Capítulo 111

Capítulo 111



Inés: ¡Los dejamos solos!- Julián miró a su madre y luego a su amigo, como agradeciendo, separando unos segundos sus ojos de los míos.


    Luego escuché que la puerta que estaba de espaldas a mí se cerraba, estábamos solo él y yo. Volvió a mirarme y me dijo…


Julián: ¡Hola, hermosa! –Y esas palabras bastaron para que me desmoronara... Era así como me decía cuando éramos adolescentes… cuando éramos novios. Mis ojos ardían terriblemente y me esforcé por dejar escapar mi voz.

Paula: ¡Hola! -Me hizo señas para que me acerque y así lo hice. Me paré al costado de su cama y me agaché, ya que él estaba sentado, a darle un beso en su mejilla y después nos abrazamos. Apenas sentí su cuerpo tan frágil, comencé a llorar.

Julián: ¡No llores, por favor! No me gusta verte así-Y no podía evitarlo.

Paula: ¡No es justo esto! –Le dije entre lágrimas.

Julián: ¡Tranquila! Sabés que siempre estuvo la posibilidad ¡Ya lo acepté! ¡Por favor!- Traté de componerme y nos separamos, me senté en la silla que estaba al lado de su cama y recién ahí me di cuenta que tenía mis manos aferradas a las suyas, él sonrió- ¡Gracias por venir! Pensé que no ibas a querer hacerlo… después de lo que hice… -Agachó su cabeza apenado.

Paula: ¡No! No te tortures con eso… yo ya lo olvidé. –Le dije segura tratando que vuelva a mirarme.

Julián: ¡Yo no! No pude perdonármelo. No me va a alcanzar la vida para hacerlo… ¡Perdón! Ese día veía todo tan oscuro, no es que ahora vea todo con claridad-me sonrió aferrándose fuerte de mis manos y me miró a los ojos de nuevo- Pero necesito irme en paz… -Sus ojos brillaban sinceros, puros y tan tristes- era un asunto pendiente pedirte perdón-Suspiré sin poder decirle nada, sentía una presión en el pecho constante, era demasiado para mí- por eso quise que vinieras. Le conté a mi mamá lo que había hecho… fue difícil, pero tenía que hacerlo, tenía que contárselo- Levantó los hombros como pidiendo disculpas.

Paula: ¡Está bien! Pero en serio, quédate tranquilo, no quiero que hablemos más de esto ¿Sí? –él asintió inseguro. Se notaba que quería hacer un discurso para disculparse pero no lo necesitaba, ya no.

Julián: ¿Pedro sabe que estás acá? –Me sorprendió el cambio rotundo de tema.

Paula: ¡Sí! Lo sabe.

Julián: No quiero saber cómo se puso al saber que venías acá…- Me dijo apenado.-Seguro no habrá querido que vinieras.

Paula: ¡Para nada! Él no es así, todo lo contrario, hasta quiso acompañarme-Le dije sonriendo como cada vez que hablaba de mi novio, él me escuchaba atento.

Julián: ¿Lo amás mucho, no? –Y me sentí incómoda con la pregunta, él me miraba fijo ¿Realmente quería escuchar esto?

Paula: Mucho, lo sabés. Te lo dije una vez y las cosas no cambiaron-Le dije sincera sin querer ahondar es detalles, Pedro era más que mucho, era mi vida entera, pero él no era una persona a la quisiera contárselo aunque ya lo había gritado a los 4 vientos semanas atrás. ¿Lo habrá visto? No quiero imaginar lo que fue para él sí lo hizo.

Julián: Aunque no lo creas, me deja tranquilo saber que encontraste al verdadero amor de tu vida…

Paula: No está bueno que hablemos de esto…-Lo interrumpí.

Julián: ¿Por qué, no? Pau yo ya acepté la realidad, siempre supe que esta mierda iba a volver por mí. Lo sabés… era mi miedo eterno… Aunque nunca pensé que tan rápido...  Por eso te alejé de mí una vez- No podía estar escuchándolo hablar así, tan entero y seguro- para protegerte… Y sí, miles de veces pensé en ir a buscarte a España, no había día en que no pensara en vos… ¡Nunca dejé de amarte! Pero no me animé porque no quería atarte a un futuro con esto. Pero cuando volvimos a vernos me olvidé de todo y pensé que la vida me iba a dar otra oportunidad…

Paula: ¡Volví por esa oportunidad, lo sabés! –Lo interrumpí.

Julián: Sí. Pero tal vez el destino tramaba otra cosa... Tal vez solo debía traerte de nuevo acá para que te encuentres con él- Sonreí, era cierto si no hubiera vuelto y dejado todo por él, nunca hubiese conocido a Pedro- Me alegra que en parte sea responsable de eso- Me dijo burlándome y reímos los 2. Él era tal cual lo recordaba y parecía que no tenía el fantasma de la muerte pisándole los talones.

Paula: ¡Es cierto! – Se puso serio de golpe, el dolor se vio reflejado en su rostro- ¿Estás bien? –Él asintió no muy convincente- ¿Querés que llame a la enfermera?

Julián: ¡No, no! Ya más de lo que hacen no pueden hacer- Me dijo triste y se me hizo un nudo en la garganta de nuevo.

Paula: Me hubiese gustado que las cosas sean distintas… haberte acompañado en esto.-Le dije mirándolo a los ojos, era cierto.

Julián: ¡No, Pau! Es horrible todo esto. No me gusta hacer sufrir a los que quiero ¿Sabés lo que es ver a mi mamá todos los días? A mis amigos… no hubiera soportado que lo pases vos también…

Paula: ¡Eso lo tengo que decidir yo! ¡Ya no tengo 18 años! Esta vez déjame acompañarte… Quiero acompañarte-Le dije sin darle oportunidad de negarse.

Julián: ¿Estás segura? –me preguntó incrédulo.

Paula: Muy.-Le dije segura dándole veracidad a mi palabra, aunque dentro mío estaba aterrada. Sabía que no iba a ser fácil.

Julián: ¿Y Pedro no se va a molestar de que vengas acá? –Me dijo preocupado-No quiero que pelees con él por mí.

Paula: No, ya te dije que no, quédate tranquilo con eso-Le dije sonriendo y apretándole fuerte las manos que aún seguían unidas a las mías.

Julián: Me gustaría disculparme con él también… ¿querrá venir?

Paula: ¿Otro asunto pendiente? –Asintió- estoy segura que va a venir.


    Pasamos el resto de la tarde hablando de todo un poco. Al rato se unieron a nosotros Inés y Cristián, Lina ya se había ido, creo que no estaba feliz con que estuviera allí, ojalá algún día entienda cómo son las cosas… aunque no la culpaba, el amor por Julián la había cegado y a pesar de que él había sido claro con ella, no quiso entender y siempre esperaba más que su amistad. Al menos era lo que me había dicho él. Nunca quiso hablar conmigo. Y ahora tal vez sea el momento, ella tampoco debe estar bien…

    El horario de visita era ilimitado y cuando caía la noche decidí que era hora de marcharme, me despedí de Cristián y le di un fuerte abrazo a Julián,  prometiéndole que volvería al otro día y trataría de resolver el asunto pendiente. Sonrió y los dejé ya que Inés me acompañó hasta afuera.

Inés: ¡Gracias, Pau! Hace mucho que no lo veía a mi hijo así- Me dijo abrazándome de golpe, se separó y me miró a los ojos- Le hizo bien verte, sabía que iba a ser así-Me dijo agradecida y emocionada.

Paula: Gracias a vos por hacer que venga… por dejar que lo vea, a mí también me hizo bien, hablamos mucho. Voy a volver mañana-Le prometí y ella agradeció de nuevo.



    Apenas salí de la Clínica, busqué mi celular. Tenía un par de llamadas de Pedro y un mensaje “¿Todo bien, amor?” antes de tomar un taxi miré el reloj, ya terminó el programa y lo llamé.


Pedro: ¡Hola, amor! –me dijo y noté preocupación en su voz.

Paula: ¡Hola, amor! Perdoná que no te respondí antes, recién salgo de la clínica-le dije tranquila.

Pedro: ¿Todo bien? ¿Cómo estás?-Su voz llena de amor me conmovió.

Paula: Con ganas de verte y que me llenes de besos- Le dije con un nudo en la garganta y lo más sinceramente posible, lo necesitaba y lo escuché sonreír.

Pedro: Sus pedidos son órdenes. Estoy saliendo del canal. ¿En tu casa o en la mía?- Me preguntó tranquilo.

Paula: en la tuya. Nos encontramos allá.



Cuenta Pedro…



   Corté la llamada con Pau y fui a buscar mi bolso a camarines, cuando me la crucé a Zai que salía del suyo y se estaba yendo.



Zarai: ¡Pepe! ¿Y hablaste con Pau? –Me preguntó preocupada.

Pedro: Sí, recién me contestó las llamadas.-Le hice señas de que me esperé. Agarré mi bolso y salí de mi camarín para salir con mi amiga.

Zaira: ¿Y? ¿Cómo está? Es increíble lo que me contaste. No estoy 3 días y pasa todo esto- Hace 3 días que Zaira había estado haciendo una campaña en Uruguay y no estaba enterada de nada, sonreí forzado.

Pedro: Mucho no hablé, pero sé que no está bien… es difícil todo esto. Necesita muchos mimos.-Me miró sonriendo.

Zaira: Qué lindo que la contengas… que estés con ella cuando más te necesita.-Le sonreí- Cuando llegue a casa la llamo y mañana voy a verla ¿Sí?- Íbamos caminando hasta la salida.

Pedro: ¿Querés que te lleve o vienen a buscarte? –Su cara cambió rotundamente.

Zaira: ¡No ¿Me alcanzas? Estamos peleados con tu amigo…-Me dijo agachando la cabeza, apenada.

Pedro: ¿Con Nan? ¿Qué pasó?

Zaira: Nada, tenía que venir ayer y le avisé que por la lluvia no habíamos podido terminar las fotos y que venía recién hoy y ¡No sé! Se enojó…-La miré incrédulo ¡Qué raro de Nan! –Como si él no supiera como es este trabajo.

Pedro: ¡Qué raro de mi amigo! A veces es medio retobado pero es buen pibe- Me miró y levantó los hombros, no sabía qué decirle ¿Para qué pregunté?- ¿Vamos?

Zaira: Dale- Cuando salíamos Zaira tropezó con sus enormes tacos y tuve que agarrarla para que no termine en el suelo. Reímos y se colgó de mi brazo para ayudarse a parar en eso apareció Hernán.

Pedro: ¡Hola Nan! –Lo saludé como siempre a mi amigo.

Hernán: ¡Hola! –Dijo serio mi amigo, sin mirarme. Tenía su vista fija en Zaira. Me sentía incómodo con la situación, hasta que ella habló.

Zaira: ¡Hola! –Le dijo igual de seria que él. Y sabía que estaba de más.

Pedro: ¡Bueno! Los dejo solos- Saqué las manos de Zaira de mi brazo sin que ella opusiera resistencia y los saludé. El clima era tan extraño, algo estaba mal… después hablaría con mi amigo. Ahora tenía otra cosa más importante qué hacer, seguro era una peleíta de pareja ¡Sí sabré de eso! Hernán está hasta las manos con Zaira, sea lo que sea lo van a saber arreglar.


    Salí del canal y me fui a mi departamento lo más rápido posible quería llegar a él antes que mi novia.


    Llegué  y Pau todavía estaba en camino. Por suerte la señora que limpiaba había dejado la casa impecable y más que ocuparme de la cena no tenía para hacer. Delivery sería una buena opción. Esperaría a que llegue ella para preguntarle qué pediríamos.

    A los pocos minutos la escucho llegar y fui a recibirla.



Pedro: ¡Hola, amor! –La abracé fuerte ni bien puso un pie en mi casa.

Paula: ¡Hola! –Me dijo y se aferró fuerte a mí, comencé a darle besos en la cabeza y parecía que no tenía intención de soltarse. Noté que lloraba con su cara escondida en mi cuello y yo me dediqué a acariciar su espalda.

Pedro: ¡Tranquila, amor!

Paula: ¡Es horrible todo esto, Pepe! –Me dijo ahogada en llanto. Levanté su cara para mirarla a los ojos.

Pedro: ¡Lo sé! Tenés que ser fuerte… Sé que no es fácil… -La besé suave en sus labios y ella respondió.


    Después de cenar la llamó Zai y se angustió mucho contándole todo lo que pasaba con su ex. Luego nos sentamos en el sofá y ella apoyó su cabeza en mi pecho. Después de un rato así, pude hacer que esté más animada. Llenándola de mimos y conteniéndola mientras escuchaba todo lo que tenía para contarme de su reencuentro con Julián, a veces se angustiaba mucho y me dolía verla así, pero quería contarme así que la escuché. Hasta que la escucho decir…


Paula: ¡Amor, él quiere verte!- Abrí grande los ojos. No me esperaba algo así… No quería hacer eso…

    Hola! Cómo están? Bueno. Me quedó larguito el capítulo. Espero que la charla haya sido lo que esperaban que sea, yo creo que fue lo que debía ser. Y bueno ahora falta saber si Pedro acepta ir. ¿Lo hará?

    Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también.

    Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que trataré de subir el sábado…

Pedro: ¿Qué? ¿A mí?-Me salió decirle.

Paula: ¡Sí, amor! Quiere hablar con vos… pedirte disculpas- Se sentó para mirarme a los ojos, frente a frente… realmente quería que hiciera esto.

Pedro: No, gorda, no es necesario. Está todo bien si vos lo perdonaste y lo entendiste le tiene que alcanzar