Capítulo 2

Paula: ¡para July! ¡No te vayas! - Agarrándolo del brazo y girándolo de nuevo hacía mí, tratando de buscar su mirada y una vez que la encontré seguí - no te dije nada….
Julián: no hace falta, tu silencio me alcanza para darme cuenta que me equivoqué y lo arruiné todo… -esquivando mi mirada de nuevo.
Paula: no arruinaste nada – tomándolo de la cara para que vuelva a mirarme, lo necesitaba así- en serio, a mí me pasa lo mismo que a vos desde que te ví, también me gustas y támpoco puedo seguir ocultándolo –en ese momento vi como acortaba la distancia que nos separaba, sentí cómo su respiración se mezclaba con la mía, sus ojos fijos en mí, me tomó de la cintura y me besó.

        Fue el beso que terminó de reafirmar lo que sentíamos, nos amábamos, y ya no lo queríamos ocultar. Pasaron 18 meses de eso y desde ese día no nos separamos más, obvio que alguna que otra pelea tuvimos pero siempre alguno dejaba el orgullo de lado y volvíamos las cosas a su cauce. Para nuestros 18 años teníamos una relación madura y estaba segura que no iba a haber nadie más que me haga sentir todo lo que él me hace sentir, nos descubríamos día a día, ni hablar en la intimidad, la que pudimos concretar ¡hace casi 1 año! A veces hasta me imaginaba casándonos o en cómo serían nuestros hijos pero sabía que faltaba para eso. ¡Paso a paso! 

         Ya lista salí de mi habitación, saludé a mi tía que estaba en la cocina avisándole que iba a lo de July, salude a mi primo Juampi que como siempre me hacía alguna gastada. Y si, mi familia son ellos! Mis papas habían muerto cuando yo sólo tenía 7 años, casi no tengo recuerdo de ellos sólo algunas fotos y videos familiares, que hace años que no veo! Mi tía Lupe, hermana de mi papá fue quién se hizo cargo de mi, no tengo hermanos pero Juampi mi primo, hijo de mi tía y su reciente marido fallecido , mi tío Luis,  junto a mis otros 2 primos que viven en España, son toda mi familia. Pero con Juampi (mayor que yo por sólo 2 años) era mi vínculo más fuerte, mi confidente, sabíamos todo el uno del otro, Era lo más parecido a un hermano que podría tener, nos habíamos criado como tal. Con mis otros 2 primos Victoria y Facundo era distinto, ya que eran mucho más grandes y se habían ido a vivir allá hace casi 10 años y ya tenían su familia. Una vez jubilado y enviudado mi tía, mis primos le habían propuesto ir a vivir a España con ellos, pero como toda persona mayor, no se desarraiga fácil de sus cosas, su casa, su país. Así que esa posibilidad estaba descartada. Por suerte porque eso me hubiese traído serios problemas a mí. Ni loca quería irme a vivir allí. Lejos de mi mundo. De Julián.
         Cerré la puerta y me dirigí a la casa de mi novio. Al grito de ¡antes de que oscurezca vuelvo! Respondiendo a lo que preguntaba mi tía y no llegaba a escuchar bien suponiendo que quería saber la hora de mi regreso. Tomé mi celular y le mandé un mensaje a mi novio. 
          “¡Hola Amor! En quince estoy en tu casa” 
          No obtuve respuesta, lo que me pareció raro, pero supuse que no lo había escuchado.
          Llegué a la casa de July, toqué el timbre y esperé. A los pocos segundos me abrió Inés, su mamá, no podía tener más suerte con la suegra que me tocó, era lo más, la adoraba, siempre me trató como parte de la familia y me encantaba cómo cuidaba de nosotros, siempre aconsejándonos cuando veía algo que no estaba bien, pero de buena manera, sin estorbar y con respeto! Sobreprotectora a veces con su hijo, pero me supongo que como toda madre… ¡me encantaría saberlo!

Inés: ¡Hola Pau! ¿Cómo estás? No sabía que venias –me confesó- estaba por llamarte mirá la hora que es y todavía no puedo despertar a tu novio. 
Paula: qué raro el durmiendo hasta ésta hora – mirando mi reloj que ya marcaba las 2 de la tarde- ¡ya se desacostumbró a despertarse temprano!- burlándolo.
Inés: si, es raro… - haciéndome una media sonrisa- igual me dijo que le dolía mucho la cabeza y tiene un humor terrible, le dí una aspirina hace un rato. No quiso almorzar nada. ¡Fijate si lo podés convencer!
Paula: ¡Bueno Inés! ¡Voy a ver qué puedo hacer! – le sonreí y me dirigí al cuarto de July.
Inés: Gracias hija ¡Y que te sea leve!
         Mientras subía las escaleras que me llevaban hacía las habitaciones iba pensando. Con razón no me había llamado ni mandado mensaje por nuestros 18 meses ¡Pobre! ¡Se sentía mal!
         Golpeé la puerta de su habitación y esperé… nada. Golpeé de nuevo y no escuché nada, decidí entrar. La habitación estaba a oscuras, todas las ventanas cerradas a pesar de hacer los 30 grados de enero, me acerqué a su cama y ahí estaba totalmente cubierto por las sábanas! Hasta la cabeza. Me acerqué hasta su cama, lo moví un poco y le hablé.

Paula: ¡hola, amor! Soy yo! ¿Dormís? 
Julián: ¡Pau que hacés! ¡No me grites! Me duele mucho la cabeza – era cierto que estaba de pésimo humor.
Paula: ¡no te grité July! ¡Sólo que no sabía si estabas dormido! –me sinceré.
Julián: ¡Perdón amor! Pero me siento mal, desde que me desperté que no soporto el dolor de cabeza, mi mamá me dio una aspirina pero todavía no hace efecto –me dijo acongojado, él no es de quejarse, si decía que le dolía debía ser fuerte.
Paula: Esperemos un ratito más sino vamos al médico de guardia amor, no podés seguir así, tenés una carita… -acariciándole una de sus mejillas.
Julián: si, mi mamá ya me dijo que si seguía así me iba a llevar a la fuerza..– esbozando una media sonrisa. 
      Me senté en su cama al lado suyo, mientras le acariciaba la cabeza, cómo si mis caricias pudieran aliviarlo un poco. 
      Minutos más tarde se incorporó de golpe agarrándose la cabeza y pegando un grito de dolor que me partió el alma.. 

      

      Acá les dejo el segundo por hoy, se vienen cosas difíciles!!! la que quiera comente que le respondo ;)