Capítulo 95

Capítulo 95



   Nos abrazamos y chocamos nuestras frentes, nos miramos a los ojos… disfrutando el momento, queriendo que sea eterno y guardarlo así en nuestras memorias, recién ahí unimos nuestros labios…

    Nos besamos llenos de emoción… sin dejar de abrazarnos como si ese beso sellara algún tipo de pacto, o al menos así lo sentía yo… no quería sepárame de él nunca más… Me volví a sentir plena… feliz en sus brazos, y sentía que podía estar el resto de mi vida en ellos, que eran mi lugar en el mundo…

    Nos separamos para tomar aire y volvimos a chocar nuestras frentes, hasta que volvió a hablar…



Pedro: Decime que no estoy soñando- Y sonreí recordando que fue lo primero que me dijo la primera vez que nos besamos… no podía amarlo tanto… sentía que mi corazón no estaba preparado para esto…

Paula: Estamos despiertos- Le volví a responder y volvimos a besarnos, como queriendo compensar todos los besos que no nos dimos todo este tiempo… 

    Con una mano se dedicó a acariciar mi espalda y con la otra me sujetaba por la nuca profundizando más nuestro beso, yo tenía mi brazo sano rodeando su cintura y pegué mi cuerpo al suyo, él reaccionó al instante e hizo lo mismo llevándome hacia la puerta que estaba detrás de mí y de la que nunca nos separamos. Me apoyo en ella y dedicó su atención a mi cuello, ya no teníamos retorno… otra vez estaríamos juntos y esta vez va a ser para siempre… Hasta que lo siento separarse de mí…

Pedro: ¡Estás empapada Pau! No quiero que te enfermes- Y yo solo quería comerlo a besos y si el precio que debía pagar era un resfrío no me importaba… lo acerqué de nuevo hacía mí y lo sentí sonreír entre besos y volvió a separarse- Te hablo enserio amor…-me dijo mirándome a los ojos…-Dejame que te cuide- y si quería matarme de amor lo iba a lograr.

   Me llevó de la mano hasta su cuarto y empezó a revolver entre sus ropas. Lo vi sacar una remera y un pantalón, después descolgó una campera que yo solía usarle.


Pedro: ¡Tomá! –entregándome la ropa que había elegido, me sentía confundida- metete en la ducha con el agua bien caliente, yo mientras te voy a preparar un té para que te tomes, estás helada-Creo que notó que no estaba feliz con su propuesta, pero tampoco me dejaba otra opción, se acercó y me tomó del mentón dejándome un beso en mis labios- Te espero allá y hablamos- Yo asentí y él volvió a besarme, esta vez con más pasión y lo vi salir del cuarto…


    Hice lo que me dijo que hiciera. Realmente estaba congelada, tuve que dejar caer un rato largo el agua sobre mi cuerpo para que volviera a tener la temperatura normal. Me sentía confundida... Sé que hizo esto para cuidarme, pero hubiese preferido que me desvista en su cama y recobrar temperatura haciendo el amor, pero no, sus planes eran otros, por lo visto quería que hablemos y entendía que era lo que teníamos que hacer antes de dejarnos llevar por la pasión…

    Una vez que terminé de vestirme fui hasta el living, estaba sirviendo el té en una taza, me miró y sonrió.



Paula: ¡Te doy gracia que te reís!-Le dije acercándome hasta él y tomando la taza que me ofrecía…

Pedro: ¡No! ¡Estás tan hermosa! –Me dijo mirándome a los ojos y aunque lo veía imposible le creía…


    Bebí el té que me había preparado sin sacarnos los ojos de encima, aun seguíamos parados en la cocina, en donde lo había encontrado. Hasta que lo escucho decir…

Pedro: ¡No puedo creer que estés acá! –Sus ojos volvían a llenarse de lágrimas y yo no lo soporté más…

Paula: ¡No sé cómo pensé que podía vivir sin vos, mi amor! –Me salió del alma… dejé la taza a un costado, en la mesada y lo abracé, él acariciaba mi espalda hasta que me separa para decirme mirándome a los ojos…

Pedro: Vos lo pensaste… yo no necesitaba hacerlo, siempre supe que no podría…- Y sentí un dolor profundo en el pecho por sus palabras…

Paula: ¡Perdón! Perdoname por lo que hice, por no escucharte, por dejarme llevar por todo lo que pasó- Rompí en llanto desde lo más profundo de mi ser…

Pedro: ¡No, amor! No tengo nada que perdonarte, no llores por favor… no soporto verte llorar así- Me sujetó con sus manos de la  cara y traté de reponerme pero era imposible- Los 2 nos equivocamos… hicimos todo mal… no podemos cometer los mismos errores de nuevo…-Suspiró y cerró sus ojos, los volvió a abrir y me dijo serio- Te amo con toda mi alma y eso no cambió y no va a cambiar jamás… pero si estás acá quiero saber si es porque en realidad querés intentarlo de nuevo… sí querés remendar todos los errores que cometimos juntos o sí es un arrebato por todo lo que pasó hoy…-Sentía como le costaba pensar en esa opción tanto como me dolía a mí que realmente pensara que podría ser así- Sí es así te juro que te entiendo y no me voy a enojar pero voy a tener que pedirte que te vayas antes que terminemos lastimados los dos…-Me dijo con sus ojos llenos de lágrimas y yo no quería que piense un segundo más en esa opción, necesitaba ser clara y el nudo en mi garganta no iba a impedírmelo ahora, me acerqué más a él pegando mi cuerpo al suyo y busqué su mirada para decirle…

Paula: Te amo con todo mi alma y si algo entendí en estas semanas es que quiero pasar el resto de mi vida con vos… -Lo vi sonreír emocionado- no soportaría estar así de nuevo, quiero… necesito apostar a este amor a Todo o Nada… porque sos quién me da vida, quién me da luz… estoy segura de lo que siento amor, no lo dudes, por favor… -El me abrazó fuerte y yo respondí de igual modo…

Pedro: ¡Vamos por todo entonces! –me dijo suave al oído y yo busqué sus labios para besarlos. Lo necesitaba tanto.


    Entre besos fuimos hasta su cuarto… creo que los dos necesitábamos sentirnos ya, no queríamos esperar un segundo más. Me acostó suavemente sobre su cama y luego se subió encima de mí, sin dejar de besarnos jamás. Nos repetíamos mil te amos y te extrañé sin parar, no éramos capaces de reproducir otra cosa…

    Nos fuimos deshaciendo una a una de nuestras prendas hasta quedar totalmente desnudos. Sentir su cuerpo sobre el mío me hacía estremecer por completo, alterando cada fibra de mi ser, lo necesitaba, lo deseaba tanto…

    Sus besos y sus caricias me perdían, quería detener el tiempo acá, sintiéndolo tan mío y yo tan de él. Quería que volviéramos a ser uno, sentirlo en lo más profundo de mí. Le dejé en claro mis intenciones, y me pegué aún más a su cuerpo que estaba tan preparado como el mío…

Pedro: ¡Para amor! –Me detuvo en seco y no lo entendía- No me olvido lo que te dijo el médico-Me dijo agitado, excitado- tenemos que cuidarnos…-y entendí a qué se refería. No podíamos correr riesgos hasta que mi anemia deje de ser un peligro si llegara a quedar embarazada… asentí y me separé de su cuerpo y lo vi levantarse para abrir el cajón de su mesita de luz, buscó en él hasta que sacó lo que tanto andaba buscando…No podía disimular mi molestia al ver que tenía preservativos ahí, si nosotros no los usábamos… creo que mi reacción fue evidente…- ¡Amor! Hace un montón que están ahí, nunca los usé…

Paula: ¡Esta bien! ¡No puedo reclamarte nada! –Traté de volver a sus labios y él me esquivó...

Pedro: ¡No, Pau! –Me miró fijo a los ojos- No quiero que pienses cualquier cosa, no empecemos así. Te estoy diciendo la verdad… jamás podría estar con nadie más… vos sos mi mujer, la única que necesito y deseo en mi vida… -Sentía que derretía de amor y le creí, porque yo sentía exactamente lo mismo, aunque él y yo no hubiésemos vuelto jamás no quería a ningún otro hombre en mi vida…

   Volvimos a besarnos y a continuar con el acto más puro… expresándonos todo el amor que nos sentíamos y todo lo que nos habíamos extrañado… Volvimos a entregarnos en cuerpo y alma hasta quedar rendidos…



Cuenta Pedro…



     No podía creer verla parada ahí. Creí que era un espejismo, un producto de mi imaginación pero no, era ella. Me pidió subir para que hablemos y me quedé congelado sin poder responderle nada… simplemente le di aviso para que suba y me acerqué a la puerta sin saber qué me esperaba cuando la abra, ¿De qué querrá hablarme? No estaba seguro si era lo mejor, no me sentía preparado… o sí… solo quería escuchar de sus labios que me ama y que quería que volviéramos a estar juntos, pero otra cosa distinta a esa no sabría si era capaz de tolerarlo…

    Cuando abrí la puerta la vi mirarme y con pasos seguros entró sin pedir permiso cerrando la puerta, yo no sabía qué hacer ni que decirle, hasta que la escucho decir…


Paula: “Yo también te extraño”- Sus lágrimas empezaron a brotar de sus ojos verdes que brillaban increíblemente y yo sentía que mi corazón volvía a latir con fuerza…

Pedro: ¡Pau! –La vi acercarse más a mí, sin dejar de mirarme nunca…

Paula: ¡Te amo! –Me dijo segura- No puedo… ni quiero olvidarte…-No pude evitar sonreír, tanta felicidad de golpe me desbordaba…

Pedro: ¡Yo también te amo! No tenés una idea de cuánto… -Le dije soltando las lágrimas de felicidad que ya no podía contener más.


    Nos besamos demostrándonos todo lo que sentíamos, estábamos tan emocionados… En un momento sentí que la pasión se apoderaba de nosotros pero necesitaba frenar, necesitaba que hablemos, que aclaremos lo que nos pasaba antes de seguir y después arrepentirnos. Paula estaba empapada y le dije que fuera a darse una ducha caliente. Busqué algo de ropa y la esperé en la cocina con un té. Sentía que no estaba muy conforme con mi actitud… Aunque moría por hacerle el amor en ese momento, necesitaba que aclaremos muchas cosas antes…

   Le mandé un mensaje a Hernán avisándole que no iba a ir a lo que respondió llamándome enseguida preocupado, simplemente le dije que estaba bien, que después le contaba. Y no conforme se despidió de mí.

   La vi entrar a la cocina con mi ropa que le queda grande y morí de amor, no podía estar más hermosa. Mientras bebía su té le confesé…



Pedro: ¡No puedo creer que estés acá! –No pude evitar emocionarme de nuevo y ella también quebró…

Paula: ¡No sé cómo pensé que podía vivir sin vos, mi amor! –Me dijo sincera… dejó la taza a un costado, en la mesada y la abracé, me dediqué a acariciar su espalda hasta que sentí la necesidad de decirle…

Pedro: Vos lo pensaste… yo no necesitaba hacerlo, siempre supe que no podría…- Creo que sonó a reproche y ella se puso mal…

Paula: ¡Perdón! Perdoname por lo que hice, por no escucharte, por dejarme llevar por todo lo que pasó- Rompió en llanto y me dolía verla así…

Pedro: ¡No, amor! No tengo nada que perdonarte, no llores por favor… no soporto verte llorar así- Tomé con mis manos su cara para que me mire- Los 2 nos equivocamos… hicimos todo mal… no podemos cometer los mismos errores de nuevo…-Era el momento, teníamos que dejar las cosas en claro, y aunque me costara tenía que despejar mis miedos, ahora…- Te amo con toda mi alma y eso no cambió y no va a cambiar jamás… pero si estás acá quiero saber si es porque en realidad querés intentarlo de nuevo… sí querés remendar todos los errores que cometimos juntos o sí es un arrebato por todo lo que pasó hoy…-El solo pensar en esa opción me dolía en lo más profundo, pero necesitaba escucharla- Sí es así te juro que te entiendo y no me voy a enojar pero voy a tener que pedirte que te vayas antes que terminemos lastimados los dos…-No pude contener más mis lágrimas, ella me miraba como queriendo transmitirme paz…

Paula: Te amo con todo mi alma y si algo entendí en estas semanas es que quiero pasar el resto de mi vida con vos… -Sonreí emocionado- no soportaría estar así de nuevo, quiero… necesito apostar a este amor a Todo o Nada… porque sos quién me da vida, quién me da luz… estoy segura de lo que siento amor, no lo dudes, por favor… -Nos abrazamos fuerte…

Pedro: ¡Vamos por todo entonces!


     Me sentía tan pleno, tan feliz… como pensé que nunca más sería en mi vida. Volvimos a amarnos, a sentirnos como cientos de veces soñé aun despierto… La amaba, la necesitaba, la deseaba como sabía que jamás sentiría por otra persona y quería dejárselo en claro. No quería más dudas, ni miedos, ni desconfianza entre nosotros. Esta vez era a Todo o Nada y yo estaba dispuesto a pelear por nuestro amor a enfrentar cualquier cosa, no permitiría que volviéramos a pasar por lo que pasamos, no soportaría estar un día más sin ella…


Cuenta Paula…

   Me desperté con los besos y las caricias de Pedro, abrí mis ojos y le sonreí…

Paula: ¡Hola! –Él me besó… su mirada volvía a ser la misma que tanto extrañaba, esa mirada transparente de la que me enamoré el primer día que lo vi, con esa luz tan especial que me invitaba a llevarme a su mundo, a mi mundo… a nuestro mundo. Ya no veía en ellos tristeza, ni miedos y eso me daban la seguridad que necesitaba, la fortaleza… ya no va a haber nada que nos pueda separar…

Pedro: ¡Buen día dormilona! –Me pegué a su cuerpo y lo abracé fuerte, necesitaba sentirlo…

Paula: ¡Extrañaba tanto esto! –Le confesé emocionada y quise disimular mi llanto entre su pecho, pero me separó y levantó mi cabeza para mirarlo…

Pedro: ¡Ya no vamos a extrañarnos más, vamos a pasar el resto de nuestras vidas así! –Y sabía que era así… que ese vaticinio iba a cumplirse y no pude evitar sonreír y llenarlo de besos…

    Holaaaa! Cómo andan??? Yo bien y después de releer, sacar y modificar decidí subirlo en una sola parte! No sé si era lo que esperaban de una Reconciliación pero creo que es lo más real que pude haber escrito… Por ahí esperaban una noche de pasión desenfrenada (Aunque algo de eso hubo, claramente) donde no existieran las palabras, pero no. Ellos, en especial Pedro tenía que estar seguro, ya leyeron y más adelante sabrán por qué ;)

    Ahora es un A Todo o Nada y van tener que sortear algunos obstáculos (Ya sabrán cuales y algunos ya se los imaginaran) pero juntos… No hay nada que fortalezca más a una pareja que superar las adversidades juntos! :) y lo aclaro para que no se asusten! Jajaja



   Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también.



   Les dejo el adelanto que si puedo subiré el lunes, sino el martes! Buen finde para todos!



    Nos levantamos a media mañana, creo que el hambre voraz nos obligó a hacerlo. No habíamos cenado, solo habíamos comido unos chocolates a la madrugada para reponer un poco de energía, pero ahora mi estómago reclamaba…

Paula: ¡Bueno, amor! Vos andá a bañarte que yo voy a preparar algo para que desayunemos ¿Sí?- Le dije mientras lo veía levantarse con toda la fiaca del mundo…