Capítulo 18

  

    Ya es hora- nos dijo el organizador, se escuchaba la música que daría comienzo a nuestra pasada. Las 2 niñas salieron con una sonrisa enorme en sus rostros. Mis piernas temblaban, no lo podía evitar… la canción era preciosa, era la primera vez que reparaba en ella…

Tiempo aquel, viendo a la distancia,

Tiempo fue, viendo al interior,

Tiempo que, no me imaginaba,

Lo que me perdí…

    A la segunda estrofa, debíamos salir, era la hora… salí al escenario, miré al frente y lo vi, él me miró. No sabía si había mil, dos mil, un millón de personas viéndonos, yo solo sé que él me miraba… caminamos para encontrarnos en el centro, la melodía y su letra, él y yo… me dejé llevar…

Y hoy aquí, Viendo a las estrellas,

Y hoy aquí, todo es claridad

Desde aquí ya puedo ver que es donde quiero estar…

   Nos encontramos en el centro del escenario, no podíamos dejar de mirarnos, estábamos tan cerca… él tomo mi mano (como estaba indicado) para empezar a bailar el vals, plena, feliz, no podía describirme de otra manera…

Y la luz encuentro al fin,

Se aclaró aquella niebla,

Y la luz encuentro al fin,

Ahora el cielo es azul,

Es real brillando así,

Ya cambió la vida entera.

Esta vez todo es diferente,

VEO EN TI LA LUZ

   No dejábamos de mirarnos, de sonreír mientras bailábamos. Terminada la estrofa debíamos caminar por la pasarela, detuvimos el baile, tomó mi mano ésta vez para colocarla en su brazo y así, cual novios saliendo de una iglesia, caminamos lo largo del trayecto sin separar nuestras miradas, lo noté tan emocionado como yo. Llegamos al final y volvimos, el cortejo ya había salido de escena, solo estábamos Pedro y yo. Llegamos al centro, donde antes habíamos bailado…

Esta vez todo es diferente,

Veo en ti la luz

   Caímos en cuenta que debíamos terminar con un beso, no sabía qué hacer, creo que él lo notó. Tomó mi mano en donde sostenía el ramo que hasta recién me percaté que llevaba. Me miró tratando de transmitirme tranquilidad, y colocó mi mano con ramo incluido frente a nuestros rostros que se acercaban para que el público no viese lo que pasaba, mi corazón latía a mil por hora. Tenerlo tan cerca, sus labios a centímetros de los míos, pero mi sorpresa fue que él apoyo su frente con la mía sin dejar de mirarme y me dijo…

Pedro: no quiero un beso ficcionado... Cuando te bese, quiero que sea el primero de muchos besos…

    No podía creer lo que estaba pasando, sus palabras me hicieron caer en la realidad. Escuchamos el cambio rotundo de música que daba pase a la entrada de todos para el saludo final. Nos separamos e intenté actuar normalmente lo que más que pude, entre el gentío lo perdí de vista. Sentía que iba a desmayarme en cualquier momento, era demasiado para mí. Decidí escabullirme entre todos y salir de escenario. Apenas me encontré sola en los pasillos, mis lágrimas empezaron a caer sin control ¿Qué me pasaba? ¿qué estaba haciendo?

Cuenta Pedro…

    Estaba preparado para salir. No podía creer que esté tan nervioso. Las vestuaristas estaban acomodándome el traje, otra arreglando el nudo de mi corbata (cosa que creo que jamás en mi vida aprenderé a hacer) Bromeé con eso solo para distenderme (era común en mi hacer chistes para aplacar los nervios) porque sentí que ese momento iba a ser muy importante…

    Miré a los costados y vi a las nenitas que formarían parte del cortejo, me sonrieron, me acerqué a ellas y me agaché para estar a sus alturas.

Pedro: ¡Hola! –las saludé y ellas me sonrieron…

Nenitas: ¡Hola! ¿vos Pedro, el de la tele?

Pedro: si, ¿ustedes van a desfilar ahora también?

Nenitas: ¡sí! –las noté emocionadas y divertidas, ¡por qué yo no podía estar igual!

    En plena charla llegó el organizador del desfile y nos dijo que ya era el momento… salieron ellas antes… hermosas, sonriendo. Traté de concentrarme, que no se noten mis nervios. El hombre se acercó y me dijo:

Organizador: ¡Ahora vos Pedro! ¡a romperla!

    Salí al escenario y la vi. No podía estar más hermosa, conectamos nuestras miradas, la vi sonreír mientras nos acercábamos. Perdí noción del tiempo, di los pasos que nos separaban, creo que por inercia tomé su mano para empezar a bailar. No podía dejar de mirarla, sus ojos brillaban, supongo que los míos también…

    Terminamos el vals, caminamos la pasarela como 2 novios que salen de una iglesia. No podía dejar de imaginar una realidad así… la veía feliz, plena…

    Volvimos al centro del escenario y era donde estaba pautado un beso. Noté que su semblante cambió. Tal vez no quería y si bien yo moría por besarla le dije…

Pedro: no quiero un beso ficcionado... Cuando te bese, quiero que sea el primero de muchos besos…

    Empezaron a salir todos bailando y saltando, dándole fin al desfile. Enseguida la perdí de vista. Traté de buscarla entre tanta gente, en eso la veo salir del escenario y la seguí… La encontré en el pasillo a metros de su camarín y la tomé del brazo, cuando giró la vi llorar…

Pedro: Paula ¿por qué llorás? ¿qué pasa? –la vi desencajada, totalmente distinta a la de hace minutos atrás…

Paula: Dejame tranquila Pedro ¡por favor! – mientras me hablaba mantenía su cabeza gacha, la mirada perdida…

Pedro: No me pidas eso… no puedo… Te mentí antes cuando te dije que ya pasó… desde el día que te vi no puedo sacarte de mi cabeza, no pasa un segundo en que no te piense… –me sinceré. Con mi voz quebrada, le estaba hablando con el alma…

Paula: ¡Basta Pedro! –me interrumpió – ¿No te das cuenta que es imposible? Tengo novio… ¡lo sabés! ¡no insistas! –sus palabras eran puñales, todas las ilusiones que tenía se estaban desmoronado…pero no quería aceptarlas… no podía, ella seguía sin mirarme, me esquivaba- De enserio… por favor… ¡Alejate de mí! –rematando, la notaba totalmente abatida, igual que yo, no podía resignarme y la tomé suavemente de su rostro, para que levante su mirada, para que me mire a los ojos y la increpé…

Pedro: tus ojos no me decían eso hace un rato… ahora mirándome decime si de verdad querés que me aleje de vos? que te deje en paz?… –estábamos al borde del llanto, los dos… yo no podía más de nervios, temblaba de miedo… incertidumbre… sentía que de su respuesta, en ese momento, dependía mi vida… pero no llegaba… no hablaba… ¿no podría? Sus ojos y los míos… sus labios y los míos. Tuve la necesidad de acercarme, de acortar la poca distancia que ya había, sus ojos brillaban increíblemente, ella no se movía…

    

   Bueno, acá les dejo el capítulo de hoy! Amé hacerlo y ojalá les guste!!! No deben tener ni idea de la canción que elegí!!!  Es de la película Enredados y para mí es muy especial, ya que mi nena de 4 años me taladró con ella durante semanas, me hiso bajar la canción al celular y me hace ponérsela y va cantándola todos los días al jardín… y yo me muero de amor escuchándola!!! Y bueno me llegó la inspiración por ese lado, traté de encontrar una canción que los represente más pero no pude, ya la había imaginado así!!! Quería compartir esto con ustedes y si quieren escucharla les dejo el link  http://www.youtube.com/watch?v=ktEl5JSrdpE

   Mañana subo otro la que quiera puede comentar y la que quiera que le pase cada vez que suba o compartir alguna inquietud mi twitter es @LauyValenPyP, aviso, no es que me olvidé, no voy a adelantar nada del capítulo de mañana, ni por acá ni por twitter, van a tener que esperar! Besos!!!