenta Paula…


     Ya eran las 19 hs, la hora en que Pedro debía regresar. A las 22 hs salía nuestro vuelo. No había dado señales de vida. No me respondió el mensaje y mucho menos me llamó, cosa que siempre hace cuando tiene un tiempo libre entre escenas. Me sentí angustiada todo el día, Pedro enojado es el hombre más frío del Universo y encima con razón, hasta se me cruzó por la cabeza que no llegaría, que no podríamos hablar, necesitaba que sepa que estaba arrepentida pero ¿me escucharía? ¡qué linda manera de emprender nuestro viaje así! ¿y si no quiere viajar? Mientras me planteaba esa posibilidad escucho las llaves en la puerta ¡había llegado! De golpe empecé a sentirme nerviosa, un nudo en mi garganta se hizo presente junto con una puntada fuerte en la boca del estómago.

    Me di vuelta ya que estaba en el living, esperándolo de espalda a la puerta. Lo vi entrar, serio, sin levantar la vista para mirarme, concentrado en la cerradura y en cerrar la puerta de nuevo como si tratara de descifrar la clave de una caja fuerte. Una vez que lo hizo se detuvo para pronunciar un frío ¡hola! No pude responder, me quedé parada mirándolo mientras lo veía irse al cuarto, sin previo aviso mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, sin saber qué hacer…

    Debía acercarme a hablar con él, a tratar de arreglar las cosas pero me sentía sin fuerzas para hacerlo, solo me aferraba fuerte al respaldo del sillón donde me mantuve apoyada todo este tiempo…Si quería resolver las cosas iba a tener que ser yo la que dé el primer paso ya que de su pare no veía la voluntad de hacerlo. Tomé impulso para salir del trance en que estaba sumergida y me separé del sillón para caminar los pasos hacia la habitación cuando lo veo salir… Nos quedamos parados a mitad de camino, viéndonos… a solo unos pasos de distancia, estaba serio, muy serio y cuando me miró frunció el ceño… Era obvio que había estado llorando y por más que quisiera ocultárselo no tendría sentido, mi cara me delataba.´

   Nos quedamos así, mirándonos, segundos, minutos… eternos, sin decir nada y no lo soportaba más y recorrí esos escasos pasos que nos mantenían a kilómetros de distancia para chocar con su cuerpo, abrazándolo… Esperaba sentir su mano en mi espalda, una palabra, un beso… pero nada de eso llegó… él seguía en la misma posición con los brazos al costado, dejándose abrazar, hasta que lo siento separarse dando un paso hacia atrás en donde volví a mirarlo, esta vez tenía los ojos llorosos…


Pedro: ¿qué pasa Pau?- ¿cómo puede preguntarme eso? ¿Acaso no le dije lo que me pasaba hoy? Con el nudo en la garganta que persistía en seguir ahí le respondí…

Paula: ya te dije hoy… perdón, sé que estuve mal con vos, que estuve insoportable, perdón…-esperaba verlo relajarse pero el resultado era todo lo contrario, sus facciones eran cada vez más rígidas, no entendía.

Pedro:¿y vos pensás que con un “mensajito” solucionás todo?-me dijo serio, no me lo esperaba, no era un tono común de escuchar a Pedro… irónico y enojado… traté ordenar mi cabeza y decir algo…

Paula: ¡traté de llamarte!

Pedro: ¡sabés que no escucho el teléfono! Mientras grabamos lo tengo en silencio… -me interrumpió, no entendía su reacción, su tono de voz era cada vez más alto, y yo solo hacía fuerzas para no llorar más, para contener mis lágrimas.

Paula:¡quiero arreglar las cosas amor! –le dije sincera, agachando mi cabeza, ya no podía sostener su mirada que irradiaban algo que nunca vi en él… y que me dolía tanto…

Pedro:¿ahora querés arreglar las cosas? –me obligó que vuelva a mirarlo, tomándome del mentón- ¿y anoche cuando te dije que estaba cansado y que me dolía la cabeza no te importó?-yo simplemente suspire y con el suspiro las lágrimas que contuve todo este tiempo empezaron a recorrer mi rostro…, él siguió-¿anoche cuando no me acosté en la cama tampoco te interesó arreglar las cosas? Y mucho menos esta mañana?

Paula: ¡Pedro por favor! –le dije volviendo a mirarlo…

Pedro: ¿por favor qué? Ahora sí ¿no? Porque tenemos que viajar- sonrió sarcástico- ¡mirá Paula! Esto ya lo hablamos días atrás ¿te acordás? Cuando discutimos porque te pedí si me podías llevar esos papeles a Ideas…-fue cuando recordé el origen estúpido de la pelea… él pidiéndome que le alcance los benditos papeles y yo que me negué porque ese día andaba a las corridas, aunque finalmente los llevé, no me costaba tanto ya que iba a ensayar ahí y solo tenía que subir al segundo piso, en las oficinas. Pero cuando me lo pidió me exasperé de más, tal vez porque no toleraba cargar aún más mi agenda, y todo derivó en una discusión estúpida, en realidad yo discutía sola, Pedro solo agachó su cabeza y salió del departamento. Al otro día hablamos apenas nos levantamos y reconocí que andaba muy alterada, que iba a tratar de manejar las cosas de otra manera, sobre todo con él, cosa que claramente no supe hacer…

Paula: si-le respondí si saber a dónde iba o sí…

Pedro: habíamos quedado en algo ¿no? –se pasó sus manos por su cara y por el pelo, como queriendo ordenar las palabras- yo entiendo que estés estresada, sobrepasada de cosas, nerviosa pero siento que siempre te descargás conmigo… -tenía razón, ni yo entendía por qué lo hacía, prometí no hacerlo y acá estamos de nuevo…- de algo chiquito lo hacés enorme…

Paula: ¡no sé por qué lo hago! –lo interrumpí con un hilo de voz- Ya sé que prometí no volver hacerlo…

Pedro: ¡y no cumpliste!-dijo volviendo su tono irónico y enojado- Yo también estoy sobrepasado de trabajo, lo sabés, mis días son eternos, cansadores y cuando termina el día solo quiero llegar a casa a descansar y estar en paz, pero parece que vos querés todo lo contrario…-yo solo negaba con la cabeza, ¡no era así! Al menos no pretendía eso… pero las palabras no podían salir de mi boca… hasta que lo escucho dar su golpe final…-y me estoy cansando…


    El cerró los ojos como tomando conciencia de lo que había dicho y lo vi alejarse a la cocina, abrió la heladera y buscó algo para tomar… yo apenas estaba parada, mis piernas temblaban y aun así necesitaba salir de ahí, de ese lugar que funcionó como campo de batalla, la cual claramente perdí… hice los pasos que me llevaban hasta la habitación sin volver a mirarlo, una vez que estaba adentro me apoyé en la puerta de espalda y me desarmé en llanto. No podía creer que Pedro me haya hablado así, jamás lo escuché tan enojado, me dolía el alma y más su última frase…



     Hola Cómo andan??? Odiándome seguro!!! Qué bien! Recuerdan allá lejos y hace tiempo la frase de Luciana diciéndole a Pepe “no medís tus palabras cuando estás enojado y podés ser la persona más hiriente del mundo…” bueno, acá está el Pedro del que hablaba! ¿y ahora? ¿y el viaje? En minutos tienen que estar volando a Madrid y están así! Habrá que leer el próximo para saber qué pasa ;) no se enojen y valoren que hace muchísimos capítulos que vengo en modo Zen!!!

   Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a las que quiera que les avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau y bienvenidas las nuevas lectoras que se van incorporando! Gracias por leer! Ah! Pueden comentar por twitter también!

   Por ser sábado y considerando que hasta el martes no subo, fui generosa con el capítulo! Les dejo el adelanto para el MARTES sí, antes imposible ;)

   Seguí parado en la cocina sin saber qué hacer. Paula seguía en la habitación, seguro llorando y sentí un dolor profundo. ¿por qué teníamos que estar así? Miré la hora en mi celular, en 45 minutos debíamos tomar el taxi hacia el aeropuerto en lo que sería como una escapada romántica y estábamos así…