Capítulo 83

Capítulo 83


    Me despedí de mi novia y su equipo. Traté de salir de ideas lo más rápido posible, algo difícil en día de sentencia con el estudio, el pasillo y gente por todos lados. Saludé rápidamente a todo aquel que aparecía por mi camino y me dirigí al estacionamiento donde había dejado mi auto. Apenas salí y el frío se hizo sentir, busqué con la mirada mi vehículo y cuando lo visualicé me acerqué a él. El estacionamiento estaba lleno de autos pero totalmente vacío de personas. Desactivé la alarma y cuando estaba a punto de subirme escucho una voz conocida que me llama…


XXX: ¡Pedro! –me di vuelta para buscar el lugar desde donde provenía la voz…

Pedro: ¿qué hacés acá? –Me sorprendió verla ahí- ¿no tendrías que estar en el piso?

Julieta: sí, pero no pude, no me sentía bien- pude notar sus ojos llenos de lágrimas y su mirada triste, caí en cuenta de que todo lo que pasó también pudo afectarla a ella, y por lo visto demasiado…

Pedro: ¡perdón Julieta! Es un garrón para vos haber tenido que pasar todo esto… -le dije sincero mientras ella iba acortando los pasos que nos separaban.

Julieta: ¡eso no es nada al lado de lo que me hizo pasar tu novia hace un rato…-la miré confundido, preocupado, mientras las lágrimas empezaban a caer por su rostro- ¿era necesario que me humille así? ¡no sabés cómo me habló! ¡Me hizo sentir una mierda Pedro!

Pedro: ¿qué? no te entiendo ¿hablaste con Paula?-le pregunté, no entendía nada…

Julieta: ¡sí! Me cruzó en las escaleras y me dijo de todo. Se burló de mí, de lo que tuvimos, ¿vos se lo contaste? –Yo asentí con la cabeza- nunca me habían humillado tanto en mi vida… -dijo rompiendo en llanto…

Pedro: ¡no puedo creer que Paula haya hecho eso! –y era verdad no podía ni quería entender que los celos de Paula hayan llegado a tanto como para atacarla y ponerla así, ¡con razón estaba tan rara hoy!

Julieta: ¡pero lo hizo! Mirá Pedro, yo me banqué un montón de cosas, y si las sigo bancando es porque necesito el trabajo y vos lo sabés… Lo que no sabés es lo angustiante que fue y que es para mí tener que verte cómo estás con ella- se secaba las lágrimas que caían sin control totalmente afligida y la culpa se apoderó de mí…-Porque a pesar de que vos nunca me amaste yo nunca dejé de hacerlo y tener que soportar esto me destroza- me dijo totalmente angustiada, no sabía qué hacer y la abracé, conteniéndola…

Pedro: ¡perdón! Te juro que nunca quise lastimarte y mucho menos que pase todo esto con Paula, no entiendo cómo fue capaz de hacer que te pongas así… -le dije separándome del abrazo, no quería confundirla más y menos sabiendo que aún siente cosas por mí…

Julieta: ¡lo sé! Sé que no lo hiciste para lastimarme, ¡no te diste cuenta! Encontraste a esa mujer que tanto esperabas y te olvidaste de todo, no te culpo… Pero elegiste mal, esa mina es una mierda y no confía en vos, no hizo más que advertirme que no me acerque a vos y a preguntarme cosas sobre nosotros…

Pedro: ¿cómo? ¿Qué cosas? –la interrumpí.

Julieta: cosas de nuestra intimidad, prácticamente me obligó a que le cuente ¡No sé qué piensa! Obviamente no se conformó con lo que le contaste… -Pero ¿qué más quería saber Paula? ¿qué necesidad de hacer todo esto?

Pedro: ¡Perdón Julieta! En serio no sé cómo pedirte disculpas por todo lo que estamos haciéndote pasar, voy a hablar con ella ¡No puedo creer que haya hecho esto! Sé que es celosa pero no pensé que a este punto- Ella suspiró resignada…

Julieta: No creo que te lo reconozca, pero por favor… -Levantando su mirada para conectar con la mía- No quiero que me lastime más… -desatando en llanto nuevamente, y la abracé de nuevo, me sentía un HDP por hacerla pasar por todo esto.

Pedro: ¡Tranquila! No va a volver a acercarse a vos…


   Me despedí de Julieta y subí a mi auto. No podía creer hasta donde habían llegado los celos de Paula ¿qué necesidad de torturar a Julieta así? Ya demasiado tenía para que la ataque como lo hizo.

   Traté de desconectar mi cabeza y puse música en el auto. Todavía me faltaban un par de horas de grabación, cuando llegara tendría que hablar seriamente con Paula…


Cuenta Paula…


    Llegué al departamento temprano. Mi día había sido terrible, a pesar de que había podido safar del duelo mi charla previa con Julieta me había dejado aturdida ¿qué necesidad de hablarme así? De contarme esas cosas… entendía que estuviera dolida con Pedro y que siga sintiendo cosas por él, pero tampoco era para que me atacara de la forma en que lo hizo.

     Miré mi reloj, faltaban unas horas para que llegue Pedro y necesitaba dormir una siesta y es lo que iba a hacer, anoche no dormí prácticamente nada, necesitaba reparar el sueño. No sabía si contarle o no lo de Julieta, tal vez era preferible que me lo guarde, aunque me pese…

    Me desperté aturdida al escucharlo entrar en el cuarto ¿tanto había dormido? Sí, ya eran más de las 8 de la noche.


Paula: ¡ya llegaste amor! ¡Me quedé dormida! –él me miró serio y se metió al baño sin decir nada, me pareció raro, tal vez había venido cansado…


    Me levanté para ofrecerle algo para comer o tomar mientras pensaba qué iba a preparar de cenar, en eso lo escucho salir del baño y lo veo acercarse decidido a mí, igual de serio como había entrado antes…


Paula: Gordo ¿te pasa algo?-le pregunté relajada, creo que todavía no terminaba de despertar de mi sueño.

Pedro: ¡obvio que me pasa algo! ¡Yo no puedo creer hasta donde llegan tus celos Paula! –lo miré confundida- ¿por qué fuiste a atacar a Julieta? –y fue como si me tirara un balde de agua fría…

Paula: ¿qué? ¿Quién te dijo eso? –le pregunté y podía notar en sus ojos lo enojado que estaba…

Pedro: ¡Ella me lo contó! ¡Estaba destrozada! ¿Qué le dijiste? ¿Por qué hiciste eso? –me dijo acercándose casi a los gritos y me quedé paralizada, sin poder asimilar lo que pasaba ¡esa HDP le había mentido! ¡Yo nunca la ataqué! Empecé a llorar sin poder pronunciar una palabra y él se alejó de mí tomando aire…


    Me quedé observando cada movimiento de Pedro, caminaba en círculos como queriendo calmar su furia y yo no podía creer que esto estuviera pasando. Otra vez creía en las palabras de otro sin escuchar las mías, otra vez… No soporté más el silencio y hablé…


Paula: Yo no sé qué me mentiras te habrá dicho, pero es obvio que decidiste creerle…-le dije en un tono de reproche y enojo, acompañado por mis lágrimas que no dejaban de salir, él me escuchaba pero no me miraba…- ¿tan mierda te pensás que soy para hacer eso? –le dije acercándome hasta donde estaba, esperando que me mire, que me dé una respuesta, pero nada de eso llegó…


    Sin esperar más me fui hasta el cuarto y me puse unos borcegos, busqué mi campera y mi bolso. No quería estar un segundo más ahí… Salí de la habitación y vi que Pedro me observaba atento, aun en el mismo lugar donde estaba antes que fuera a la habitación…


Pedro: ¿qué vas a hacer? –acercándose a mí y poniéndose enfrente mío…

Paula: ¡Lo mismo que hacés vos siempre! Me voy, no quiero estar un segundo más acá con vos-mientras lo esquivaba y me acercaba a la puerta…

Pedro: ¡Para Paula! –No me importó nada, salí del departamento pegando un portazo…


     Salí a la calle casi corriendo, necesitaba alejarme… Tomé el primer taxi que vi sin saber a dónde iba. Pensé unos segundos para poder darle una dirección al taxista y decidí ir hasta lo de Zai, necesitaba hablar con alguien y sobre todo, asilo por esta noche. Pensé en llamarla y avisarle pero el taxista claramente me había reconocido y explicarle por teléfono a Zai era un riesgo…

    Llegué hasta la dirección de mi amiga y toqué el timbre de su portero eléctrico, una, dos, tres veces y nada ¡no! Necesitaba hablar con ella, desahogarme, que me escuche… Cuando estaba por cambiar mi rumbo escucho la voz de Zai.


Zaira: ¡hola! ¿quién es? 

Paula: ¡Soy yo Zai! –y mi voz parecía venir de ultratumba, no podía reflejar mejor mi estado.

Zaira: ¡Pocha! ¿Sos vos?

Paula: ¡sí! ¡Necesito hablar con vos! ¡Me peleé con Pedro! –le dije ya sin poder contener mis lágrimas…

Zaira: ¿qué?

Paula: ¡Abrime Zai y te cuento por favor! –esperé unos segundos, mi amiga no respondía…

Zaira: ¡Subí Pau! –escuché el aviso del portero para entrar y subí hasta el piso de mi amiga.


    Zaira me abrió en bata, cosa que me pareció raro por el horario, tal vez estaba por bañarse. Y sin poder más rompí en llanto en sus brazos…


Zaira: ¡Pochi! ¡explicame! ¡Me asustás! ¡No entiendo nada! Cuando te llamé esta tarde para desearte suerte me dijiste que habían hablado y que se habían arreglado ¿qué pasó ahora?- Me decía mi amiga mientras me abrazaba y yo trataba de modular palabras.

Paula: ¡Julieta, pasó! ¡Le inventó una mentira a Pedro y él le creyó!

Zaira: ¿qué? ¿cómo?


     Y comencé a contarle a mi amiga como fue mi encuentro con Julieta…

     Holaaaa! Cómo andán??? Qué cuentan? Bueno que les puedo decir! Sí, Julieta mintió, ya sabrán la verdadera charla con el relato de Pau pero lo peor de todo es que Pedro le creyó! Y ahora??? Bueno, no va a hacer fácil que Pau perdone esto y menos si Pedro sigue creyendo que es verdad lo que le contó Julieta!

    No quiero adelantar mucho! Pero ténganme paciencia! Las quiero!

    Ya saben que pueden dejar sus comentarios y la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau.

   Les dejo el adelanto del próximo que subiré el día miércoles!




Paula: ¡Sos una mierda nena! –Sonrió victoriosa, era obvio que disfrutaba de ver mi reacción y yo no hacía más que satisfacerla, puse mi mente en blanco, “es el pasado, no me tiene que afectar, él no pudo decirle todo eso, confiaba en él, esta mina habla por despecho”, me repuse y le dije…- ¡No podés estar más despechada! Lo siento mucho por vos…