Capítulo 85

Capítulo 85


Pedro: ¡No te entiendo Nan! ¿Podés hablar? –Lo increpé, necesitaba saber qué tenía que decirme…

Hernán: ¡Julieta te mintió! ¡Y vos le creíste todo! –me quedé asombrado ¿cómo lo sabía si yo todavía no se lo conté?

Pedro: ¿qué? ¡No te entiendo! ¿cómo sabés eso?

Hernán: Es largo de contar… -mi amigo se rascaba la cabeza tratando de buscar las palabras, mientras con la otra no dejaba de dar vueltas el servilletero que estaba en la mesa y no hacía más que ponerme más nervioso…

Pedro: ¿Podés hablar ya?-Lo increpé y no le dejé opción, odiaba que me dé vueltas para contarme algo…

Hernán: Anoche estaba en lo de Zaira cuando fue Paula a contarle lo que había pasado –lo miré confundido y él no me miraba ya que tenía su cabeza gacha observando el bendito servilletero…

Pedro: ¿qué? ¿Qué hacías ahí? ¿Qué sabés?-lo interrogué, no entendía y necesitaba que me aclare un poco todo esto…

Hernán: Hace unas semanas yo estaba encargado de sacarle unas fotos para una campaña. Nos empezamos a hablar, ella sabía que yo soy amigo tuyo y así empezó la charla. Después nos pasamos los números… -hizo una pausa yo lo escuchaba atento, ignoraba toda la secuencia que estaba contando mi amigo, pero no me sorprendía él era muy reservado con sus cosas-Zaira me encanta y nunca te conté nada porque la veía imposible-me confesó afligido- sin embargo comenzamos a hablarnos por mensajes, siempre puro histeriqueo pero hasta ayer me animé a invitarla a tomar algo, vernos… ella primero me dijo que no, que era difícil porque todos sabían que ella estaba de novia y no se quería complicar, cuando me puso eso yo pensé que me había tirado a la pileta totalmente vacía pero después me invitó a su departamento… ¡No lo podía creer! Nos encontramos y bueno… -me sonrió pícaro- pasaron muchas cosas… Te juro Pepe que no me quiero enganchar pero estoy loco por esa mujer y después de lo de anoche peor, pero esta todo complicado…-su sonrisa desapareció, nadie más que yo podía entender su situación…

Pedro: ¡Te entiendo! Ella está de novia ¡Pero si pasó permitite pensar que a ella también le pasan cosas! ¿Te olvidás cómo empezamos con Pau?

Hernán: Sí, pero no quiero presionarla-me dijo afligido…

Pedro: No la presiones, pero que sienta que estás –le aconsejé…

Hernán: ¡Es lo que voy a hacer! ¡Después de lo de anoche me va a costar alejarme! Pero no es solo para esto por lo que te cité. Anoche llegó Paula, yo estaba en el cuarto y pude escuchar todo lo que hablaban… ¡Amigo, le erraste fiero! Escuché todo lo que pasó en realidad entre Julieta y ella ¿qué te dijo para la trataras a Paula así?


     Mi amigo me contó todo lo que Pau le había contado a Zaira y yo le conté la versión que me había dado Julieta. Me quería morir, sentía que me había tirado a un pozo solo con mi reacción, me sentía un estúpido por haberle creído a Julieta y peor aún por no haber escuchado a Paula… Un nudo en mi garganta y una presión en el pecho se hicieron presentes con una culpa como nunca antes sentí en mi vida…


Hernán: ¿cómo pudiste creerle? Siempre te manejó como quiso cuando estuviste con ella, es una turra, una mosquita muerta –mi amigo no hacía más que seguir torturándome, me lo merecía…

Pedro: ¡Es que no sabés cómo estaba! ¡Cualquiera le hubiera creído! –traté de defenderme…

Hernán: ¡No te escudes en eso! ¡Vos elegiste creerle! Ella siempre hizo lo que quiso con vos ¡Gracias a Dios te alejaste de ella! No hacía más que retenerte con mentiras, ¿Necesitas que te haga acordar? – Hernán tenía razón, él padeció toda mi relación con Julieta ¡Se odiaban! Más de una vez me había peleado con mi amigo por su culpa…

Pedro: ¡Soy un estúpido! ¡Te juro que cuando la vea…

Hernán: ¡Ella no es lo importante ahora! –Me interrumpió- ¡Tenés que hablar con Paula y mientras más dejes pasar el tiempo va a ser peor! No sé cómo vas a hacer, sólo te pido que no le digas que yo te conté, igual tampoco te conviene que lo sepa. Es mejor que piense que te diste cuenta solo de la mentira…

Pedro: ¡Pero no le quiero mentir Nan! –sí quería solucionar esto no quería empezar mintiendo…

Hernán: ¡Sí le decís que te conté yo va a ser peor! ¡Pensalo! ¡Tampoco quiero que Zai se entere que escuché todo! –me aconsejó mi amigo, y en parte tenía razón, que Pau sepa que yo no me di cuenta solo iba a ser peor…

Pedro: ¡Está bien! Voy a ver cómo hago para aclarar todo…



     Me despedí de mi amigo y nos deseamos suerte mutuamente. Tenía que volver al set de grabación. En el camino intenté comunicarme con Paula pero no me respondía, lo sabía, no quería ni imaginar lo enojada que estaba, no iba a ser fácil que me dejara pasar ésta. No me quedaba otra opción y decidí llamar a Gege (en dónde finalmente Hernán me dijo que había pasado la noche) Sin darme muchos datos y bastante cortante me dijo que Paula estaba bien y que después de unos ensayos a la tarde iba a pasar por el departamento a buscar ropa. Seguro lo haría antes de que yo llegue. Empecé a hacer llamados averiguando en qué horarios ensayaba…

    Me preocupé por salir lo antes posible del Set de grabación. Quería estar ahí cuando vaya por sus cosas…



    Llegué al departamento y apenas entré pude notar que Paula ya estaba ahí. La campera con la que se había ido anoche estaba en el sillón. La busqué y no la encontré, seguro estaba en nuestro cuarto. Mis nervios empezaron a empeorar y sin dudarlo fui a su encuentro…

    Apenas abrí la puerta la vi de espaldas preparando una valija que estaba sobre la cama con todas sus cosas. Me quedé paralizado con la imagen… ¿se iba a ir?


Pedro: ¡Paula! ¿Qué hacés? –Le dije mientras me paraba cerca de ella, al costado de la cama, la miré, estaba llorando…

Paula: ¿Qué te parece que estoy haciendo? –Me respondió enojada tratando de disimular sus lágrimas…

Pedro: ¡Tenemos que hablar! ¡Por favor! ¡Me equivoqué!- traté de tomarla por el brazo pero se soltó apenas sintió el contacto…

Paula: ¿Hablar? Yo no tengo nada que hablar con vos ¡sí ya tenés todo claro! Si creés que soy tan mierda ¿Por qué no me dejas ir tranquila? –Me dijo sin mirarme mientras seguía acomodando sus cosas…

Pedro: ¡No, amor! no pienso eso ¡En serio! Perdóname ayer me saqué mal y le creí pero me di cuenta que fui un boludo en hacerlo… -Ella no decía nada, seguía concentrada en su tarea como si no me escuchara- ¡No sé qué hacer para que me perdones! Te prometo…

Paula: ¿Qué? –Me interrumpió- ¿qué vas a prometer ahora que después no vas a cumplir? –Me miró fijo a los ojos por primera vez… su mirada no era de enojo, sino mucho peor, de una tristeza y decepción profunda… - me cansé de tus promesas, me canse de que le creas a cualquiera antes que a mí, me cansé que me digas que vas a cambiar y volvés a hacer lo mismo… -cada frase de Paula eran puñales y tenía razón… no podía defenderme en nada. Hice todo mal… lo arruiné todo…



    Otra vez el silencio se interpuso entre nosotros. Ella apartó su mirada de nuevo, revolvía cajones y seguía guardando cosas. Yo estaba petrificado… se iba a ir y yo no podía hacer nada para evitarlo ¿habíamos terminado también? ¡Ya no sabía en dónde estaba parado necesitaba aclararme!


Pedro: ¡Pau, te entiendo! –Mí voz reflejaba mí estado y no podía evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas, tenía miedo, demasiado- Me merezco todo lo que me decís… pero grítame, puteame, insultame, pégame una piña si querés porque me lo merezco pero arreglemos esto ¡Por favor! –le dije suplicándoselo…

Paula: ¿Y vos te pensás que si hubiese alguna forma yo no lo quisiera arreglar? ¿Te tengo que recordar por qué estamos así? –se volvió a acercar a mí, esta vez decidida mientras me miraba fijo…-¡Vos nos pusiste así Pedro! Y decime ¿qué te iluminó para que te dieras cuenta que esa turra te había mentido? Lo que quería es que nos peleamos y vos le diste el gusto ¿Te diste cuenta solo o te lo contó Hernán? –Yo cerré los ojos, no sabía que decirle, no quería mentirle… asentí con la cabeza…

Pedro: Yo quería que hablemos antes de que él me contara porque me había dado cuenta de que actué mal…

Paula: ¡Y no fue hasta que él te contó que te diste cuenta de todo! -Me dijo indignada- ¿Y si Hernán no hubiese estado ahí? ¿Qué creerías hoy, Pedro?- sin esperar que le responda se volvió a alejar unos pasos caminando de un lado a otro…

Pedro: Yo quería hablar con vos, que me cuentes qué había pasado… -Le dije abatido, cada palabra que decía parecía que me enterraba aún más, suspiré, todo mi cuerpo temblaba y ya no pude contener más mis lágrimas, me apoyé en la pared y agaché mi cabeza vencido…- ¡Perdón!

Paula: No hay nada que quiera más que perdonarte, pero no soy Dios. –Me dijo acercándose hasta donde yo estaba- ¿Sabés lo que duele que desconfíen de vos como lo hiciste conmigo? A mí ella también me dijo un montón de cosas, no sé si te habrá contado tu amigo… y no te niego que me hicieron ruido pero a pesar de todo yo decidí creerte- No podía mirarla me sentía sin fuerzas…


    Seguí con mi cabeza mirando el suelo, en realidad la nada misma... No le respondí su pregunta, no tenía argumentos, ni podía tenerlos… Ella me miraba sin decir nada más cuando la siento que me abraza y yo respondí al abrazo al instante como si fuera un reflejo. Comenzó a llorar descargando toda su angustia y yo me quebré con ella también…


    Pasamos segundos, minutos, horas en la misma posición, sin decir nada, yo al menos no quería. No entendía qué era este abrazo que los dos sosteníamos como evitando caer a un precipicio. ¿Era una despedida? El temor de solo pensar en eso me hacía que la abrace aún más fuerte y ella respondía de igual modo… Hasta que la siento hacer fuerza para apartarse, quedamos los dos frente a frente mirándonos hasta que la escucho decir…

    Hola! Cómo están! No saben cómo amo escribir éste tipo de cosas, seguro tanto como ustedes leerlas!!! Jajaja yo avisé que no iba, ni podía ser fácil, la mentira de Julieta y el hecho de que Pedro le haya creído es algo imperdonable. Igual lo último que se pierde son las esperanzas…

    Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también.

    Solo porque no soy tan mala como piensan voy a subir el próximo capítulo mañana, sábado! Sí?

    Les dejo el adelanto del próximo capítulo…

    Sus ojos brillaban como nunca antes los había visto brillar y en ese momento me hubiese gustado estar en su cabeza… saber lo que pensaba, su silencio era eterno y de su respuesta dependía nuestro futuro.