domingo, 30 de marzo de 2014

Epílogo - SEGUNDA PARTE



LEAN LA PRIMERA PARTE!!!


Epílogo- Segunda Parte.


Cuenta Pedro…


   Con el transcurrir de las horas, nuestra casa se comenzó a llenar. Los primeros en llegar después de Juampi y su familia, fueron Zaira y Hernán. Sí, ellos seguían juntos y no solo eso, desde hace unos meses eran marido y mujer.

   Nuestros amigos se casaron y vivían en nuestro antiguo departamento, el cual le cedimos cuando decidimos mudarnos acá. La distancia era corta, así que no había excusas para que nos juntemos seguido. Ellos estaban embobados con Oli, y como el resto de la familia, la malcriaban en todo, y es que mi hija tiene el poder de convencer a todo el mundo de lo que quiere solo con una sonrisa, nadie se resiste a su hechizo, y menos yo.

   Ellos hace meses que buscaban su primer hijo, pero lamentablemente el milagro se hacía esperar. Ya estaban ansiosos y preocupados y nosotros sabíamos de qué se trataba. Mientras, cumplían con su rol de tíos a la perfección con nuestra hija, tanto así que no tuvimos dudas a la hora de elegirlos como padrinos de nuestra bebita.

   Pau seguía insistiendo con ponerle el nombre de mamá, y creo que ya me está convenciendo. Con el paso de los años, había logrado recordarla sin sentir ese dolor en el pecho sino con una sonrisa. Y todo eso se lo debo a mi familia, a Pau y a Oli, que me llenaban la vida de amor y paz, el dolor había quedado atrás hace tiempo…


   Después, llegaron mi papá con Inés. Ellos ya vivían juntos en Mármol. Pero los tenía más cerca que nunca... no había día en que no llamen preguntando por Oli, y no hacía falta que los llamemos 2 veces, cuando necesitábamos que la cuiden. Eran los abuelos perfectos para nuestras hijas. Mi papá junto a Inés se lo veía completo y según Pau, ella junto a él había vuelto a ser la que era antes. No había dudas que pasarían el resto de sus vidas juntos.

   Finalmente llegaron mis hermanos y mis sobrinos. Delfi y Fran ya estaban más grandes, 12 y 10 años, y cuidaban de los más pequeños con devoción. Se amaban y Oli cada vez que los veía saltaba de felicidad.


   Estábamos esperando la cena. Mi papá había sido el encargado de preparar el asado, que si bien después de tanto insistir había aprendido hacer, cuando él estaba no quería abandonar su puesto. Cosa que agradecía, el calor era insoportable. Mis hermanas se habían ocupado del resto, junto con Cami y Zai.

   En eso la veo a Pau, sentada con las manos en su panza, observándonos a todos y me acerqué hasta ella.



Pedro: ¡Amor! ¿Estás bien? –Le pregunté a la vez que me arrodillaba a su lado.

Paula: ¡Hola, amor! ¡Sí! Solo miraba. –Me dijo y pude notar un brillo especial en sus ojos.

Pedro: ¿Qué pasa amor? –Le dije acariciando una de sus mejillas y me miró.

Paula: ¡Nada! Solo que ver todo lo que construimos todo este tiempo... ¡Me hace tan feliz!- Me dijo dejando escapar una lágrima, la cual sequé en su camino. -¡Mirá! –Me obligó a girar para mirar a nuestro alrededor.


    Observé a nuestra hija corriendo por nuestro parque feliz, mientras jugaba con sus primos y con Moro alrededor de la pileta. Tan plena, con esa sonrisa que iluminaba la oscuridad de la noche. Seguí mirando y vi a todos mis hermanos reunidos conversando con Juampi, Cami, Zaira y Hernán, mientras preparaban la mesa. Más al fondo mi papá con Inés abrazados y hablando cerca de la parrilla. Y entendí todo…



Paula: ¡Ni en mis mejores sueños se me hubiese ocurrido que podía llegar a tener todo esto! ¿Vos sí?- Me dijo mirándome fijamente esperando mi respuesta…

Pedro: Siempre supe que solo a tu lado podía ser feliz… pero... ¿Todo esto? Es nuestro sueño hecho realidad, lo que nos prometimos el día que nos casamos…



Flash Back…



   Mis nervios estaban a punto de estallar. Había llegado hace casi media hora, dando el brazo a mi hermana Luciana que estaba preciosa y feliz, de que por fin su hermanito, el rebelde, dé su gran paso. No dejaba de repetírmelo, y a la vez me había tranquilizado… un poco.

   Había sido una tarde calurosa y ya empezaba a anochecer, digna de fines de noviembre. La iglesia que habíamos elegido era hermosa, pero no creía que más de lo que estarían ellas… 

   Desde ayer que no veía a Pau y a Oli. Mi novia decía que las vísperas a la boda debíamos dormir separados, y eso había sido un carma para mí, no había podido dormir, no solo por todo lo que significaba este día para el resto de nuestras vidas… sino porque las extrañaba. Me moría de ganas de ver a mis princesas, no podía aguantar más.


    Dí la bienvenida a todo el mundo en la puerta de la iglesia, que se había llenado de familiares y amigos... de toda la gente que nos había acompañado durante todo este tiempo. Nadie parecía que quería perderse el acontecimiento. Tuve que lidiar con algún que otro fotógrafo que quiso irrumpir en el templo, pero por suerte, la mayoría respetó nuestro momento, sin mayores complicaciones.


   Una vez que todo el mundo estuvo dentro, ya todos acomodados, la impaciencia comenzó a carcomerme por dentro... hasta que el órgano de la capilla empezó a sonar. Con quince minutos de retraso. Las puertas se abrieron. Junto con todas mis emociones juntas, era una imagen que no quería olvidar jamás...

   Lo primero que vi, fue a Oli, de la mano de Fran y Delfi, haciendo sus primeros pasos hasta el altar. Sí, nuestra hija era la encargada de llevar nuestros anillos con apenas 1 año y 3 meses.

    Oli,  ahora más que nunca, parecía una princesita con ese vestidito que su madre jamás me había dejado ver, de un color rosa pálido y con una cascada de rulos rubios enmarcando su cara, la veía tan contenta, seguro no entendía nada de lo que pasaba y aun así lo hacía increíblemente bien, ayudada por sus primos más grandes.

   Pasos atrás la vi a Paula, fuertemente agarrada al brazo de Juampi, empezó a caminar por el pasillo. La espera había valido la pena... estaba seguro de que no recordaría con exactitud los detalles del vestido que llevaba... pero siempre recordaría lo preciosa que estaba mientras caminaba hacia mí, su sonrisa reluciente, la luz que emanaba de sus ojos y sus mejillas sonrojadas por sus nervios.

   Nuestras miradas se encontraron, y por el gesto que apareció en su cara, supe que estaba intentando contener las lágrimas. Estaba tan embobado mirándola, que no me di cuenta de que ya habían llegado al altar. Juampi se adelantó para abrazarme, y se retiró a su sitio. Le tendí la mano a mi novia, que la agarró temblorosa. Unidos avanzamos unos pasos, hasta quedar enfrente del sacerdote.


Pedro: ¡Estás... –Creo que no había adjetivo para describirla- …preciosa!- murmuré en voz baja, mirándola fijamente.

Paula: ¡Vos también estás hermoso!- balbuceó, sonriendo levemente. Se giró, para entregarle el ramo a mi hermana para que se lo guardara durante la ceremonia.


   Nuestras manos estuvieron unidas durante toda la misa, que gracias a la simpatía del sacerdote, fue amena y no muy larga. Apenas me di cuenta de cuándo llegamos a la parte del consentimiento.

   Mi voz sonó clara al decir el sí, quiero; la de Paula, trémula y temblorosa... observé su cara, y sus lágrimas ya habían hecho acto de presencia. Mi mano secó una que bajaba por su mejilla.


    En el momento en que el sacerdote pidió los anillos, le indiqué a Paula que se girara y mirara al frente; nuestra hija se acercaba con una pequeña almohadilla, donde descansaban nuestras alianzas. Nos agachamos a su altura, para recogerlas.


Paula: ¡Gracias princesa!- le dijo Paula, besándola entre lágrimas. Le di otro beso, y se las entregué al cura. Éste le dio a Paula la mía, y sin apartar sus ojos de los míos, me la puso. Hice lo mismo con la suya, con una sonrisa que no me cabía en la cara. Por fin el cura dijo las palabras mágicas.


Cura: Por el poder que me concede la iglesia,  los declaro marido y mujer. Lo que dios ha unido, que no lo separe el hombre-.En tono claro y seguro.



    Nuestras manos y miradas permanecían fijas el uno sobre el otro. La fui acercando a mi cuerpo, para terminar rodeando su cintura y por fin besar a mi esposa. Sus manos fueron directas a mi nuca y a mi pelo, acercándome más a ella, como tanto amaba que hiciera y que tan loco me ponían. Ni los aplausos de la gente allí reunida consiguieron que nos separáramos en un largo minuto. Tuve que dejarla respirar, así que poco a poco me separé de sus labios, pero nuestras frentes permanecieron unidas.


Paula: ¡Te amo!- susurró sólo para mí.

Pedro: -Y yo a vos, amor... a las 2, y toda la familia que planeo que tengamos juntos- le susurré de vuelta, y viendo cómo Oli aplaudía desde los brazos de mi padre. Éste la posó en el suelo, y caminó hacia nosotros. La tomé en brazos, mientras rodeaba la cintura de mi mujer con el otro. Le dimos cada uno un besito en la mejilla; ella nos abrazó como pudo a los dos a la vez, riendo contenta.

Paula: ¡Tenemos y tendremos una hermosa familia! –Me dijo como si tuviera una visión del futuro.

Pedro: ¡Dalo por hecho! - Paula me miraba con una sonrisa mientras se pegaba a mi cuerpo, Oli reía mientras la gente chillaba "vivan los novios" y aplaudían sin parar.- ¡Por fin sos completamente mía! -Murmuré sobre sus labios.

Paula: ¡Y vos mío! –Sonreí asintiendo para después besarla. Al oír los silbidos y exclamaciones, nos separamos. A la espera de saber que pasaríamos una larga y feliz vida juntos…


Fin de Flash Back


Cuenta Paula…


   Recordar nuestra promesa el día que nos casamos, y saber que estábamos en buen camino, era más que un sueño cumplido. Amaba a este hombre y lo haría el resto de mi vida...





FIN DE LA SEGUNDA PARTE...
MAÑANA SUBO LA ÚLTIMA Y FIN DE LA HISTORIA!!!

8 comentarios:

  1. Que hermoso momento!! Sin dudas, todos los sentimientos a flor de piel! No pueden mas de amor!
    Espero el de mañana! ;)
    Besos

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    1. Hola Lau! Sí! No podía dejar sin contar el casamiento, aunq sea un poco! ;)
      Hasta mañana!
      Beso!

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  2. Qué emocionante cap Lau!!!! Súper tierno!!!!!

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  3. Ayyy Lau, qué lindo! encima con la llegada ahora de una hermanita para Oli, me imagino ese momento en la realidad y no puedo mas de amor!!! y el casamiento, soñado, sabía que no podía faltar eso!
    Y qué lindo que Juampi haya vuelto a Buenos Aires, yo sabía que iba a volver!!! jajajaja te lo pedí tantas veces jajaja
    Hermoso Lau! espero el último, beso grande!

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    1. Hola Lu! sí! se va agrandando la familia! otra nena por la q va sufrir de celos! Y no podía pasar de alto el casamiento, aunq sea un poquito tenía q contar! ;)
      Hice caso a tu pedido! Viste! tenía q volver! No era mi idea! pero no pude evitarlo! jajaja
      Gracias Lu! Mañana sí, el final de todo! :´)

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  4. que lindo los dos epilogos me encantaron espero el siguiente besotes

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