Capítulo 53

Capítulo 53


  La reconocí al instante y sentí correr una electricidad por todo el cuerpo… ¿era ella? No podía creerlo, me quedé impactada mirándola, mis lágrimas empezaron a brotar sin permiso… Pedro lo notó…

Pedro: amor ¿qué pasa? ¿por qué llorás? –me preguntó preocupado abrazándome y yo sentía un nudo en la garganta, cargada de emociones…

Paula: yo la conocí a tu mamá… -dije con un hilo de voz, él abrió sus ojos grandes, expectantes a lo que le contara…- era maestra en el colegio donde yo iba…-tomé aire para poder seguir…-la conocí un día cuando estaba en la puerta del colegio… llorando… tenía 11 años, recuerdo que estaba en sexto grado, la pasaba muy mal porque mis compañeros me cargaban siempre por no tener a mis papás… vos sabés lo crueles que pueden ser –lo vi asentir- no miden lo que dicen ni lo que pueden provocar, yo estaba muy triste… plena adolescencia, los extrañaba horrores, los necesitaba y encima ellos me burlaban diciéndome la huerfanita y un montón de estupideces. Ese día me senté en la puerta del colegio antes de irme a mi casa, necesitaba descargar toda esa angustia y en eso siento que alguien me acaricia la espalda –lo noté emocionarse, yo seguí- levanté mi mirada y era ella, tu mamá, Ana. Me preguntó porque lloraba y no sé porque ni cómo le conté todo lo que me estaba pasando. Apenas la conocía, no era maestra mía y sin embargo sentía como si la conociera de siempre, sus ojos me transmitían paz, seguridad, confianza –lo miré…-como los tuyos…-él me sonrió emocionado…- Me habló mucho, me calmó y luego me acompañó a mi casa, estuvo hablando mucho con mi tía ese día. Mis tíos me daban todo, no podía quejarme de ellos pero tal vez buscaban llenarme de actividades, clases de danza, inglés, canto, para que no note la ausencia de mis padres, cuando yo necesitaba otro tipo de contención. A partir de ese día todo cambió para mejor, mis tíos entendieron que hacían mal en querer tapar lo que me pasaba y comenzaron a hablar más conmigo, a estar más pendientes… también tu mamá habló de lo que pasaba conmigo en el colegio y hubo una reunión especial, todo cambió después. Mis compañeros me empezaron a tratar de otra manera, respetando mi dolor, hasta pude hacer amigos… y todo se lo debía a Ana, ella siempre estaba al pendiente de mí, siempre que me veía se acercaba a hablarme o simplemente a darme un chocolate, la adoraba… Después me cambié de colegio en el secundario y no la volví a ver…

Pedro: ¡te conocía Pau! –yo asentí emocionada…-¡no sabés lo feliz que me hace que la hayas conocido!

Paula: cada vez creo más en tu teoría de que ella me buscó, me encontró y nos cruzó en nuestros caminos-él sonrió y nos abrazamos muy fuerte… seguimos viendo fotos y videos juntos, con una sonrisa enorme en nuestros rostros, divirtiéndonos, acompañándonos…

   Improvisamos juntos la cena, no podíamos dejar de mimarnos y de sonreír. Haber descubierto que Ana y yo nos conocíamos de antes nos sorprendió mucho. Pedro seguía callado pero ahora con una sonrisa en su rostro. Lo notaba pensando, tal vez rebobinando todo lo que le conté. Cada rato venía a abrazarme por la espalda mientras yo terminaba de hacer la salsa y depositaba un beso en mi cuello y me decía te amo, yo lo miraba divertida y le respondía yo más, para que luego él se vaya a terminar de hacer lo suyo, ordenar la mesa para poder cenar y acomodar un poco el desastre que era su casa.

  Después de cenar nos fuimos a su habitación, en donde nos unimos en el acto de amor más puro, lo necesitábamos, era como cargar energías… su cuerpo y el mío una vez más hicieron su magia, entre besos, caricias y gemidos, perdiendo la noción de todo y de todos. Solo él y yo…

  Caímos rendidos, exhaustos por la pasión. Sin dejar de besarnos nunca. Apoyé mi cabeza sobre su pecho y él se dedicó a acariciar mi pelo como hacía siempre y amaba que hiciese, poco a poco el sueño se apoderaba de mí…

Pedro: ¿estás con sueño amor? ¡ya te estás durmiendo! –levanté mi cabeza para mirarlo a los ojos divertida…

Paula: ¿qué? ¿vos tenías otros planes? –le dije seria y él echó una carcajada.

Pedro: ¿qué otro plan puedo tener estando los dos acá, en mi cama, desnudos? ¡qué poco aguante Chaves! –abrí grande la boca sorprendida por la insinuación y los modos de mi novio…

Paula: ¿te parece? –y sin previo aviso me subí encima suyo… si lo que quería era desafiarme caí en su juego, y me encantaba…


   Todo el sueño que tenía se disipó al instante que empezamos a besarnos con pasión, a recorrer con caricias nuestros cuerpos, como si no los conociéramos… del que no nos cansábamos de explorar… Él se dejó amar, yo llevaba las riendas esta vez, como alguna que otra antes… Amaba llenarlo de placer, de llevarlo al límite, de jugar con él… amaba sentirme suya y sentirlo totalmente entregado.



   No se puede explicar con palabras todos los sentimientos que él provoca en mí. Solo sé que jamás me sentí más plena, más mujer, más feliz como me siento al lado de Pedro… Una vez que finalizamos juntos, busqué su mirada…

Paula: ¿esto era algo de lo que tenías planeado? –le dije aun agitada…

Pedro: ¡no! Es mucho mejor, ¡creo que no tengo tanta imaginación! –me dijo casi sin voz, cansado… le sonreí y lo llené de besos.

Paula: y ahora ¿te sigue pareciendo que tengo poco aguante?-mientras lo miraba fijo…-él se dedicó solo a sonreír y me dijo susurrando al oído…

Pedro: ¡qué fácil que es convencerte de hacer lo que yo quiera! –lo empujé haciéndome la enojada y comenzamos a reír. Pedro me abrazó fuerte y volví a buscar su mirada

Paula: yo me dejo convencer de lo que quiero…-le confesé y volvimos a besarnos, poco a poco me volví a acomodar en su pecho, el lugar más cómodo del mundo. Dormir así con él era ya costumbre todas las noches, a veces conversando sobre nuestro día, otras mirando la tele o mirando alguna película o simplemente así en silencio después de hacer el amor…

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   Me desperté sobresaltada con el ruido del teléfono de la casa de mi novio. Intenté despertarlo pero era imposible, solo refunfuñaba y se volvía a acomodar, me levanté ante la insistencia del llamado. Antes observé mi reloj, las 10 de la mañana y atendí la llamada…



XXX: ¡hola Pepe! –escuché decir a una mujer del otro lado, y una sensación extraña recorrió todo mi cuerpo ¿qué hacía una mujer llamándolo a mi novio a su casa? Sin responderle nada aun insistió- ¿Pepe estás ahí? –¡encima le decía Pepe!



Paula: ¡hola! PEDRO está dormido ¿quién sos? –la increpé de mala gana, mis celos afloraron sin tapujos…



   Hola!!! cómo están??? yo genial!!! ustedes no sé!!! quién lo llamó a Pedro??? relajen el lunes se van a enterar!!! les gustó lo de Ana y Pau??? a mí me encantó, se me ocurrió un día que ellas tendrían que haberse conocido y me pareció un lindo modo, no?

   Bueno, ya saben que pueden dejar sus comentarios. La que quiera que le avise cuando suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau. Gracias de nuevo por todos los comentarios que dejan ya saben me incentivan a seguir escribiendo :)

   Les dejo el adelantito para el lunes...

  

   Me fui hasta el cuarto y ahora con más insistencia lo logré despertar después de sacudirlo, ni un terremoto parecía poder despertarlo…

Pedro: ¡pará Pau! –me dijo enojado.

Paula: pará ¿qué Pedro? Ya es hora de levantarte… hoy tenemos programa!!!- hoy estaba de invitada a LCDS y todavía tenía que decidir que ponerme en mi casa.