Capítulo 30

Cuenta Paula…

    Mi día lo arranqué de la mejor manera, después de que Pedro se fue no pude volver a dormirme. No podía dejar de pensar en todo lo que vivimos estos días… intensos… llenos de amor, de pasión, de paz, porque era eso lo que él me transmitía, paz y una seguridad como nunca antes nadie me hiso sentir…

    Que me haya confesado de sus ataques de pánico me conmovió demasiado, sabía que Pedro era super sensible, sus ojos lo transmiten, como transmiten cada sentimiento que pasa por él. Sentí culpa por ser la causante del último, pero me convenció de que no era responsabilidad mía sino que su cabeza lo llevaba por esos caminos cuando se juntaban con su ansiedad y sus miedos. Entendí que lo mejor que podemos hacer es contenernos, hablar, despejar siempre que surja cualquier duda, es la manera en que puedo evitar que algo así vuelva a ocurrir.

   Necesitaba más que cualquier cosa hacerlo sentir seguro, como él lo hace conmigo. Que sepa que esas pesadillas que lo persiguen son solo eso, que estamos juntos…



   Tenía compromisos a la mañana tenía que reunirme con mis representantes para agendar mi semana. Me levanté, me bañé, me vestí, desayuné y me fui hasta la agencia.

    La tarde la tenía libre y sin pensarlo 2 veces, antes de llegar a mi casa pase por la panadería a comprar algo para el mate y me fui hasta la casa de Zaira…

    Toqué el botón del portero y escuché la voz de mi amiga…


Zaira: Hola ¿quién es?

Paula: ¡Hola cachorra! ¡Soy yo! Traje facturas

Zaira: te abro solo por las facturas –reímos, odiaba estar mal con ella, era la única amiga de enserio que hice desde que vine de España…

Entré al departamento de Zaira y apenas puse un pie me abrazó…


Zaira: ¡Pochi! ¡no sabés lo que te extrañé!

Paula: y yo a vos amiga – y respondí a su abrazo…

Zaira: ya pongo la pava y me empezás a contar, porque sé que tenés mucho! –y la seguridad de mi amiga al saber que tenía mucho que contarle me intrigó…

Paula: ¿cómo sabés que tengo mucho que contarte?-mientras se dirigía a la cocina…

Zaira: mmmm, Pedro, algo me dijo cuando nos vimos hoy en la reunión de Ideas ¿por qué sabías que vamos a trabajar juntos, no?-sonreí

Paula: ¿y qué te dijo? Si puedo saber...

Zaira: nada, solo me agradeció por ayudarlos y bancarlos… no me quedó otra que preguntarle…


    Entre mates y facturas estuvimos toda la tarde con mi amiga poniéndonos al día con las cosas…


Zaira: no sabés lo felíz que estoy de que te hayas animado… ¡tenés otra cara Pochi –reí ante el comentario!

Paula: ¡otra cara! ¿cómo sería eso?

Zaira: si gorda… escucharte, verte cuando hablás de Pedro… estás hasta las manos y él también –no pude evitar emocionarme ante el comentario de mi amiga- ey! No me llores…

Paula: es que ¡vos sabés lo que me costó reaccionar! Tenías tanta razón… ya no podía mentirme más… -me abrazó- gracias por querer abrirme los ojos aunque no te hice caso en ese momento siempre supe que lo hacías porque querías verme bien…

Zaira: obvio Pochi, ¡siempre voy a querer lo mejor para vos! ¿ Pero te puedo hacer una pregunta?

Paula: mmm, si, ¡mientras no te desubiques! –reímos… me separé de su abrazo para poder mirarla a los ojos…

Zaira: después de tanta noche hot, de tanta pasión ¿se cuidaron? –me veía venir esa pregunta de mi amiga…

Paula: si, Zai, relajá, yo me cuido hace un montón con pastillas y él también se cuidó en un primer momento, pero después nos dejamos llevar, igual yo le dije que las tomaba para que podamos relajarnos…

Zaira: bueno, bueno, ¡no me des más detalles! Yo solo quería saber si corría riesgo de ser tía pero se ve que lo tienen más que claro, me parece bien, tienen que aprovechar para conocerse y disfrutarse no da ahora, quién te dice más adelante!!!

Paula: Pará Zai, ¡no van ni 3 días que estamos juntos!

Zaira: si, pero intensos ¡Hasta pelea tuvieron ya! –y le revoleé uno de los almohadones por la cabeza y reímos…



     Seguíamos hablando con Zaira de sus cosas, de lo nerviosa y ansiosa que estaba con el debut del programa, me contaba los detalles. El programa se llamaría “La cocina del Show” y empezaría a partir de éste sábado a las 14 horas. Con la conducción de Mariano Iudica, la participación de Pedro y ella. Todavía no sabían el horario en que terminaba y se trataría de un programa donde harían la previa al inicio del Bailando por un Sueño, donde iban a ir los postulantes que querrían participar del certamen. Aparte irían a tocar bandas en vivo, notas y demás, tendría mucho material ya que el programa era largo.


    Cuando me estaba despidiendo de mi amiga recibí un llamado de Pedro…


Pedro: ¡Hola Amor! –apenas lo escuché sentí cientos de mariposas en la panza, como si fuera una adolescente que la llama el chico que le gusta…

Paula: Hola Amor ¿cómo estás? –mientras veía a Zaira que me hacía burlas…

Pedro: bien, acá extrañándote… -y si quería matarme de amor sabía cómo hacerlo…

Paula: yo también… mucho…


    El resto de la semana transcurrió así. Entre encuentros furtivos en mi departamento... no teníamos otra chance y por ahora prefería jugarla de local también. Igual la zona en la que vive Pedro es mucho más transitada que la mía y corríamos más riesgos.

    En la semana estuve de invitada nuevamente en Este es el Show y fue ahí donde finalmente blanqueé mi ruptura con Julián. A lo que me cuestionaban el por qué y si era definitivo. Pero como la primera vez que fui ahí el ambiente distendido y la calidez me hicieron sentir cómoda a pesar de la confesión, en definitiva era lo que quería, pero tampoco quería ahondar en detalles. Pero llegó una pregunta incómoda que no me esperaba…


Connie (panelista): pero… ¿vos terminaste tu noviazgo porque hay otro hombre que te interesa? ¿no?–y no supe que decir…

     Hola!!! como están??? acá les dejo el capítulo de hoy, espero que les guste. El próximo lo subo el lunes. Ya saben la que quiera comentar pude hacerlo y la que quiere que le avise cada vez que suba mi twitter es @LauyValenPyP soy Lau!!! Les dejo un adelantito...

    Y otra vez encontrarnos era toda una odisea. Salir con mi auto y dar varias vueltas en vez de tomar el camino directo al departamento de Paula. Estacionar a la vuelta. Camuflarme para que nadie me reconozca. Y una vez en frente de su edificio fijarme que nadie me vea entrar.