Capítulo 143
Cuenta Pedro
1 semana después…
Estábamos en plena mudanza. Entre semana ya habíamos mandado a traer varias cosas, pero hoy definitiva e indefinidamente íbamos a mudarnos a nuestro nuevo hogar. Aunque, ahora mismo parecía más a un campo de batalla que a un hogar… cajas por todos lados, bolsas con cosas y muebles que buscaban algún lugar para ser acomodados.
Ni hablar la cantidad de gente que había insistido en venir a ayudarnos, y que agradecía. No pensaba necesitar tanta ayuda, pero claramente sí, la necesitaba… Yo solo no podría ordenar todo este desastre, contando con que no quería que Pau hiciera ningún esfuerzo, y por lo visto ni mis hermanos, ni Zai y Hernán, ni Gege, ni mucho menos mi papá e Inés iban a permitírselo.
Amaba ver cómo la cuidaban, como protegían y malcriaban a mi hija aun desde la panza. Amaba ver cómo la familia y las amistades se habían unido alrededor nuestro, incondicionales con todo. Gracias a ellos yo podía seguir tranquilo con mi vida. Martín, mi psicólogo me dijo que debía aprender a confiar, no solo en Pau sino en todos los que me quieren, que debía dejar que me cuiden y me ayuden a cuidar a quienes amo, que de eso se trata la familia, un círculo de amor y confianza.
Y es que había estado obsesivo después de lo que pasó en el quinto mes, y era consciente de ello. Pero entendí que Pau quería más que nadie que todo saliera bien y había seguido las indicaciones al pie de la letra, eso me dejaba más tranquilo, pero aun así no bajaba la guardia y había aceptado colaboración para que acompañen a Pau esos días de reposo, una vez que empecé a trabajar… Era la única manera de poder estar tranquilo, sabiendo que no las dejaba solas… claramente tenía mucho que trabajar con eso también. ¿Pero se puede dejar de preocupar alguien por las personas que ama? Martín me dijo que si no lo hacía el miedo no iba a dejarme disfrutar de las cosas lindas que la vida me estaba dando, que debía vivir día a día, y de disfrutar de todos los cambios y las etapas.
Hablando de cambios y etapas. Nunca en mi vida me imaginé que alguien podía interactuar con su hijo desde la panza como lo hacíamos con Oli. Saber que me escucha y reconoce mi voz sobre la de los demás, saber que siente mis caricias. A veces… en realidad, casi siempre, sueño que la tengo en mis brazos, y siento en carne viva la inmensa felicidad que me genera, pero no puedo ver su carita, no puedo imaginármela… ¿Sacará los ojos de Pau? ¿Sus labios? ¿Su sonrisa? Ojalá saque todo de ella… o casi todo.
Era increíble que tenga tantos sentimientos potenciados, ¡Los celos! Por Dios, nunca sufrí más de celos por nadie, ni siquiera por Pau como los que siento cuando mis amigos me ofrecen a sus hijos como potenciales novios para mi Oli, el estómago se me retuerce, e inmediatamente una sensación de odio se despierta sin que pueda manejarla. Quizás suene exagerado, pero es nada más y nada menos lo que siento. Si fuera por mí, apenas naciera la mantendría en una caja de cristal, donde nada pueda lastimarla, donde no sepa lo que es sufrir… donde nadie pudiera hacerle daño… pero sé que eso no está bien, debe vivir y crecer como todo ser humano normal, lo sé… otra cosa con la que deberé trabajar.
Paula me dice que exagero en todo ¡Justo ella! Pero en este caso le doy la razón. Ella se encuentra más tranquila con el embarazo, tan plena y feliz. Justo ahora la veo ir y venir llevando bebidas o algo que comer a todos los que están colaborando, con esa sonrisa que dice todo. Creo que jamás la vi más hermosa que como la veo ahora, aunque ella no me lo crea y viva preocupada por sus kilos de más, verla me llena el alma por completo. Es la imagen perfecta, la mujer que amo como nunca, ni remotamente pensé que podía amar a alguien, llevando a mi hija en su vientre, el fruto del amor más puro… un sueño hecho realidad…
Paula: ¡Ey! ¿Estás de capataz que mirás y no hacés nada? –Me dijo interrumpiendo mis pensamientos y ofreciéndome un vaso de fernet con coca que habíamos pedido para tomar con mi hermano y Hernán.
Pedro: Emmm ¡No! Solo te miraba.-Le dije rápido sin poder pensar otra salida. Tomé el vaso que me ofrecía y me miró desconfiada.
Paula: ¡Ya vi! ¿Pasa algo? –Se acercó más hasta mí, casi chocándome con su hermosa panza.
Pedro: ¡Nada! ¡Solo que no puedo creer lo hermosa que estás! –Se rió y mordió su labio inferior sin creer en lo que decía.
Paula: ¡Claro! ¡Estoy hermosa! –Me dijo con voz burlona y se dio vuelta para seguir con su tarea. La tomé despacio del brazo para hacerla girar y apuré un paso para quedar frente a frente.
Pedro: Nunca hablé más en serio, Pau. ¡Creeme!- Le dije mirándola a los ojos… cualquier duda, cualquier inseguridad que podía llegar a ver ella con su cuerpo, en mí no existían. Tenía que creerlo.-Amo verte así, con esa sonrisa en tus labios, llevando orgullosa a nuestra hija ¡¿Qué más puedo pedir?! –Sus ojos se llenaron de lágrimas, y yo sentí arder los míos también.
Paula: ¡Te amo!-Me dijo con un hilo de voz y yo apoyé mi frente a la suya…
Pedro: Yo más- Unimos nuestros labios, sin importarnos nada más.
Pero pronto los gritos y aplausos llenaron nuestro hogar… interrumpiendo nuestro momento y rompiendo la burbuja que se había formado alrededor nuestro.
Federico: ¡Estamos muertos de sed! –Gritó quejándose.
Hernán: ¡Sí! ¿Quién se encarga de las bebidas? ¡Esto es trabajo insalubre! –Nos burlaban y el resto solo los festejaban.
Paula: ¡La seguimos luego! –Se separó de mí- ¡Cuando te tenga para mi solita! -Me guiñó el ojo mientras me quedé mirándola alejarse. Suspiré cuando algo golpeó mi cabeza. Miré el objeto que impactó sobre mi cara, por suerte era un almohadón porque ni siquiera tuve reflejo de esquivarlo.
Pedro: ¿¡Qué hacés Lu!?-Dije cuando ubiqué quién me lo había arrojado.
Luciana: ¿Volviste? ¡Hay mucho que hacer acá en el planeta tierra, bajá y vení a decirnos dónde querés que ubiquemos TUS cosas! –Me dijo con toda la malicia del mundo.
Horacio: ¡Luciana! ¡Dejá en paz a tu hermano! –La burlé y ella rodó los ojos.
Luciana: ¿Las cosas no van a cambiar nunca? ¡Siempre defendiéndolo! – Todos reímos y seguimos con nuestra labor. Poco a poco el campo de batalla, y con el transcurrir del día se iba pareciendo más a una casa.
Para altas horas de la noche el trabajo estaba terminado y la casa se estaba desocupando. Habíamos cenado con papá e Inés que fueron los últimos en irse, solo para asegurarse de que cenaríamos. Una vez que lograron su cometido cenando unas pizzas con nosotros, decidieron marcharse.
Los acompañé hasta la puerta de abajo de nuestro edificio, ya que era domingo a la noche y el portero ya no se encontraba en su puesto de trabajo. Me despedí de ellos no sin volver a agradecerles, por millonésima vez, todo lo que hacían por nosotros, igual como había hecho con el resto de los que vinieron. Pero a cambio recibí un abrazo de mi papá y me dijo al oído.
Horacio: ¡Hijo! ¡No tenes nada que agradecer! Verte feliz como te veo, verla feliz a Pau, ver crecer a mi nietita en su panza, ver la familia y el hogar que están formando es algo que como papá no tiene precio, soy yo el que tengo que agradecerte- Me dijo con su voz pausada y emocionada.
Estaba aún con mi cabeza apoyada en su hombro y levanté mi mirada hacía Inés que nos observaba con lágrimas en los ojos, noté que yo también lloraba y me había quedado sin palabras. Mi papá se separó y me miró con una sonrisa de satisfacción en los ojos.
Horacio: Ahora andá que tu mujer te está esperando. Cualquier cosa que necesites, ya sabés.-Le sonreí asintiendo.
Pedro: ¡Lo sé! ¡Te quiero papá! –Le dije con la poca voz que tenía y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Horacio: ¡Y yo a vos hijo! –Me despedí de los 2 y los vi alejarse, tomados de la mano.
Sonreí mientras los veía, amaba ver el vínculo que habían formado, realmente se hacían bien, y se veía en ellos cuanto se querían. Jamás pensé que mi papá rearmaría su vida después de mamá, y verlo ahora, con una mujer como Inés, que era pura bondad y simpatía, que era protectora y maternal, era como un volver a empezar para él y agradecí a quienes sea que haya que agradecer para hacer que se hayan cruzado en sus caminos.
Cuando volví al departamento Pau ya se había bañado, realmente se la veía cansada. Hoy había estado mucho tiempo levantada y no había dormido siesta. Su cuerpo se lo estaba reclamando al parecer. Me parece que dejaríamos para otro día lo que me había prometido más temprano. Y es que ya no había muchos encuentros íntimos, nuestra relación pasaba por otro lado, no es que estuviésemos en abstinencia. Ella ya estaba bien y podíamos hacerlo, pero creo que el a libido, hoy, pasaba por otro lado, siempre dormíamos entre besos, haciéndonos mimos y acariciando su panza. El sexo había quedado en segundo lugar, no sentíamos la necesidad ahora, creo que hacíamos el amor de otra forma, simplemente eso. Seguro que poco a poco iremos retomando esa parte de nuestra relación, pero con Oli de por medio, hoy es difícil pero no necesario.
Pedro: ¡Descansá amor! ¡Me baño y estoy con ustedes! –Me sonrió y asintió mientras bostezaba, estaba seguro que cuando terminara de bañarme la encontraría en el quinto sueño. Me acerqué para dejarle un beso en sus labios y otra en su panza, por la certeza de que no la encontraría despierta cuando regresara y me fui hasta el baño.
Minutos después, luego de un baño reparador y relajante volví a nuestro nuevo cuarto.El que, habíamos terminado de ordenar minutos atrás. Realmente estaba cansado también y para mi sorpresa me encontré con Pau despierta. Y muy seria.
Pedro: ¡Amor! ¡Te hacía dormida! –Le dije mientras terminaba de secarme la cabeza, y me ponía una remera, hacía frío para dormir solo en bóxer.
Paula: ¡No puedo! –Dijo con lágrimas en los ojos y me acerqué preocupado.
Pedro: ¿Qué pasa? ¿Por qué no podés? –Le dije mientras me senté a su lado acariciándole la cara.
Paula: ¡Oli no deja de moverse y no puedo dormir! –La miré y me llenó de ternura, apoye mi mano y era cierto, mi hija no dejaba de dar vueltas en su nido.
Pedro: ¡Oli! ¡Bebé, mami quiere descansar! –Levanté las sábanas y los acolchados para tomar mi lugar en la cama.
Paula: ¡Parece que ella no quiere dormir todavía!- Me dijo apenada.
Pedro: ¡Tranquila! Acostate y ponete de costado- Le indiqué sin saber si daría resultado, ella hizo lo que le pedí, se acomodó despacio sobre su costado, mirando hacia mi lado.
Paula: ¿Qué tenés pensado, ahora?-Le indiqué que haga silencio y asintió.
Coloqué una de mi manos debajo de la panza, entre el colchón y ella, como levantando todo su peso con mi mano y con la otra la acariciaba por arriba. Podía sentir todos los movimientos de mi beba. Mientras la acunaba entre mis manos.
Pedro: ¡Oli es hora de dormir! ¡Mami está cansada, princesita! – Seguí acariciando y hablándole despacio, de vez en cuando le cantaba y poco a poco vi como sus movimientos bruscos del principio, iban aminorando. Cada vez eran menos perceptibles, hasta que solo podía notar a través de la fina capa de piel su respiración, mi princesa se había dormido.-¡Se durmió, amor! –Le dije orgulloso de lo que había logrado, pero mi novia ya estaba profundamente dormida, ni siquiera sé en qué momento lo hizo ya que yo siempre estuve a la altura de su panza.
Me volví a acomodar cerca de mi hija, no quería sacar mis manos debajo de ella, por miedo a que se despierte, no era una posición muy cómoda, pero ella lo hacía perfecto. Un poco de tortícolis era un precio muy bajo para lo inmensamente feliz que me hacía verlas descansar así, en paz.
Hola! Cómo están! Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, y si se preguntan si lo que acabo de relatar acerca de cómo hizo dormir a Oli es imposible que suceda. No, por el contrario, les cuento que es así, lo he vivido en carne propia, con mi segunda nena desde antes de los 7 meses de embarazo! y quería compartir la experiencia con ustedes, tal cual y como la viví yo! Crease o no! <3 puro!
Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también. Si es en el Blog mejor ;)
Les dejo el adelanto del próximo capítulo, que subiré en cuanto pueda, ya saben que son los últimos y les quiero dedicar más tiempo.
Ya habíamos cumplido con Oli nuestro octavo mes juntas. Mi beba crecía día a día, al igual que crecía mi ansiedad por conocerla, mis miedos por el parto y, por sobre todo, mi preocupación porque nazca bien. Sí, mientras más se acercaba la fecha de parto todo eso se iba potenciando en mí.
Ayyyyyy, Lau, una ternura la forma en que describiste cómo la hizo dormir, Me emocioné con tu relato. Gracias x compartirlo!!!! Divino el cap, muy muy tierno!!!
ResponderEliminarHola Sil! Gracias! Para mi fue una experiencia increíble y por qué no compartirla? Gracias por tus palabras de siempre! :)
Eliminarmuy lindo cap muy sentido es verdad eso de que si le hablas se calman yo no lo vivi en carne propia pero en mi familia si se vivio y doy fe es mas los medicos te aconcejan que les hables asi se acostumbran desde adentro , muy lindo cap te mando besos espero el siguiente
ResponderEliminarHola Iara! Que lindo que les haya gustado, y si pensé que muchos no lo creerían pero ya veo que no. Gracias Iara! Y ya faltan poquitos!
EliminarAy Lau, no pueden ser mas emocionantes estos capítulos! Adore la relación papá-hija que crearon Pepe y Oli! Te juro que leia y se recreaban esas escenas en mi mente, totalmente preciosas!! Puro amor!!
ResponderEliminarQue bueno que todos ayudaron con la mudanza! Hermoso lo que le dijo Horacio antes de irse! El amor de abuela de Ines es divino! Oli viene rodeada de amor, no hay dudas!!
Falta muy poquito para que se acabe, no quiero que termine, como voy a hacer despues sin leerte??
Volvi e hice maraton jaja! Lograste emocionarme...
Te mando besos!
Hola Lau! Sí, quise q sean especiales, y me cuesta tanto escribirlos sabiendo que son los últimos! La relación de Pp y Oli es soñada, que lindo que haya podido transmitir eso, porque si es puro amor!!!
EliminarSin dudas todos están muy unidos y ansiosos con la llegada de Oli, como que están todos más afianzados como familia, viene rodeada de mucho amor!
Sí, ya falta tan poquito! y me cuesta horrores escribir sabiendo q se termina! :( Yo tb voy extrañar escribirla!
Muchos Besotes y feliz de q hayas regresado, aunq vos no tanto, seguro! :P
Ayyy Lau, qué bello capítulo! me encanta la dedicación que le estás poniendo a los últimos, se nota mucho todo lo que pones! estás segura que no querés hacer una segunda temporada con Oli ya en sus vidas? Jajajjajaja estoy enamorada de esta novela y no quiero que termineeee!!
ResponderEliminarHermoso el capítulo, espero el próximo ansiosa!
Besote!!
Hola Lu! Gracias! y la verdad es que me está costando mucho escribirlos, es como que tengo todo en mi cabeza pero me niego a sentarme a escribirlos!
EliminarNo, no voy a hacer una segunda temporada! y estoy luchando para no empezar otra historia, q sería muuuy distinta a esta.
Besotes Lu! y veremos como termina esta historia! :)