Capítulo 46

Capítulo 46


Cuenta Paula…


   No podía creer estar arriba de un avión, volviendo a España. Huyendo como lo hice hace 7 años atrás. Solo que esta vez no estaba segura de nada. Solo sentía un miedo enorme de creer que me estaba equivocando, que tal vez tendría que haber bajado un cambio, desde hace 24 horas que mi cabeza era un caos, no podía ni quería escuchar a nadie…

   Era la primera vez que me estaba poniendo a pensar que tal vez todo se hubiese solucionado si nos hubiésemos escuchado. Pero no pude soportar pensar que Pedro no creía en mí, que había preferido su orgullo a nosotros y caigo en cuenta que yo estaba haciendo lo mismo…

   Ni las 12 horas de vuelos, ni la otra hora hasta llegar a la casa de mi primo en Madrid lograron ponerme en eje, solo quería llegar y abrazarlo. Lo extrañaba. Lo llamé ni bien llegué al aeropuerto, por suerte las 5 horas de diferencia me beneficiaban. Llegué a su departamento a las 6 de la mañana…


Juampi: ¡Pochi! Pensé que era una broma pero veo que no –me abrió la puerta para luego fundirnos en el abrazo más fraternal que podía haber en el mundo y que tanto extrañaba, el que me hiso romper en llanto apenas con el contacto- ¿qué pasó? ¿por qué llorás Pau?

Paula: estoy huyendo de nuevo Juampi –le respondí con un hilo de voz, me abrazó más fuerte y me llevó hacia adentro, entró el poco equipaje que traía y nos sentamos frente a frente…

Juampi: te escucho… -y era lo que necesitaba, que me escuche, que me contenga. Sentía que tenía adentro un volcán a punto de hacer erupción.

   Le conté a mi primo todo lo que pasó en estas últimas horas, como pude… entre mis ataques de furia al recordarlos mezclada con toda mí angustia.


Juampi: ¿sabés que hiciste mal en huir así, no? – simplemente agaché mi cabeza- estás muerta de amor por él ¿no valía la pena que hablen para intentar arreglarlo?

Paula: no sé Juampi, tengo miedo. Nunca sentí por ningún hombre, ni siquiera por Julián y vos sabés lo que sufrí por él,-lo vi asintiendo  mis dichos- todo lo que siento por Pedro…

Juampi: ¿entonces? –me interrumpió…

Paula: es que es eso creo, que tengo miedo de sufrir de nuevo, el poco tiempo que llevamos juntos me hiso sentir que es el hombre de mi vida, que lo amo como nunca voy a poder volver a amar a nadie más. Pero ¿y si no resulta? ¿si no funciona? ¿si no nos entendemos como pasó en estos días?

Juampi: no te entiendo, si se aman todo se va a poder solucionar, pueden hacer que funcione, aun con los caracteres que veo que tienen, esto que pasó es solo una piedra, Pau. Todas las parejas las tenemos, algunos las saltan, otras las esquivan, otros la corren y los más cobardes se detienen y vuelven para atrás. ¿vos sos cobarde Pau? –mis lágrimas no dejaban de caer y yo lo escuchaba con toda la atención del mundo…

Paula: No, pero ¿si no funciona? Si a pesar de que lo intentemos no podemos hacer que funcione, yo me conozco y esto que siento ahora, mañana va a ser más grande y me voy a morir si no podemos estar juntos, si fracasamos, lo sé. –le hablaba con toda la sinceridad que podía hablarle…

Juampi: ¿y acaso no te vas a arrepentir por no haberlo intentado? –y todo mi discurso se disolvió, ¡cúanta razón tenía! Yo solo respondí agachando la cabeza- estás muy cansada, va a ser mejor que te acuestes y trates de dormir, yo me voy un rato al estudio cuando regrese te levanto para almorzar ¿sí?

Paula: ¡gracias Juampi! –y otra vez nos fundimos en un abrazo…

Juampi: no necesitas agradecerme nada, aunque… ¡no tendrías que haber inventado ninguna excusa para venir a verme! – y por fin mi primo me sacó una sonrisa…

Paula: ¡sos un tarado!


   Me acosté en el cuarto que me preparó mi primo. Cansada como hace mucho no me sentía, me dejé vencer por el sueño…

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   Escuché la voz de mi primo diciéndome que era hora de almorzar y con toda la fiaca del mundo me levanté. Almorzamos juntos…


Paula: tengo ganas de recorrer la plaza Mayor –le dije de repente… necesitaba caminar, pensar sola…

Juampi: buenísimo, ahora vamos… -se detuvo en mi mirada- ah! Ya sé ¡querés ir sola! ¡Me olvidaba que te daban esos arranques! hace frío, abrígate, venís del calor allá te podés enfermar –y yo solo le sonreí ¿quién puede ser tan incondicional? ¡Lejos de enojarse encima me cuida!


   Caminé las cuadras que separaban el departamento de mi primo hasta La Plaza Mayor, inmensa como la recordaba… busqué la postal que tanto recordaba, ese lugar en el que me iba siempre para reflexionar o simplemente para desconectarme un poco… me senté en uno de los bancos de los jardines en frente del monumento a Miguel Cervantes y aprovechando la soledad y sin previo aviso rompí en llanto. Necesitaba descargarme, pensar…

   Lo extrañaba, lo amaba y sin embargo era demasiado cobarde para admitir que ya no podía vivir lejos de él…acá sin que nadie me pare cada 5 metros para preguntarme por él tampoco iba a ser la solución para olvidarlo, lo sabía… Subí mis pies al banco en donde estaba sentada, escondí mi cabeza entre mis rodillas y me tapé la cara con las manos, devastada, aturdida, sumergida en mi llanto… Sentí que alguien se sentó al lado mío ¿en una plaza tan grande tenía que venir a sentarse ahí? Sentí apoyar una mano en mi espalda y sin mirar a la persona ni levantar la cabeza le dije…


Paula: ¡no se da cuenta que quiero estar sola! –enojada…

XXX: ya no voy a dejarte nunca más sola…

   Listo por hoy!!! ¿quién será? ¿irá Pedro a buscarla? ¿volverá ella? Espero que les guste!!! Lamento informarles que hasta el martes dudo que pueda subir. Esto de las 2 semanas de vacaciones es agotador (no solo en mi economía) mañana toca salida todo el día y cine, dudo que pueda conectarme. Lunes no creo que pueda tampoco, pero todo puede cambiar si dejan comentarios en el blog.

  Pero no prometo nada, más de 6 y veo si puedo pero el lunes!!!

  Que tengan todas un Feliz día del Amigo!!! Y ya saben la que puede comente. Y si quieren que les avise cuando suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau, pueden dejar comentarios también!!!

  No me olvido… les dejo el adelantito ;)

Juampi: tal vez… yo lo único que sé es que Paula sufrió mucho. Ella se merece alguien que la ame, la cuide y la respete y sobre todo, que no la dejen nunca más sola… -se sinceró… y yo no supe hacer ninguna de esas cosas…