Capítulo 139
Estaba terminando de acomodar el living cuando noté que Pau no estaba. Le llevé a Inés las últimas copas en las que habíamos servido el postre.
Inés: ¡Salió todo muy lindo! ¿No? –Me dijo agarrando las copas que yo le entregaba.
Pedro: ¡Sí! ¡Gracias por estar con nosotros! ¡Nos encanta tenerlos a todos acá! –Ella me respondió con una sonrisa y antes de decirme algo…
Paula: ¡Pedro! ¡Vení! –El grito de Pau, proveniente del baño nos asustó. Un escalofrío me recorrió por completo… su voz sonaba desgarradora.
Inés y yo fuimos corriendo hasta ella, abrí la puerta y me quedé paralizado con lo que veía…
Paula estaba sentada en el inodoro con una cara de pánico mirando hacia abajo… su ropa interior estaba manchada en sangre…
Paula: ¡Mi bebé!-Dijo ahogada en llanto.
Nos acercamos con Inés, Pau temblaba y la ayudamos a pararse.
Inés: ¡Tranquila Pau! ¡Tenemos que ir a la Clínica! –Dijo y Paula asintió.
Paula: ¿Voy a perder a mi bebé? –La pregunta de Pau me desgarró el alma… ¡Esto no podía estar pasando! La abracé fuerte esperando la respuesta de Inés…
Inés: ¡Tiene que verte un médico, Pau! ¡No creo que Dios quiera eso! – Su respuesta no era lo que esperábamos… en ese momento Paula se quejó de dolor.
Inés: Yo la ayudo a prepararse, Pedro vos buscá los documentos de Pau para llevarla.-Escuché las órdenes de Inés y me sacó del trance en el que estaba. Fui corriendo hasta la habitación y busqué los documentos de mi novia, la carpeta en la que teníamos todos los papeles de sus controles, y los carnets de la clínica. ¡Esto no puede estar pasando! ¡No puede ser!
Para cuando tuve todo listo y agarré las llaves del auto, Paula e Inés ya estaban en la puerta esperándome. La ayudamos a llegar hasta la puerta de casa, cerré y debíamos llegar al ascensor, el paso de Pau era lento, por lo que decidí que era mejor alzarla. Apenas salimos del ascensor al estacionamiento del edificio corrí hasta mi auto. Parecía que mis acciones eran mecánicas, no podía pensar… no quería hacerlo, solo hacía lo que tenía que hacer… y lo más rápido que podía…
En cuestión de segundos encendí mi auto y maniobré para llegar enfrente a las puertas de ascensor, donde ellas me esperaban. Con Inés ayudamos a subir a Pau al asiento de atrás, Inés no sabía manejar por lo que subió con ella atrás, y sin palabras de por medio, simplemente tomé el mando del volante.
El camino a la clínica lo sabía de memoria pero no podía pensar, sin embargo me encontré manejando entre las calles, que agradecía estuvieran vacías. Manejaba, lo más rápido que podía, esas 30 cuadras que debía transitar, sin dejar de mirar a Pau, por el espejo. No dejaba de llorar en el regazo de Inés, totalmente abatida… No podía escucharlas, pero le decía palabras de aliento, manteniendo una calma que ni ella ni yo podíamos tener, y que tanto necesitábamos. Yo no podía caer, estaba negado… ¡Esto no está pasando!
Estacioné en frente de la clínica sin preocuparme más por mi auto. Ayudé a Pau a bajar, junto con Inés. No sé cómo… tal vez por mis gritos en pedido de ayuda… pero en cuestión de segundos nos rodearon varios médicos, que hicieron que Pau se siente en una silla de ruedas, para poder llevarla por unos pasillos. Yo los seguía de cerca, unos pasos atrás iba Inés.
Médico: ¡Hasta acá puede llegar! En cuanto tengamos novedades se lo informaremos.-Me dijo entrando a otro sector con Pau, sus ojos estaban rojos e inchados, sus manos en su panza, tenía que estar con ella…
Pedro: ¿Qué? ¡Quiero entrar! –Exigí frustrado.
Enfermera: ¡Tienen que trabajar tranquilos! ¡Coopere por favor! – Me quedé mudo, sin poder decir nada. Paula me dio una mirada de aliento… debía hacer lo que me decían…
Simplemente los vi alejarse y cerrar la puerta rápidamente… Me dejé caer porque mis piernas ya no podían sostener mi cuerpo… me apoyé en la pared, me doblé escondiendo mi cara con mis manos y mis rodillas y comencé a llorar… Me faltaba el aire… repetía en mi cabeza los ejercicios que Martín me enseñó… pero no había caso, no funcionaban ¡Esto no podía estar pasando! Sentí unas manos en mi espalda…
Inés: ¡Pepe, tenés que tranquilizarte!-Me esforcé para levantar mi vista para responderle…
Pedro: ¡No puedo! ¡Quiero saber qué está pasando! Quiero que abran esa puerta y me digan que mi mujer y mi hijo están bien… -Dije ahogándome en llanto.
Inés: ¡Lo sé! ¡Todos queremos lo mismo! –Tomó mi mano, fue cuando noté que temblaban… demasiado.- ¡Voy a llamar a tu papá y a tus hermanos, deben estar en camino todavía… tienen que estar aquí- Yo solamente asentí- Y voy a tener que llamar a un médico para que te vea si no te calmás…
Pedro: ¿Qué? ¡No lo hagas! ¡No me pienso mover de acá! –Suspiró y apretó fuerte mi mano.
Inés: ¡Está bien! Yo me quedo con vos… -Asentí y la vi alejarse solos unos metros, seguro hablaba con alguno de mi familia. Minutos después se sentó en una de las sillas al lado mío, yo seguía en el suelo, pegado a la puerta, donde minutos atrás ingresaron a mi mujer… dolor era lo único que sentía y no podía moverme de acá, no podía sacar la vista de esa puerta, que jamás se volvió a abrir…
Los minutos pasaban y no nos decían nada, mi capacidad de mantenerme en calma se había evaporado con ellos. Exigía que me digan algo y solo sabían decirme que debía esperar.
Había logrado pararme solo con el objetivo de obtener información, pero nadie me decía nada… vi entrar a mi papa y a mis hermanos… sentía que mi mundo se había desmoronado de un minuto a otro. Recordé con la felicidad que los había despedido y ¿Ahora?
Todos me abrazaron y me decían cosas que no podía grabar en mi cabeza. Supuse que eran palabras de aliento, pero no podía procesarlas…
Horacio: ¡Hijo! ¡Tranquilo! ¡Todo va a salir bien! –Y en ese momento quería creer solo eso… en esas palabras…- ¡Tenés que ser fuerte! –Cerré mis ojos, ahora mismo no me sentía así, me sentía tan vulnerable lidiando con mis miedos, no podía pensar… no quería caer… ¡Tenía que ser fuerte! Pero no sabía cómo hacerlo…
Cuenta Paula…
Estaba en medio de una pesadilla de la que no podía despertar!. Era como si todo se moviera en cámara lenta… médicos haciendo preguntas que apenas podía responder, médicos que me revisaban sin decirme nada, solo que me quedara tranquila… Mis ojos ardían y ya no podía desprender más lágrimas… estaba aterrada…
Recordaba todo como en flashes… el momento en que fui al baño y me encontré con esa enorme mancha roja, mis gritos, Pedro e Inés entrando a socorrerme… los ojos de Pedro… el dolor y la angustia, la preocupación que había en ellos en ese momento… Después simplemente viniendo hasta acá, en el auto, con él manejando como jamás lo había visto manejar, a una velocidad que sobre pasaba cualquier límite… mi cabeza en el regazo de Inés que trataba de calmarme, mis dolores que no me dejaban hacerlo y el terror de lidiar con lo que estaba pasando. ¿Iba a perder a mi hijo? Me tocaba la panza con la esperanza de sentir sus movimientos, pero no sucedía.
Y ahora estoy acá, acostada… rodeada de médicos y enfermeros. Preocupada por Pedro que no sabía qué pasaba conmigo… y yo tampoco…
Médico: Su doctora está llegando… ya le dimos aviso. Por el momento la hemorragia se detuvo. –Suspiré aterrada, necesitaba saber solo una cosa...
Y ahora estoy acá, acostada… rodeada de médicos y enfermeros. Preocupada por Pedro que no sabía qué pasaba conmigo… y yo tampoco…
Médico: Su doctora está llegando… ya le dimos aviso. Por el momento la hemorragia se detuvo. –Suspiré aterrada, necesitaba saber solo una cosa...
Paula: ¿Cómo está mi bebé? –Su cara no me decía nada y solo quería escuchar que estaba bien…
Médico: le hicimos un monitoreo, pero vamos a tener que hacer una ecografía ya que el bebé no se mueve- Comencé a llorar de nuevo.- ¡Tranquila! Ya están preparando el ecógrafo.
Paula: ¡Quiero ver a mi novio! –Necesitaba tenerlo acá, conmigo.
Médico: ¡Ya lo hacemos pasar! Teníamos que revisarla primero. –Asentí y lo vi recorrer la habitación donde estaba para dirigirse al pasillo y abrir la puerta por la que había ingresado cuando llegué.
Volví mi atención en mi panza, a la espera de alguna señal… algo que me dijera que mi bebé estaba bien…
Estaba sola en esa habitación ahora. Las enfermeras iban y venían preguntándome si estaba bien. Los dolores habían cedido… ya no estaban…
La puerta se volvió a abrir, y esta vez lo vi a él… Mi amor estaba tan angustiado, sus ojos revelaban todo lo que había estado llorando, por más que ahora quisiera aparentar que estaba entero… Recorrió los metros hacía la cama donde estaba. Rodeó sus brazos en mí... no pude evitar quebrarme de nuevo. Se separó y empezó a llenar mi cara de besos…
Pedro: ¡Tranquila! ¡Va a estar todo bien! – Sus palabras sonaban más a un deseo que a una certeza…- Marisa está llegando, van a hacerte una ecografía- Asentí sin poder decirle que ya lo sabía… no me preguntó qué me habían dicho a mí, ni nada… Creo que notó que no podía hablar, no podía luchar con el nudo de mi garganta… con mi propia angustia.
Nos quedamos así, abrazados varios minutos, cuando volvió a abrirse la puerta. Marisa ingresaba y comenzó a revisarme en frente de Pedro que observaba todo impresionado. A esta altura había perdido todo pudor, no me importaba si me tenían que revisar todos los médicos de este lugar, solo quería que me digan que todo estaba bien… Marisa me hizo todo un cuestionario a lo que respondía lo más claro posible.
Me llevaron en una silla de ruedas hasta otra sala donde estaba el ecógrafo, mis manos aferradas a las de mi novio… mi cuerpo temblando… el terror apoderándose de cada fibra de mi ser…
Marisa: ¡Bueno! ¡Ahora vamos a ver cómo está todo! – Dijo tranquila y serena, como queriendo transmitir esa calma en nosotros, pero era en vano.
El ecógrafo que estaba en su puesto colocó el gel y comenzó a pasar el transductor por mi panza. Todos mirando el monitor… el silencio… todos esperando…
Hola! Sí, ya sé que es una maldad cortar el capítulo! Pero la bondad no es un adjetivo que me caracterice, ya deben saberlo ;) Igual, espero que les haya gustado y espero leer sus comentarios!!!
Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)
Les dejo el adelanto para el próximo capítulo que subiré el día martes o miércoles!!!
Mi papá y mis hermanos permanecieron en silencio, acompañándome… de vez en cuando papá se acercaba a ofrecerme algo de tomar o a preguntarme si necesitaba algo, pero rechazaba cualquier cosa que podía ofrecerme, solo quería saber qué pasaba detrás de esas puertas…
ohhh que pasara? no me dejas a divinar con ese adelanto jajaj te mando besos espero el siguiente
ResponderEliminarHola Iara! no! no dejé mucho para adivinar! no me di cuenta! ;)
EliminarBesote!
Sos muy mala. Te parece dejarme asi antes de las vacaciones?? Yo tengo que relajarme y no voy a saber que pasa si no puedo leer, dame una pista x md para dejarme tranquila porfis! (cara de perrito mojado jaja)
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien y haya sido solo un susto!
Besos
Hola Lau! Ahora yo tengo la culpa de que te vayas de vacaciones y no puedas leer!!! jajaja
EliminarVoy a ver si puedo hacer algo por vos! ;)
Te leo cuando regreses de tus tan merecidas vacas!
Besote!
Ayyyy, Lau, me parece que te voy a poner en penitencia con el cap que subiste. No podés tenernos tantos caps con tanta angustia nena. Quiero creer que en el próximo cap todo se soluciona.
ResponderEliminarHola Sil! Penitencia? me encantaría saber q penitencia me pondrías!!! jajaja Aparte, tantos capítulos??? solo el final del anterior y este, y bueno tienen q leer el siguiente! Ya sabrán qué pasa!
EliminarTe quiero Sil! Besote! ;)