Capítulo 109

Capítulo 109



Paula: ¡Hola, Pepe! –Escuché la voz de mi novia totalmente quebrada, estaba llorando y el pánico se apoderó de mí.

Pedro: ¡Amor! ¿Qué te pasó? ¿Por qué llorás?

Paula: ¡Julián, Pepe! –La escuché volver a llorar y sentí que la sangre me hervía.

Pedro: ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo ese HDP?


Cuenta Paula…


     Bajé del taxi en frente del bar, minutos después de las 12. Llevaba mi bolso con todo lo necesario para cambiarme ya que a las 2 tenía ensayo de Rock que me tenía a mal traer. Me encantaba el ritmo pero los trucos me daban pánico y el jurado estaba muy exigente. Vanesa había modificado la coreo al notarlo y con Pablo hacíamos nuestro mejor esfuerzo.

    El haber hablado con Pedro me había dejado más tranquila. Ya estaba pensando en no venir. No soportaba discutir con él, y menos si en el medio estaba Julián. Por suerte había reflexionado y se dio cuenta de que su reacción había sido exagerada, y a la vez lo entendía, por eso no quería hacer nada que pudiera preocuparlo y había desistido de venir, aunque supiera que no corría riesgos. Por suerte aclaramos todo y ni bien termine de hablar con Inés, lo llamaría. ¿Qué sería lo que tenía para decirme? Por suerte estaba a minutos de saberlo.


    Entré al bar y busqué con la mirada a Inés. La vi sentada en el fondo, sola, de espaldas, pero era imposible no reconocer su cabellera rubia.

    Saludé al grupo de técnicos que hablaba animadamente en una mesa y otro de bailarinas que estaba en la otra punta. Al escuchar mi voz, Inés se dio vuelta para mirarme, sus ojos celestes conectaron con los míos. Era increíble verlos, me hacía recordar a los de su hijo. Él se los había heredado.

    Me acerque a la mesa donde estaba sentada.



Inés: ¡Hola Paula! –Se levantó para saludarnos con un beso y un rápido abrazo, y volvió a sentarse, yo lo hice delante de ella- ¡Gracias por venir! –Me dijo y el brillo en sus ojos delataba emoción.

Paula: ¡Hola! ¡No veía por qué no iba a hacerlo! –Mentí, había varias razones en realidad…

Inés: Es que debes estar con tu agenda tan cargada ¡Es increíble todo lo que te está pasando! Me alegra verte tan bien- Me dijo sincera mirándome a los ojos. Y ella era así, difícilmente saliera de su boca algo que no quisiera decir.

Paula: ¡Gracias, Inés! Es una locura, pero muy linda-Le sonreí y ella volvió a mirarme con un dejo de tristeza.


    En ese momento nos vinieron a tomar el pedido. Nada elaborado, solo un tostado y una gaseosa ya que después tenía ensayo, igualmente con la ansiedad tenía el estómago cerrado, ella pidió lo mismo. Después de hacer unos comentarios sobre el lugar, algunos cuadros que había en él, entre otras cosas, me dijo.


Inés: No te quiero hacer perder tiempo- Dijo de golpe y sus ojos se llenaron de lágrimas como si hubiesen estado ahí todo este tiempo esperando ser liberadas- Te tengo que contar algo…-Sus lágrimas ya caían sin control y su voz estaba totalmente quebrada, me partía el alma verla así aun sin saber por qué.

Paula: ¡Sí, Inés! Decime ¿Qué pasa? ¿Te puedo ayudar? –La tomé de las manos tratando de contenerla, su angustia era devastadora y me preocupaba verla así, solo la había visto en ese estado cuando… preferiría no recordar esos momentos.

Inés: Hace más de 6 meses que le volvieron a detectar cáncer a Julián… -Me dijo con un hilo de voz, y todos esos recuerdos vinieron a mi mente sin permiso ¡Esa pesadilla otra vez! y siguió- en el mismo lugar que la primera vez… Estuvo en tratamiento, internado casi todo este tiempo, fue arrasador…- ¿Fue? ¿De qué habla? Rompió en llanto y me levanté de mi silla para sentarme en la que estaba al lado de ella, mis piernas temblaban, mi cuerpo temblaba, la abracé y no pude contener mis lágrimas-Los médicos me dijeron que ya no pueden hacer nada, Pau… Mi hijo se muere…-Me confesó mirándome a los ojos, totalmente abatida, volví a abrazarla… sin saber qué decir, qué hacer… No hay palabras ni acciones en este mundo que alivien tanto dolor…

Paula: ¿Él lo sabe?-Pregunté después de unos minutos cuando vi que se tranquilizaba un poco.

Inés: ¡Sí! Ayer decidimos con los médicos que era hora de contárselo… ya no hay quimios… solo le dan morfina para aliviarlo… Su reacción fue tan… sorprendente. Solo dijo que lo sabía-Sus ojos eran una catarata de lágrimas, y yo no podía contener las mías. No sabía que sentimientos me invadían, o sí, una profunda tristeza… ¡Otra vez vivir esto! Pero ahora ya sin esperanzas…

Paula: ¡Lo siento tanto! –Le dije sincera y ella me agradeció con la mirada- ¡No es justo que esté pasando por esto!

Inés: No- Suspiró, como queriendo acomodar su cabeza- La razón por la que estoy acá es para pedirte algo-Asentí sin pensar- Julián quiere despedirse de vos… me lo pidió ayer-Abrí mis ojos grandes. No sabía que decir al respecto ¿Verlo otra vez? ¿Así?- Yo sé todo lo que pasó, él me lo conto… -La miré confundida.

Paula: ¿De qué hablás, Inés?

Inés: De lo que pasó la última vez que se vieron… de lo que quiso acerté-Me dijo avergonzada agachando su mirada- No es para justificarlo… él no estaba bien. Ese día se había enterado de su enfermedad… se lo habían confirmado… estaba enojado con el mundo y cometió el error de ir a buscarte…-Le hice señas de que pare… sí, se lo había contado.


   Los recuerdos de ese día vinieron a mi mente, recordé lo demacrado y triste que lo había visto. Cada palabra que me dijo "Quería Sentirte mía por última vez… " "¿No nos merecíamos despedirnos de otra manera?" y el enojo con que reaccionó después de rechazarlo. Sentí un escalofrío recorrerme por completo de solo traer esas imágenes de nuevo en mi memoria, era como si las hubiese sepultado… como si no quisiera creer que haya pasado… Tal vez porque no lo creía, porque no lo imaginaba capaz de hacer algo así. Y ahora trataba de entenderlo… aunque no lo justificaba.


Paula: ¡No sé qué decirte! –Le dije avergonzada sin saber qué hacer.

Inés: ¡Te entiendo! Él está… siempre estuvo arrepentido de lo que hizo… nunca se animó a acercarse a vos de nuevo… ni tampoco pudo-Agachó la cabeza- Pero me pidió que venga a hablar con vos… quiere verte…-Me miró casi suplicándome- Es tu decisión y sea cual sea estás en tu derecho pero por lo lindo que tuvieron alguna vez. Yo sé que lo quisiste mucho…-Yo la escuchaba sin dejar de llorar… no me imaginaba verlo de nuevo y menos así… pero no podía negarme.

Paula: ¡Tranquila! Voy a ir. Si es lo que él quiere lo voy a ir a ver- Le dije segura.

Inés: ¡Gracias, Pau! No sabés lo que te agradezco, verte le va a hacer bien-Me dedicó una sonrisa en medio de su profunda tristeza.


    Arreglé sin pensar para poder ir a verlo al día siguiente a la clínica donde estaba internado y nos despedimos. Salí del bar y me fui directamente a Ideas.

    Sentía que flotaba, mi cabeza me daba vueltas y traté de mantener la calma. Saludé a cuanta persona crucé en mi camino como lo hacía siempre y agradecía haber tenido en mi bolso el estuche con mis lentes oscuros. Fui hasta los baños que están cerca de donde minutos después ensayaría, para cambiarme… en realidad mi idea era otra, tenía la necesidad de descargar toda la angustia que me había provocado la noticia…

    Entré al baño y recordé la promesa que le hice a mi novio y no quería preocuparlo. Lo llamé varias veces pero no atendía, seguro estaba en plena grabación y sabía que en cuanto viera que intenté comunicarme me llamaría. Necesitaba oír su voz, necesitaba su paz y sin pensar rompí en llanto.

    Recordé cada palabra de Inés, verla así de angustiada, pensar en Julián así de nuevo. No podía creer que su miedo más grande se hiciera presente de nuevo y ya no tenga más posibilidades de darle batalla.

    No podía imaginar todo lo que habrá sido para Julián enterarse y yo no estuve con él para acompañarlo… de golpe apareció la culpa que se sumaba a todos los sentimientos de dolor y angustia de pensar que su vida se apagaba.

    Todo lo que pasó el último tiempo con él se había borrado y en mi pecho ya no había resentimientos solo cabía el dolor.

    Escuché que mi teléfono comenzó a sonar y no podía reaccionar, sentía que la voz no iba a salirme. A los pocos segundos volvió a sonar y al tercer intento, sabiendo que se trataba de Pedro atendí.


Paula: ¡Hola, Pepe! –Le dije sin poder contener mi angustia.

Pedro: ¡Amor! ¿Qué te pasó? ¿Por qué llorás?-Reaccionó preocupado.

Paula: ¡Julián, Pepe! –Pude decirle y volví a quebrar.

Pedro: ¿Qué pasó? ¿Qué te hizo ese HDP? –Me dijo enojado y entendí que pensaba que me había hecho algo.

Paula: ¡Pará, amor! Julián se está muriendo… tiene cáncer de nuevo… los médicos ya no pueden hacer nada- Escuché el silencio del otro lado unos cuantos segundos.


    Le conté a mi novio, como pude, todo lo que me contó Inés sobre la salud de Julián, la confesión que le hizo su hijo y su pedido de verme…


Pedro: ¿Y qué pensás hacer?-Y su tono era extraño, no podía identificar por teléfono si estaba de acuerdo o no, pero eso no cambiaría mi postura, ya había dado mi palabra.

Paula: Mañana voy a ir a verlo-Otra vez el silencio se hizo presente entre nosotros hasta que habló.

Pedro: ¡Me parece bien! –Me dijo y escuché que lo estaban llamando- ¡Amor, tengo que dejarte! Después seguimos hablando ¿Venís a casa, no?- Y recordé que como cada viernes debía ir a su casa como habíamos acordado (entre semana en la mía y los fines de semana en la de él). Pero hoy solo necesitaba ir a mi casa y pensar… llorar, prepararme para lo que me toca hacer mañana.

Paula: Esta noche prefiero quedarme en casa- Le dije insegura.

Pedro: ¡Entiendo! Voy allá cuando termine, entonces-Me dijo rápido y reaccioné.

Paula: Mejor nos vemos mañana, ¿Sí?-Creía que verme llorar por Julián era algo que Pedro no podría tolerar y no quería que termináramos discutiendo. Necesitaba desahogarme.

Pedro: ¿Estás segura? –Me dijo sorprendido.

Paula: Sí-Sí, mentí, ahora no estaba segura de nada, no sabía si quería estar sola esta noche, pero lo hacía por él, solo por él.

Pedro: ¡Está bien! –Y noté que no estaba contento con mi decisión…



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    Llegué a casa cansada como si hubiese corrido una maratón. El ensayo había sido complicado, Vanesa me reclamó que haya estado tan dispersa y tuve suerte de que no terminé quebrada en el suelo al hacer los trucos. Y para colmo tuve que ir a terminar unas fotos que me habían quedado pendientes para una campaña y  que  ya había postergado antes. Agradecía el trabajo de las maquilladoras, no sabría qué iba a ser de mí sin ellas.

    Apenas atravesé la puerta y la cerré, exploté en llanto, estaba conteniéndolo todas estas horas y me dolía el pecho por la presión que hacía en mí. Arrojé mi bolso en la mesita que hay en la entrada y me dejé caer en el suelo abatida, apoyando mi espalda en la pared, sin poder dar un paso más...


     Había perdido la noción del tiempo. No podía dejar de llorar. Mañana debía volver a ver al hombre del que alguna vez estuve enamorada. Mi primer amor… el que me hizo mujer. Venían flashes a mi cabeza de los momentos que vivimos juntos  y estaba enojada con el mundo por no darle otra oportunidad para que pueda ser feliz.

     Pensé en llamarlo a Juampi pero la diferencia horaria no me lo permitía. Aparte él no sabe parte de la historia. Jamás le conté de mi último encuentro con Julián y tampoco quería hacerlo… ya no tenía sentido que sepa todo aquello.

     Ya no podía más con mi llanto y noté que aún seguía en el suelo con las luces apagadas. El sol, que cuando llegué entraba por las ventanas, ya había desaparecido. Como de a poco iba desapareciendo la vida de Julián… Otra vez rompí en llanto cuando escucho las llaves en mi puerta…

     Hola! ¿Cómo están? Yo bien! Creo que no puedo decir nada al respecto de lo que escribí, solo que siempre supe que esto iba a pasar, el final de Julián estaba escrito en mi cabeza desde siempre. Y a las que leyeron desde el principio sabrán que siempre le di un lugar especial. Muchas lo habrán odiado pero yo no. Les comento que cuando empecé a escribir esta novela (allá lejos y hace tiempo) era él el protagonista, pero cuando pensé en adaptarla tuve que darle un giro a todo. Nunca, jamás hubiera sido capaz de hacerle pasar a Pedro por todos esos padecimientos, entonces surgió el cómo incluirlo, ¿se entiende? Y ahora debo cerrar su historia y me veo obligada a hacerlo con respeto, es un tema delicado, espero que lo disfruten igual. Gracias!



   Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también.

    Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré en cuanto pueda. No prometo día. Gracias por la paciencia.



    Lo vi entrar a Pedro y al estar la casa a oscuras, encendió la luz. Recién ahí me vio y me miró asustado… triste. Se acercó hasta mí y se arrodilló al lado mío.


Paula: ¡Estás acá! –Le dije con un nudo en la garganta y él se dedicó a acariciarme la cara.

Pedro: Sabía que estabas mal… No quería dejarte sola… ¡No podía! Ya sé que me lo pediste pero déjame que te acompañe…