martes, 18 de marzo de 2014

Capítulo 144



Capítulo 144


Varias semanas después…


Cuenta Paula…


   Ya habíamos cumplido con Oli nuestro octavo mes juntas. Mi beba crecía día a día, al igual que crecía mi ansiedad por conocerla, mis miedos por el parto y, por sobre todo, mi preocupación porque nazca bien. Sí, mientras más se acercaba la fecha de parto todo eso se iba potenciando más en mí.

   Marisa llevaba un control riguroso de mi embarazo, ya que unos días atrás me había sentido realmente mal, pensamos que Oli quería nacer y habíamos ido a la clínica con el bolso como para internarnos. En ese momento me hallaba sola con Inés, y ella me acompañó a la clínica, Pedro había llegado como loco a la par de nosotras, ya que en ese momento se encontraba en Ideas, trabajando. Pero todo fue una falsa alarma, y después de hacerme algunos controles me regresaron a casa, sin ninguna otra recomendación, que seguir esperando.

   La noticia circuló por los medios, con imágenes de nosotros dentro de la Clínica, obviamente se habían filtrado de algún personal, que seguro obtuvo una buena paga por ellas. Con Pedro decidimos que era mejor cambiar el lugar donde nacería Oli, no queríamos que su nacimiento se emitiera por cadena nacional. Pedro estaba muy reticente a la idea de exponer a nuestra hija, y yo estaba de acuerdo con ello.

   A mí no me quedaba otra que esperar y luchar con mis miedos y la ansiedad… ¿Y de qué manera manejaba todo? Comiendo. Ya no entraba más nada a este cuerpo y aun así mi apetito no se iba. Ya no quería mirar más la balanza, me negaba a verla tocar los 3 dígitos, pero aun así no podía contenerme, y para peor, Pedro no me ayudaba mucho, ya que accedía con facilidad a cualquiera de mis pedidos camuflados como antojos. Mis alacenas estaban repletas de chocolates, golosinas y todo tipo de cosas dulces que me regalaban o que le daban a Pedro para mí y para Oli, y no podía evitar la tentación…


Flash Back…


   Estábamos mirando la tele después de cenar, recostados en nuestro nuevo, cómodo y enorme sofá que habíamos estrenado en nuestro nuevo hogar. Mientras Pedro hacía zapping para encontrar algo para ver yo necesitaba comer algo dulce, me separé de su abrazo y me miró.


Pedro: ¿Dónde vas?

Paula: ¡Voy a buscar algo de postre! Necesito algo dulce- Le guiñé el ojo y sonrió.


    Fui a hurgar en la alacena, eligiendo entre chocolates, alfajores y hasta algunas gomitas que ni sabía que estaban ahí. Con las manos llenas volví a mi puesto.


Paula: ¿Querés? –Pedro giró para verme con todas las cosas en las manos, mientras yo ya masticaba unos de los chocolates que había elegido.

Pedro: ¡No, amor! ¡Igual no te veo con intenciones de convidar! –Y reí con su comentario, sentía que me faltaba el aire cada vez que lo hacía.

Paula: ¡Ya te dije que no me hagas reír mientras como, o respiro o me rio, las dos cosas no puedo con esta panza! –Dejó un beso en mis labios.

Pedro: ¡Es que tenés que verte lo feliz que sos comiendo! –Me burló y yo le golpeé el brazo como respuesta- No, en serio, amo verte así.

Paula: Ya falta poco, después que nazca Oli, tengo que volver a la normalidad. ¡Dios, ojalá pueda! –Ambos reímos.

Pedro: ¡Relajá, amor! Cada cosa a su tiempo, para mí estás hermosa, ¡Ya te lo dije!-Sus ojos no mentían, era cierto, me transmitían tanto amor y seguridad que nada importaba, me acomodé entre sus brazos y me dio un beso, aún más dulce que todas las golosinas del mundo.


Fin del Flash Back


   En estos días llegaban Juampi con Cami y Benja, no veía la hora de que estén acá, de hacer realidad ese abrazo que tanto espero, volver a tener esas charlas cara a cara como cuando éramos chicos con mi primo, mi hermano, mi mejor amigo, mi confidente… A pesar de conectarnos a diario la distancia se sentía, pero faltaba poco para que esa brecha se acorte y pueda tenerlo finalmente aquí, a mi lado, junto con su hermosa familia.

   Con Pedro habíamos estado preparando el cuarto extra que teníamos en nuestra nueva casa para ellos. Cuarto que hasta el momento, no habíamos ordenado, ya que habíamos dejado todo tirado en él. Ahora, finalmente, la casa estaba en orden.

   Nuestro hogar, en el que recibiríamos a nuestra hija. El cuarto de Oli era soñado. Cada rato entraba en él y no podía evitar imaginándomela ahí, en su cunita, con sus juguetes y verla usar la cantidad de ropita que tenía. Todos la esperábamos ansiosos.

   Hoy Zaira había vuelto de un viaje a Italia con Nan, y le había traído bolsas y bolsas con ropita para mi beba, ella era otra que no veía la hora de tener a mi hija en brazos y amaba verla así. Aparte estaba inmensamente feliz… Con Hernán habían decidido dar un paso más a su relación, a su noviazgo formal… iban sucumbir en la convivencia y eso la tenía excitada y nerviosa, la tranquilicé, e intenté darle consejos, aun recordando que nuestra primera experiencia con Pedro no había sido satisfactoria, pero como amiga lo hice igual. Ella se veía tan feliz con él, y él ni hablar con ella.

   Zaira se había hecho tan popular como nosotros y él había pasado a ser el novio lindo de Zaira del que poco saben, solo que era fotógrafo, ya que a Nan no le gustaba la exposición, pero se iba amoldando a ella. Sabía que con Pedro había estado hablando mucho durante este tiempo, aunque mi novio jamás contaba mucho, seguro él sabía de antemano la proposición que iba a hacerle a Zai, y también estaba segura que lo había aconsejado, pero como buen confidente jamás me lo hubiera contado.

   Esperaba a Pedro, me había dicho que estaba en camino y que traía algo para cenar. Hacía minutos que mi amiga se había marchado, después de estar horas hablando. Hasta por teléfono podía sentir lo ansioso que estaba cuando me preguntaba si había alguna novedad… Y es que ya contábamos los días hasta la fecha que nos dieron en la que probablemente nacería, pero sabíamos que podía ocurrir en cualquier momento, mi hija y yo ya estábamos listas para ello.


Días después…


   Nos encontrábamos con Pedro en el aeropuerto, esperando que arribe el vuelo proveniente de Madrid. La espera se hacía insoportable, en mi estado ya no sabía si me cansaba más estar sentada o parada, mi espalda me dolía por el gran peso extra que tenía que soportar.


Pedro: ¡Amor! ¿Por qué no te sentás? –Me dijo mientras acariciaba mi espalda a la altura de mi indefinida cintura.- Parece que el vuelo viene demorado.

Paula: ¡Estoy mejor parada, pero no dejes de hacer eso! –Le dije y siguió masajeando como se lo dije, cuando escuchamos el arribo de un avión… el que estábamos esperando.


   Nos apresuramos para recibirlos lo más que podíamos, ya que por más que me esforzase, mi paso seguía siendo lento. Y allí, entre la multitud los vi, primero a Cami con mi ahijado envuelto en una manta celeste, y pasos atrás lo vi a él, a Juampi y a su sonrisa enorme. Mis ojos ardieron de golpe, y no sé si él se acercó rápido hacía mí, o si yo pude correr finalmente, simplemente sé que, segundo después estuve en sus brazos, llorando de emoción y de alegría.


Juampi: ¡Por fin Pochi! ¡No sabés lo que deseaba este abrazo! –Y yo simplemente podía llorar y seguir llorando. Y así nos quedamos, fundidos en ese abrazo tan esperado, cuando lo siento separarse.- ¡Mirá quién vino a verte!-Me dijo indicándole a su mujer, que nos miraba con lágrimas en los ojos al lado de Pepe que sonreía visiblemente afectado… que dé un paso hacia nosotros, y así lo hizo, cuando estuvo en frente mío descubrió a su tesoro más preciado.

Paula: ¡Benja! –Mi ahijado abrió sus ojitos y yo volví a llorar, muerta de amor cuando note algo así como una sonrisa.

Cami: ¡Creo que reconoció tu voz! –Me dijo entregándomelo- no es de regalar sonrisas- La miré y le agradecí después de darle un abrazo y un beso y tomé a mi ahijado en brazos…

Tan enorme, tan hermoso, con esos ojos verdes tan iguales a los de su padre, tan parecidos a los míos. Después de unos segundos de intercambios de miradas y después de decirle lo mucho que había deseado verlo, siento que alguien vuelve a tocar mi cintura, su tacto familiar me hizo saber de quién se trataba sin necesidad de girar para verlo.

Paula: ¡Es hermoso! –Le dije, y sentí su beso en mi mejilla.

Pedro: ¡Muy! ¡Y te queda hermoso, mi vida! –Levanté mi mirada y lo vi mirarme, con tanto amor, que solo respondí con un beso en sus labios. –Tenemos que irnos, no seas mala anfitriona, deben estar cansados por el viaje.-Reí y caminamos junto a Juampi y Cami, para juntos salir del aeropuerto.

   Llegamos a casa y con Cami preparamos algo para almorzar, mientras hablábamos y hablábamos tratando de ponernos al día con las novedades, Pedro ayudaba a Juampi a instalarse, mientras sostenía a mi ahijado en brazos, tratando de mantenerlo calmado, ya que se retorcía en ellos.

   Terminamos de almorzar y Pedro debía ir a trabajar. En Ideas había mucho trabajo para hacer y no quería faltar, ya que pensaba tomarse los días correspondientes para cuando Oli decidiese nacer, el formaba parte de la parte humorística junto a Josema y a otros más, aparte de La Cocina, junto con Mariano y Zai. Aparte había firmado con Polka para un unitario para empezar a grabar a finales de octubre. En cambio yo, ya no había aceptado ningún otro desfile, ni producción, ni notas, ni nada. Durante estos meses elegí mis trabajos de acorde a mi estado, hice algunas campañas de marcas para bebé, desfile de embarazadas y con Pepe hicimos notas para alguna que otra revista o para algún programa de la productora. Ya había decidido que lo mejor era esperar a Oli en casa, por lo que casi no salía de ella, ni tampoco quise comprometerme después de tenerla con nada, no sabía cómo iba a pegarme la maternidad, pero dudaba que quiera volver al trabajo, por un largo tiempo.



    Después que Pedro se fue y de que Cami decidiera que era hora de alimentar y hacer dormir a mi ahijado, se lo entregué, ya que bostezaba tranquilo en mis brazos, quejándose de vez en cuando, signo de que su apetito se iba despertando.

    Cami abandonó con Benja el living, dejándonos a Juampi y a mí, solos, sonreímos. Podía notar lo feliz que era tanto como deseaba que viera lo feliz que era yo. Se sentó a mi lado, en el lugar que había ocupado Pedro antes de marcharse. Íbamos a tener una charla y lo sabía, como sabía que seguro terminaría llorando a mares…





   Hola! Cómo están? Espero que les guste el capítulo de hoy! Y sí, Juampi no podía faltar en este momento tan especial de ellos. Tenía que estar!



   Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)

   Les dejo el adelanto del próximo capítulo, queda uno más y el final, luego el epílogo, que subiré en cuanto pueda, ya saben que son los últimos y les quiero dedicar más tiempo.




    Regresé a casa lo más rápido que pude, había estado grabando con Jose hasta tarde y no veía la hora de estar con mi mujer y mi beba. Recordé que ya no estábamos solos en casa, nuestros invitados iban a quedarse por unas semanas, tal cual hicimos nosotros cuando nació Benja.

8 comentarios:

  1. Hermoso cap Lau!!!! Muy emocionante. Me da pena que termine. Espero que se te ocurra alguna otra historia tan o + buena que esta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Sil! Pero por ahora me voy a tomar unas largas vacaciones de escribir! :)

      Eliminar
  2. muy lindo cap me encanto ya queda poco te mando besos espero el siguiente

    ResponderEliminar
  3. Mucho amor en estos últimos capítulos! No me quiero imaginar los poquitos que faltan! Creo que empiezo a llorar... Viene lo mas lindo!!
    Creo que ya te lo dije, voy a extrañar leerte!!
    No sigo comentando xq me agarra la melancolía ja!
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lau! sí, mucho amor, no podrían ser de otra manera!!! Fui muy mala en el proceso como para hacerlos sufrir hasta el último capítulo, o no?
      Obviamente viene lo más lindo, los cambios, la vida, etc.
      Ya te dije que ami también me cuesta despedirme de "Veo en ti la Luz" pero algún día tenía que ser!
      Besote!

      Eliminar
  4. Ayyy Lau qué lindo! cuánta emoción! ya se siente el final cerca, y me da mucha nostalgia, voy a extrañar leerte!
    Bello este capítulo, espero que ronde la paz hasta el final y no nos hagas sufrir! jajajajaja
    Y qué lindo, obvio que no podía faltar Juampi acá para el final, ojalá se quede más tiempo de lo planeado;) jajaja
    Espero el próximo, un beso grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lu!!! Son los últimos y hay aroma a final, a mi me da mucha nostalgia despedirme de escribirla también! :´(
      Qué lindo que siga gustando y voy a ver si puedo cumplir con lo que me pedís de no hacerlas sufrir!
      No, no podía faltar Juampi, él siempre fue una pieza fundamental en la historia de ellos! Veremos qué les depara el futuro!
      Besote Lu!

      Eliminar