Capítulo 98

Capítulo 98


Paula: ¡Te amo mi amor! Y si yo te hago bien sonriendo voy a hacer todo lo posible para estar bien, tenés razón, estamos juntos, nos amamos y te voy a cuidar para que estemos juntos toda la vida…-Él sonrió emocionado y sellamos nuestro pacto con besos…



Cuenta Pedro…



    No veía la hora de terminar mi día para verla. Necesitaba llenarla de besos, abrazarla fuerte y decirle cuanto la extrañaba… Habíamos hablado por teléfono todo el día entre mis grabaciones y podía notarla triste, más allá de decirme que era porque me extrañaba, sentía que era mucho más que eso…

   El haberse enterado de lo que hice la llenaba de miedos y de culpas y no quería que sea así. No quería que piense que era un suicida que ante cualquier discusión pueda intentar sacarse la vida, no fue esa mi intención, pero a la vez entendía que tanto para ella como para mi familia era imposible no verlo así…

   No quería que lo que hice traiga consecuencias en nosotros, lo había hablado con mi psicólogo y me dijo que siempre debía ser sincero y claro con lo que se quiere en una pareja y para eso no hay nada mejor que proyectar, mirar al futuro y forjar el presente, las cosas que no se hablan, que se esconden o se esquivan trae inseguridades y va ablandando la relación y la va haciendo vulnerable y sentía que era lo que nos había pasado a nosotros y no podía dejar que vuelva a pasar…

   Ayer (Lunes) había hablado por teléfono con mi papá, obviamente ya estaba al tanto de que habíamos vuelto… lo noté raro, como distante y aunque no hablamos mucho me citó para que nos viéramos el miércoles para hablar tranquilos. Ya que estaba de viaje por trabajo y recién volvería mañana.

   Me preocupaba el tono de voz de mi padre y entendía que su reacción sea parecida a la de Luciana, con ella no volví a hablar, sí con el resto de mis hermanos a los que también noté raros, y en donde jamás se tocó el tema de Paula… Me dolía que no acepten mi decisión, que sigan con la idea de culpar a otros por lo yo hice y evidentemente me lo quieren hacer notar. Seguro será mi padre quién mañana rompa el hielo y yo también estaba decidido a hacerles cambiar la opinión que tienen al respecto… ya tenía casi 30 años y nadie podía decidir por mí, tenían que entenderlo…



    Después de terminar mi jornada laboral fui hasta el departamento de Pau, moría por verla, necesitaba desconectarme de todo y conectarme solo a ella.

    Cuando la vi pude notar que había estado llorando y no soportaba verla así, traté de calmarla, tranquilizarla, de darle seguridad y era eso lo que quería y que necesitaba para ella, para nosotros… empezar a forjar nuestras armas para enfrentar todo lo que depara el destino para nosotros… junto con la confianza y el compromiso, amor y compañerismo había de sobra…


Paula: ¡Te amo mi amor! Y si yo te hago bien sonriendo voy a hacer todo lo posible para estar bien, tenés razón, estamos juntos, nos amamos y te voy a cuidar para que estemos juntos toda la vida…-Yo sonreí y sellamos nuestro pacto con un beso…


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Paula: ¡Tengo una sorpresa para vos! –Me dijo mientras trataba de reponerme de nuestro beso…

Pedro: ¿Sí? ¿Qué? –Le dije sin sacarle mi atención a sus labios y la seguía abrazando fuerte, la necesitaba tanto así…

Paula: ¡Te cociné bifecitos a la criolla! –Me separé de ella para mirarla a los ojos y comprobar que no me estuviera mintiendo, y la luz de sus ojos decían la verdad, la llené de besos…

Pedro: ¡Gracias! ¡Gracias! –Le repetía entre besos y ella sonreía orgullosa…

Paula: Solo espero que hayan salido tan ricos como parece que pretendés que sean –Rió

Pedro: Si lo hiciste con amor seguro que te salieron ricos-Sentencié y ella me besó de nuevo…

Paula: Con todo el amor del mundo… -Nos perdimos en nuestros ojos que hablaban por sí solos y volvimos a besarnos, no tenía dudas que sería feliz solo a su lado…


    La ayudé a preparar la mesa y cenamos lo que con tanto amor había preparado y que tanto disfrutamos. No podíamos dejar de acariciarnos, ni de mirarnos…

    Después de cenar comimos unos chocolates que le había comprado y que sabía que eran su perdición. Ordenamos todo, juntos y dije…


Pedro: ¿Vamos a dormir?-Mientras la abrazaba por la espalda y la llenaba de besos en el cuello cuando estaba guardando las últimas cosas en la alacena…

Paula: ¿Dormir? –Se dio vuelta haciendo cara triste- ¡Ufa! ¡Yo tenía otros planes! –Me dijo guiñándome el ojo y yo la besé dejándole en claro que mis intenciones eran exactamente las mismas que las suyas…


    Entre besos fuimos hasta su cama… en la que tanto había deseado estar… empezamos a desvestirnos sin perder tiempo y casi al unísono dijimos…


PyP: ¡Compré…

Paula: ¿qué compraste? –Primereó.

Pedro: ¿Preservativos? Ya no teníamos más y hoy a la tarde me camuflé para comprarlos…-Levanté mis hombros y ella sonrió imaginando la situación…

Paula: Ayer llamé a mi doctora, me dijo que vuelva a tomar las pastillas que tomaba antes pero hasta que se haga efecto nos tenemos que cuidar unos días… mandé a Sochi para que me las compré y compró de esos también. –Ambos reímos y me besó…

Pedro: ¡Ah! ¿O sea que tenemos un arsenal?-Ella asintió sin separarse de mis labios- ¡Cuánta presión!

Paula: ¡Tampoco es para que usemos todos ahora! –Revoleó los ojos aparentando estar enojada.

Pedro: ¡Menos mal! ¡Yo mañana tengo que ir a trabajar! –Volvimos a reírnos y a dedicarnos a los besos y caricias que iban subiendo de tono.


   Amarla así, de esta manera… ella era todo para mí. En un momento una pregunta vino a mi cabeza y necesitaba hacérsela…


Pedro: Amor… -Ella me miró sorprendida por habernos frenado de golpe- Cuando estés mejor de tu anemia…-su cara cambió y me frené al ver que habría sus ojos grandes, me sentía incómodo ¿Cómo podía preguntar algo así ahora, después de lo que pasó?- ¡Dejá! No dije nada.-Quise volver a besarla pero no me dejó…



Cuenta Paula…


    Me sorprendió que Pedro quisiera hablar de esto ahora y también lo vi dudar y detenerse, pero no tenía sentido, yo también quería expresarle mis deseos, que no era distintos a los suyos. No quería que esto sea un tema tabú entre nosotros sino todo lo contrario…


Paula: ¿Qué? Terminá con lo que ibas a decirme…-Le dije acariciándole la cara…

Pedro: ¡No! Soy un pelotudo –Se agarró la cabeza lamentándose, me dolía verlo así, sus ojos se llenaban de lágrimas y lo abracé fuerte. No entendía su reacción.

Paula: ¡Amor! ¿Por qué te ponés así? ¿Qué pasa? –Le dije llenándolo de besos, pero más que calmarlo parecían empeorar su estado.


    Nos quedamos así un rato, en silencio… abrazados. Se había tranquilizado. Hasta que lo escucho suspirar y decir…


Pedro: ¡Amor! –Lo escuché atenta- ¡Perdón! Es que de golpe se me vino a la cabeza el día de tu accidente, cuando estábamos esperando los resultados de los análisis… -Suspiró de nuevo- No puedo evitar sentirme mal ¿y si hubieses estado embarazada y yo te dejaba sola?-me dijo lleno de tristeza y yo lo abracé, yo también lloraba.

Paula: ¡Amor! Dios no quiso que eso para nosotros, él quiso que te quedaras acá, que volviéramos a estar así-Lo besé- Te juro amor que vamos a tener todos los hijos que queramos, juntos. –Pude notar una sonrisa en sus labios y volví a hablar- Ese día yo me puse triste cuando supimos que no estaba embarazada… -No pude evitar quebrarme confesándoselo y ahora él trataba de calmarme a mí- Ya te dije una vez que yo no proyectaba hijos en mi vida, que no me veía siendo madre pero vos encendiste todo eso en mí… me hiciste soñar con eso y a pesar de que no estábamos juntos, sentía que iba a ser el fruto de nuestro amor… que no estaba todo perdido… -Traté de reponerme, él también estaba emocionado- Te amo, amor y sé que juntos vamos a tener todo eso que tanto soñamos- Sonrió y yo lo imité.



    Nos besamos y nos repetíamos una y mil veces lo mucho que nos amábamos.



Pedro: ¡Gracias por desear tanto como yo esto! –Me acurruqué en su pecho, necesitaba sentirlo, sentir sus latidos me daba paz.

Paula: ¡No tenés nada que agradecer! Es un hecho, voy a hacer todo lo que tengo que hacer para estar bien y después vamos a empezar a trabajar al respecto-Le dije segura y ambos reímos.

Pedro: Pero mientras podemos ir practicando ¿no? -Me dijo levantando mi cara para que yo lo mire a los ojos.

Paula: ¡Es lo mejor que podemos hacer! –comencé a besarlo otra vez…

Pedro: Pero… se nos está pasando por alto un detalle.-Me dijo divertido

Paula: ¿Qué?- Pensé y creía que podía leerle la mente y moría por escucharlo de su boca.

Pedro: ¡No! Nada, ya te vas a enterar…-Volvió a mis labios y no podía sentirme tan plena, tan feliz, en mi cabeza solo había una opción, esa que nos uniría por siempre…

    Hola!!! Cómo andan??? Bueno! Acá les dejo el capítulo de hoy! Quería ir mostrando la perspectiva de ellos, cómo están encarando la relación ahora. Cómo sueñan con concretar proyectos juntos, al menos el más importante de todos…


    Espero que les haya gustado! Ya saben que pueden dejar sus comentarios y a la que quiera que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP pueden dejar sus comentarios ahí también.


    Les dejo el adelanto del próximo capítulo que subiré el día lunes o martes…

Pedro: ¡Papá! Tuvimos una crisis como cualquier pareja, pero ya hablamos, está todo bien… Parece como si nunca te hubieras enamorado, como si nunca hubieses cometido errores… ¿Todo fue perfecto siempre para mamá y vos? –Le cuestioné dolido.

Horacio: ¡No, hijo! –Suspiró- No cuestiono tu relación con Paula sino es que creo que no deberías apostar todo a ella. Ya te expliqué todo el dolor que sentí al verte como estabas y solo cuando seas padre me vas a entender…