Capítulo
8
A la semana siguiente estaba en el avión
junto a Sebas, él me notaba nerviosa y no comprendía (obviamente no sabía mi
historia con Julián, nadie, excepto mi familia sabía) le dije que los vuelos me
ponían así… creo que me creyó…
Arribamos a Ezeiza y mis nervios se
multiplicaban, ya no tenía excusa… Sebas me interrogó acerca de mi estado y lo
adjudiqué al cansancio por el vuelo, odiaba mentir… ocultar…
Llegamos al Hotel que iban a Inaugurar,
nos hospedaríamos allí durante esa semana, el mismo ya estaba funcionando hace
1 semana, pero la fiesta estaba pautada para esa noche. El resto de los días
Sebas tenía que encargarse de unos trámites ya que venía como representante del
resto de los socios de allá en España. Tendría bastante tiempo sola…
Faltaba poco para que empiece la fiesta,
la que se haría en el último piso del hotel, un salón hermoso, grande, con
balcones llenos de verde que dejaban ver el microcentro porteño, especial para
ese tipo de eventos, lo habíamos recorrido con Sebas apenas llegamos esta
mañana, descansamos un poco y acá estábamos en nuestro cuarto preparándonos. Me
traje de España 3 vestidos de noche, accesorios y zapatos. Me dispuse a
probármelos para decidir cual me pondría, bajo la supervisión de Sebas que me
miraba motivado…
Pau: No
sé con cual quedarme… - mientras sostenía los vestidos en mi mano y llevaba la
última opción puesta.
Sebas:
por mí, con ninguno… -mirándome fijamente.
Pau: ¿qué
ninguno te gusta? –haciéndome la desentendida, sabía a donde iba…
Sebas:
jajaja, el rojo, es hermoso, me preocupa la espalda, te vas a llevar todas las
miradas y no sé si me conviene mucho…
Pau: no
seas tonto, a mí también me gusta ese, listo entonces… -mientras terminaba de
armar el conjunto con los zapatos y accesorios.
Sebas: te
puedo hacer una pregunta, digo, no quiero incomodarte y prefiero consultártelo
antes que nada. Cuando tenga que presentarte ¿cómo lo hago, o sea, como amiga…
como novia…? -lo miré y me inspiró ternura, no me gustaba que se confunda pero
tampoco daba que me presente como amiga si después me abrazaba…
Pau:
mientras no te confundas como novia está bien… -mientras posaba un beso en sus
labios y me fui a cambiarme…
Subimos al último piso donde se hacia la
fiesta, no sé por qué pero estaba nerviosa, era la primera vez que iba a este
tipo de eventos con él, sabía que iba a ser una noche larga, él tenía asuntos
que hablar, sociabilizar y yo acompañarlo tratando de pasarla lo más ameno rodeada
de gente que no conocía…
Estaba repleto de gente, entré aferrada
de su brazo el que Sebas acariciaba tiernamente. Como toda fiesta nos
recibieron y se encargaron de una rápida presentación de las personas
destacadas de la fiesta, algunos socios y directivos del hotel. Me sentía
extraña y aunque esté acostumbrada en el medio del mundo del modelaje, acá las
miradas me incomodaban, lamentaba haber elegido el vestido rojo…
En medio de las presentaciones el hombre
que nos hacía de guía nos acercó a un grupo de hombres diciendo que iba a
presentarnos a los arquitectos del hotel.
Encargado:
Disculpen señores… -dirigiéndose a los 3 hombres que estaban de espalda a
nosotros, los cuales se dieron vuelta…
No podía creer, si era
él, sentí que el corazón iba a salir de mi pecho, empecé a sentirme débil, sin
poder reaccionar, definitivamente no estaba preparada para verlo. Él me miraba sorprendido,
confundido, podía notarlo… mientras presentaban a los otros 2 hombres llego su turno…
Encargado:
señor Sebastián Vallejos él es el arquitecto Julián Reyes –mientras estrechaban
sus manos-
Y ella su
bellísima novia la señorita Paula Chaves –mientras me tomaba de la mano y posó
un beso en ella, sentía que iba a estallar de nervios, me disculpé y le dije a
Sebastián que necesitaba ir al baño… (necesitaba salir de ahí)
Los hombres quedaron hablando y yo me
fui al pasillo que daba a los baños en eso siento que me toman del brazo me di
vuelta, era Julián…
Julián:
¡Paula! No puedo creer que estés acá… ¿cómo estás? –mientras me seguía
sosteniendo el brazo y yo lo miraba confundida…
Pau:
bien, volví hoy, y vos ¿cómo estás? –mientras me soltaba el brazo.
Julián:
bien por suerte, si sabía que te habías ido a vivir a España… ¿te quedás? Digo
con TU NOVIO –fingiendo molestia.
Pau: sólo
una semana, vine a acompañarlo, no sabía que eras el arquitecto del hotel…
Julián:
el mundo es chico, ¿querés ir al balcón así hablamos tranquilos? –accedí y
fuimos al balcón, no estaba segura de que era lo mejor, pero lo necesitaba…
Conversamos un rato sentados en unos
sillones que ahí había, me contó de sus estudios, su trabajo, su salud, de que
su padre había fallecido hace 2 años (qué raro que Lina no me lo haya dicho, ¿cúantas
cosas me había ocultado?) yo le conté de mi vida en España, mi trabajo como
modelo (cosa que no lo sorprendió) el reciente fallecimiento de mi tía, mi
relación con mis primos, hasta que decidió preguntar por Sebastián…
Julián: ¿y
con tu novio? Digo… ¿hay planes de casamiento?
Pau:
Sebas es un amor, hace poco que estamos juntos, en realidad no es un noviazgo
formal, nunca tuve uno después de… -no me dí cuenta lo que decía, agaché mi cabeza…
Julián:
yo tampoco, se acercó y me beso…
Sentí que el tiempo había retrocedido 6
años, eran los mismos besos que tanto extrañaba, mis sentimientos resurgieron,
era así, no lo habíamos olvidado, no podíamos…
Nos separamos y no sabíamos qué decir…
Pau: tengo que volver a la fiesta, sebas debe
estar buscándome… - levantándome del sillón.
Julián:
¿podemos volver a vernos? Necesito que hablemos…
Nos pasamos los números de teléfono y me
dio su nueva dirección y me despedí. Volví a mi papel de novia junto a
Sebastián que apenas había percatado mi ausencia y lo acompañé hasta el final
de la fiesta, estaba incómoda, perturbada, no habíamos podíamos evitar las
miradas con Julián durante toda la noche, pero aun así preferí evadir otro
encuentro ahí…
A la mañana siguiente Sebas salió
temprano, tenía el día cargado de reuniones. Se disculpó y se fue. No quise
quedarme sola encerrada en el hotel. Me vestí, tomé mi cartera y salí. Me tomé
un taxi. Quería volver a mi barrio, aquel donde viví desde los 7 años, recorrer
sus calles, ver los cambios, nostalgia…
Cuando pasábamos enfrente de la plaza me
fue imposible no recordar mi adolescencia allí, mientras la observaba pude
notar una figura, un rostro reconocido en un muchacho que corría. Hice frenar
al taxista, que me miró extrañado ante mi repentina reacción, le pagué y bajé
del auto. Esperé 6 años cruzármelo y esta vez no se me iba a escapar…
Pau:
¡Cristián! –él se dio vuelta y me miró como si hubiese visto un fantasma, quiso
seguir su camino pero me puse enfrente, lo increpé…
Pau: ¿tan
cobarde sos que te pensás seguir escapando después de 6 años? –sentía una
impotencia terrible ante su reacción.
Cristián:
para Pau, calmate. No es que quiera escaparme, no tengo nada que decirte…
Pau:
¿cómo que no tenés nada que decirme? Te olvidas que por culpa tuya nos
separamos con Julián, ¡era tu mejor amigo! ¿cómo le hiciste eso?
Cristián:
porque ES mi mejor amigo lo hice… -¡qué cínico! No entendía nada- sí, sigue
siendo mi mejor amigo… -¿qué? A mí me trató como la peor basura y él ¿sigue
siendo su mejor amigo?
Pau: ¿qué
mentira le inventaste? ¡Explícame! –sacada totalmente…
Cristián:
calmate, yo te voy a contar qué pasó ese día pero, por favor, no le digas que
yo te lo conté…-estaba confundida pero quería saber, me calmé y le di pie a que
continuara- Julián nunca dejó de amarte, eso tenés que tenerlo claro, y es por
cómo te amaba que creyó que lo mejor para vos era que ya no estén juntos –mi
cara se transformaba- que él no iba a poder darte un futuro, temía por su
enfermedad y le dolía que pases por todo eso, así fue que sabiendo que no lo
ibas a dejar planeo todo ese día para que termine todo entre ustedes, de manera
que no quieras acercarte a él, todo, desde lo que yo te dije, el beso, sus
palabras, todo era algo que él había pensado. Te juro Pau que yo no quise pero
no me dejó otra opción… Perdón… -lo miré incrédula y lo dejé ahí parado sin
decirle nada…
Cristián:
no se lo digas, por favor…
Pau: yo
no voy a hacerte ningún favor… -tomé el primer taxi que vi y me fui…
Sentí como si me hubiese caído un balde
de agua fría, ¡no podía creerlo! Todo tenía sentido, pero necesitaba escucharlo
de su boca. Me dirigí hasta la dirección que había agendado la noche anterior.
Necesitaba que me lo diga ahora…
Toqué el timbre del portero. A la
segunda vez me respondió…
Julián:
hola ¿quién es?
Paula:
soy yo, Paula. Abrime por favor necesito hablar con vos, ahora –escuche el
sonido de la puerta indicándome el pase y subí hasta el piso de Julián, busqué
su departamento. Golpee y me atendió…
Julián:
¿qué pasó Pau? Estaba dormido, no te esperaba –mientras me daba un beso en mi
mejilla.
Paula:
tengo que preguntarte algo y quiero que digas la verdad –mientras observaba su
confusión- me lo acabo de cruzar a Cristián, me contó algo… -mi voz se quebraba
mientras veía que el agachaba su cabeza- ¿es verdad? ¿vos planeaste todo ese
día para que me aleje de vos? –mientras mis lágrimas caían libres, por su
reacción era obvio que era cierto…
Julián:
no sabía qué hacer… no podía atarte a mí. Te amaba… te amo demasiado tenía que
dejarte ir… -sus lágrimas cayeron… comenzó a angustiarse y lo abracé sin decir
nada…
Julián:
perdóname… te juro que me voy a arrepentir toda mi vida de lo que te hice, de
lo que te dije pero era lo mejor para vos…
Pau: vos
pensaste que era lo mejor para mí, ¿vos sabés lo que fueron estos años para mí?
No hubo un solo día en que no pensara en vos, que no te extrañara, que no
sintiera este dolor en el pecho que desde ese día siento…
Julián:
si, me equivoqué, fue una pendejada. Yo también te extrañé, te amo como
siempre, y más… -me colgué de su cuello y lo besé, nos besamos…
Pau: -me
separé lo miré a los ojos- yo también te amo…
Nos besamos como si de eso dependieran
nuestras vidas, con amor, con pasión. Me llevó a su habitación. Sentía como si
el tiempo no hubiese pasado, recorrimos nuestros cuerpos con besos, nuestros
ojos hablaban diciéndonos todo lo que nos extrañábamos, sus manos volvían a
reconocer mi cuerpo que no dejaba de temblar, el suyo tampoco. Volví a ser
suya, creo que siempre lo fui. Volví a hacer el amor después de 6 años. Sí,
porque una mujer sabe reconocer entre una noche de sexo y hacer el amor. Si
bien estuve con otros hombres, hacer el amor era otra cosa. Era sentirte plena,
que el placer sea tanto que te desborde, que se disipen los miedos, las dudas,
ya no tenía dudas… quería estar con él nada más…
Estábamos acostados acariciándonos, creo
que no caíamos en la realidad de lo que estaba pasando. Estaba apoyada en su
pecho lo miré y le dije…
Pau: ¿y
ahora? –me sonrió.
Julián:
no sé, lo único que sé, que tengo claro, es que te amo con todo el alma, que te
necesito, siempre lo hice…pero me reprimí…
Pau: ¿por
eso nunca me buscaste? –desviando su mirada.
Julián:
no tenía derecho a buscarte, a confundirte después de lo que te dije, tenía
miedo de que realmente me odies, de comprobarlo…
Pau: ya
ves, no te odio, no podría –besándolo suavemente- no podría alejarme otra vez…
Ya subo el otro, y adivinen quién aparece??? 2 por hoy y después creo que va a ser uno por día! en estos dos adelante mucho, porque son más largos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario